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PRENSA
 
Florentino y el Diablo
 
La audiencia merideña la premió
 
Lanzamiento que respondió a un regalo de la producción cinematográfica ulandina a nuestra máxima casa de estudios, en la conmemoración de su 215 aniversario.
 
Por Libia Planas, Semanario HOY VIERNES.- La suerte estaba echada. Esta presencia cinematográfica se apoderó de Mérida de tal forma que unió a distanciados amigos poetas, la tarde de ese miércoles 22, en el Teatro Cesar Rengifo.
Alberto Arvelo Ramos, Edmundo Aray, Adelis León, Eleazar Ontiveros y el cineasta Michael New, echaron sus historias sobre Florentino y el Diablo, hecho poema, sinfonía, y más recientemente: cine.
Una audiencia inusual, en su mayoría conformada por adolescentes de colegios y liceos, se aproximó, en la palabra de sus interlocutores, a esta ancestral historia, donde se encuentran el bien y el mal, la vida y la muerte.
Preguntas acuciosas y de especial interés surgieron de parte de los jóvenes, quienes, posiblemente, conocieron un poco más sobre este joven coplero, quién se enfrentó al Diablo en un duelo de versos improvisados.
La Sala Spinetti Dini, del Centro Cultural Tulio Febres Cordero, sede del Cine Arte Skene, rebasó las expectativas ante la avalancha de un público que ávido de verla, inundó totalmente el recinto de proyección. Todo aquel que no se la quería perder, pudo verla. El miércoles 22 en la noche, sin contratiempos fue el estreno de Florentino y el Diablo en Mérida, ciudad donde se gestó su versión cinematográfica.
Un sondeo de opinión, una vez concluida la proyección, que fue seguida de vivos y eufóricos aplausos, tradujeron, desde varios puntos de vista, un agrado del film, pudiéndose admitir, que una parte significativa de la audiencia, la "premió" aquí en Mérida.
Sin más preámbulos, damos paso a las referencias que, sobre esta propuesta cinematográfica, expusieron las personas entrevistadas.
 
José Mantilla, Don Fernando en el Filme
-Estoy emocionado por todo el trabajo del equipo. Hubo buena dirección, aunado, por supuesto, a un extraordinario guión. Verlo, hoy aquí en Mérida, me conmovió de tal forma, que me llevó a ubicarme de nuevo en el llano, de hecho, me hizo sudar a lo largo de la proyección. Realmente estoy muy satisfecho.
 
Eduardo Zuleta, director de Cultura de la ULA
-Estamos frente a un poema cinematográfico excelente. Estoy convencido más que nunca que valió la pena identificarnos con este sueño tan hermoso, estamos más que recompensados. Podemos decir que la Universidad de los Andes vuelve otra vez a ocupar ese sitial protagónico en la creación cinematográfica nacional. Por eso Mérida tiene que volver a convertirse en la capital del Séptimo Arte de Venezuela.
 
Alberto Arvelo Ramos, coordinador de la Zona Libre
-Me siento conmovido por la seriedad del trabajo. Es un trabajo que intenta con mucha entereza presentar un poema lírico en términos de un drama, en donde la incorporación de cosas que no estaban en el poema, me parece bastante acertada. Es evidente que existe un tratamiento de proyección universal, pero yo soy de aquí, y me gustó mucho.
 
Pedro Morales, director del Cine Arte Skene
-Es realmente una llanera. Un realce de la música nacional, no de esta forma tan criollista de la cual estamos acostumbrados, sino de una manera mucho más hermosa, más ligada con el paisaje, la naturaleza de los personajes. Es, en definitiva, un mito llevado a su máxima expresión a través de las imágenes que este director ha vaciado en su film.
 
Eleazar Ontiveros, ex director de Cultura de la ULA y Vicepresidente de Imsol
-Este film demuestra la potencialidad que tiene Venezuela para hacer cine de alta calidad. A pesar de que parte de la base de un poema que puede tener hasta visos de local en cuanto al llano, sin embargo, la película puede tener un carácter universal. La fotografía es sencillamente espectacular, su música bien lograda. Los felicito realmente.
 
Fernando Gavidia, decano de la Facultad de Humanidades de la Universidad de los Andes
-Lo que descubrí, es lo que yo sospechaba, que era un gran poema, una parte de la cultura venezolana que tiene muchas raíces en nosotros, donde la música la engrandece enormemente, aparte de la gran calidad de la fotografía y de la actuación. Uno se sintió muy identificado con lo que estaba pasando allí.
 
Henbert Cordido, cineasta
-Es una de las películas más bellas que se ha hecho en Venezuela. Es la ilustración de un poema maravilloso, las raíces están allí y se sienten. Es universal, recuerda que nuestra aldea, nuestros sentimientos, nuestras pasiones, hasta nuestros terribles momentos, lo viven todos los pueblos por igual. Pero cuando el sentimiento es real, siempre se entiende.
 
