La idea del Jardín acompaña nuestras culturas desde la antigüedad, manifestándose en ella la necesidad humana de hacernos uno con la naturaleza. Este deseo de armonía se ha apoyado en la ciencia y en el arte como aliados seguros para explicarnos su belleza contenida. Como los griegos, o la Biblia al explicarnos el Edén, o como lo hizo Colón al no encontrar palabras para describir lo que veía, El Jardín Botánico de Mérida quiere expresar la naturaleza por la intermediación que le provee el arte.