A principios del siglo XIX Jeremy Bentham propuso un diseño arquitectónico, basado en los sistemas de disciplina social. El Modelo Panóptico, era aplicado en prisiones, fábricas e instituciones psiquiátricas. La efectividad del modelo estaba sustentada en la generación de estados de aislamiento y paranoia, producidos al instalar a los individuos en celdas, incomunicadas entre sí, dispuestas circularmente; sin poder ver a su vigilante, pero sabiendose escudriñados constantemente desde la torre central. En contrapartida, a esto el vigilante enfrentaba otro tipo de situación. Observar la celda del extremo izquierdo, podía significar perder de vista, no sólo a la opuesta, sino también a aquellas que estarían detrás de él; era imposible sostener un cerco de supervisión constante. Terminando el siglo XX, resultado de varias mejoras técnicas, la vigilancia se enfrenta de otra manera. Los circuitos cerrados de vigilancia por monitoreo, demuestran la transformación evolutiva del Edificio Panóptico, como modelo de vigilancia y control, ante los avances de la tecnología. Aún así, sigue siendo difícil, en correspondencia a su antecesor de los años 1875 - 1797, mantener un campo visual lo suficientemente amplio para alcanzar a dominar las imágenes dispuestas en las diferentes pantallas de video.

Estudiando el medio teleinformático de cerca, se nota un hecho muy interesante, la similitud que guarda con el modelo Panóptico dentro de perímetro de la percepción. El usuario en el momento de entrar en una Página Web, queda sumergido inmediatamente en un estado de vigilancia progresiva. Cada hipervínculo que abre, translada su atención al encuentro de imágenes y textos diferentes de los anteriores. Tal fragmentareidad en la información genera varios fenómenos de carácter perceptual, uno de ellos es la "virtualización" de la imágen. Este caso en particular, se presenta cuando una página esconde a otra, en lo que podría denominarse instancia de actualización. Se tiene la noción de la existencia de las páginas que conforman el Site, por que están indicadas en texto como entradas hipervículadas, pero sólo se pueden observar si se decide entrar en ellas activando el vínculo. Una vez realizada esta acción el servidor que sustenta la página traerá de la base de datos los archivos que contienen la información del hipervínculo solicitado; es decir, la página se "carga" para luego aparecer en el monitor. De tomar en cuenta lo anteriormente denotado, resulta ovbia la tensión manifiesta ante la espera de la página que esta por llegar a la pantalla. Se conoce su existencia, pero no se accede a ella hasta que los archivos son transferidos y es allí en donde radica, a nivel perceptual, la tensividad panóptica del medio.

Ana Lía Silva, octubre 1.999