Edmundo Aray, economista, escritor y guionista cinematográfico
Estamos frente a una hermosísima película, con una tremenda carga telúrica, ancestral, que produce grandes estremecimientos en nuestro público. Pienso que va a ser saludada con mucho fervor por el pueblo nuestro y el de los llanos de Casanare, para seguir bajando por todo el continente. Para concluir, calificó de excelente la fuerza manifiesta de José Torres en su actuación, para agregar; Realmente le hace honor al Diablo de Alberto Arvelo Torrealba.
 

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Diálogo con Edilio Peña
 
Florentino y el Diablo trasciende lo local

Por Fernando Baez, Semanario HOY VIERNES.- Florentino y el diablo es ante todo, y conviene decirlo de una vez, una película que explora, más que folklóricamente, filosóficamente el tema del mal. Michael New, su director, eludiendo una vertiente positivista, imprimió un sello metafísico a su obra, lo que la convierte en una sorpresa y en un hito histórico en los anales del cine venezolano. Hace unas semanas, cuando asistí al preestreno, conversé con Edilio Peña, dramaturgo y novelista exitoso que realizó el guión del film, guión que, por demás, es impecable, y el efecto de la conversación me hizo creer que era necesario difundirla, como lo hago, ciertamente, aquí.

F.B ¿Cuál es a tu juicio el aspecto más relevante de Florentino y el Diablo?

E.P. Haber convertido una historia inmersa en la leyenda popular del llano venezolano, en una historia de características universales. Mas allá del Reduccionismo folklórico, claro, sin que la leyenda llegará a perder su propia respiración regional o nacional. Para ello, el anclaje arquetipal del bien y el mal posibilitó, en una propuesta estructural y estética, una visión sustantiva, vital y telúrica. La película bien puede ser una historia que acontece en cualquier parte del mundo. La cultura no importa cuando los arquetipos nos hermanan. Por eso, plantearse la realización de un cine estrechamente regional o nacional, es una aberración que atenta contra el propio lenguaje cinematográfico. El cine no convoca un grupo reducido de espectadores, más bien a todos los espectadores.

F.B. ¿Esa presencia metafísica del mal, que explora en sus distintas facetas, la película, y que parece establecer arquetipos ancestrales de carácter gnóstico, ¿A qué obedece?.

E.P. Como te dije, era la manera de abrir la anécdota hacia un continente de percepción más universal. Al principio, mientras se escribía el guión, retomé reflexivamente el Fausto de Marlowe, de Goethe, la Biblia, y todas aquellas interpretaciones que habían abordado el tema, en la literatura dramática y narrativa, sobre la diatriba del bien y del mal. Por eso Don Fernando, el personaje principal de Florentino y el Diablo, no solo ha robado el alma al paisaje humano sino que también, el alma del paisaje en general; como decir, del paraíso terrenal. Toda la naturaleza parece rendida a sus pies, hasta que llega Florentino, y cuando el Diablo (Don Fernando) intenta robarle a él su alma, la historia comienza a cambiar ante la resistencia entrañable de Florentino. ¿Quién vence a quién? No lo sabemos. Ambos tienen el poder de la seducción. Lo que no sabemos es quien es el creador de ese poder, si Dios o el Diablo.

F.B. ¿Quiénes financiaron la película?

E.P. El Centro Nacional de Cinematografía, La Universidad de los Andes, etc. Al principio, y esto hay que agradecerlo, fue el ex rector y el ex senador de la República, José Mendoza Angulo, quién logró conseguir a través de la Comisión de Cultura del anterior Congreso de la República el primer aporte del financiamiento para la producción de la película. A través de la Dirección de Cultura de la Universidad de los Andes, en la persona de Eleazar Ontiveros quién potencializó el apoyo a la realización de esta obra para el cine. Luego la gestión de Eduardo Zuleta la complementó. Muchas personas participaron, como algunas otras instituciones que no vienen ahora a mi memoria. A ellos, al equipo (encabezado por la paciencia infinita de Michael New) y mi persona, a todos los que realizaron esta película, les estaré eternamente agradecido.

F.B. ¿Cómo escribes un guión?

E.P. Con el método del corazón y la razón. Es una arquitectura que se fragua entre la organicidad matemática de la conciencia y la fuente viva de la imaginación. Es por ello, que de alguna manera, cuando se escribe un guión se invoca una conveniente metodología técnica del cerebro y el espíritu. Yo tengo una que he tratado de pulir con la delectación de un artista que ama el arte de la creación de imágenes. Una pretensión técnica personal, humilde, con la que he tratado de construir un guión lo mejor posible, las veces que me veo retado ante proyectos como el de Florentino y el Diablo.

F.B. ¿ Tiene futuro el cine venezolano en un mundo en el que las computadoras cada día se incorporan a la caza de realidades virtuales desesperadas?

E.P. Absolutamente, el cine es imaginación pura. Es una de las formas poéticas colectivas más representativas. Las otras formas de comunicación siempre estarán a su servicio. Lo enriquecerán y lo proyectarán. El cine convoca una realidad paralela que nos fascina. No creo que ninguna técnica o modalidad de computación llegue a atentar contra ese mundo del deleite humano. Lo que sí puede atentar contra él es la medianía de un estado o un gobierno al negarle su apoyo.