Diferencia entre revisiones de «Frías, Antonio Esteban»

Pintor. Hijo de José Francisco Frías y Manuela Rivas. Fue alumno de la Academia de Bellas Artes hacia 1895 y discípulo de Arturo Michelena en 1896, a quien asistió en la ejecución de Diana cazadora para el Palacio de Miraflores (Goslinga, 1967, p. 84). Frías expuso en dos de las exposiciones más importantes de finales del siglo XIX: la "Apoteosis de Sucre", en celebración del centenario del Gran Mariscal de Ayacucho, y la "Apoteosis de Miranda", celebrada con motivo de los ochenta años del fallecimiento del Precursor. En la primera expuso un "excelente" retrato al creyón de Joaquín Crespo (El Cojo Ilustrado, 15 de febrero de 1895) y, en la segunda, obras que hicieron que Martín Zuloaga y Tovar comentara que Frías era un "joven de bastante talento y porvenir" (El Tiempo, 7 de julio de 1896). Su participación le mereció una pensión para estudiar en Europa, donde asistió a las clases de Jean-Paul Laurens, y de regreso en Caracas dio clases en la Academia de Bellas Artes hasta su jubilación en 1937. Frías trabajó la pintura de género (El corral del ordeño, h. 1910, colección Museo Caracas, Palacio Municipal, Caracas), religiosa (Cabeza de Cristo, 1919, colección Palacio Arzobispal), naturalista (El borracho, colección GAN) y el retrato histórico (Francisco Linares Alcántara, 1911, colección MRE). Sus retratos de Luis Brión, Juan Manuel Valdez y José María Córdoba forman parte de la colección Salón Elíptico del Palacio Federal (Congreso de la República, Caracas). Hacia 1925 realizó el retrato de Rubén González Cárdenas, entonces ministro de Instrucción Pública (colección Tulia González de Gimón). En 1932 fue nombrado director de los Museos Nacionales (Élite, 2 de julio de 1932). Estuvo casado con Luisa Gallegos. Para Juan Calzadilla, su obra "puede ser considerada dentro de la esfera de influencia del realismo del siglo XIX. En algunas composiciones suyas se hace evidente el propósito de expresar aspectos deplorables de la vida, cuestión en que había abundado el arte de Cristóbal Rojas, pero menos interesado que éste en las escenas del género, Frías trata preferentemente la figura humana aislada" (1967, p. 209).