Diferencia entre revisiones de «Garrido, Nelson»

Fotógrafo y artista de medios mixtos. Realizó estudios de primaria y secundaria en Italia, Francia, Chile y Venezuela. Inició estudios de diseño gráfico en el Tecnológico Superior Sucre y de arquitectura en la UCV. En 1966 inició su aprendizaje fotográfico en el taller de Carlos Cruz-Diez en París. Garrido ha tenido una intensa actividad como fotógrafo de distintas disciplinas artísticas (teatro, danza) y comerciales (publicidad, fotografía industrial y folclórica). Asimismo ha incursionado en el reporterismo gráfico y la foto fija en cine. Se ha desempeñado como docente en el área de la fotografía, el diseño gráfico y la cultura popular y ha realizado las escenografías de Un que de Mariluz Hernández, a partir de diapositivas (Teatro Chacaíto, 1970) y De 7,15 a 8,30 la entrada es por El Aro (Teatro Chacaíto, 1970) y ¿Los ha visto en las vitrinas? de Rafael Alvarado (Teatro Chacaíto), ambas dirigidas por Levy Rossell. Esta experiencia en el teatro, que repetirá en 1980 en Muchinga, de Javier Moreno y Personaje con barba y pumpá de José Ignacio Cabrujas (Teatro Alberto de Paz y Mateos), dirigidas por José Simón Escalona, es fundamental para entender las "escenografías" que Garrido creará para sus propias fotos a mediados de la década de 1980.

A través de un uso propio de la fotografía, Garrido ha logrado crear una iconografía religiosa: al principio con imágenes de animales muertos, que sólo parecían registrar una especie de escatología —en el sentido teológico del término—, como en sus obras de Muertos en vía (1987), para finalmente iniciar una serie de "estampas" de santos donde recrea a la vez que parodia el panteón mágico-religioso venezolano. En 1990 realiza San Sebastián, San Martín de Porres, Santa Lucía, Santa Jasmín, en los cuales retoma a su vez la transgresión erótica de los dioses occidentales anteriores al cristianismo. Estas fotos tienen además la singularidad de haber sido realizadas en estudio: a diferencia de algunas tendencias fotográficas que no se apartan de la realidad de la "instantánea", Garrido crea sus propias escenografías e iluminación para construir un mundo a veces infernal como las pesadillas manieristas de Bruegel o El Bosco, a veces ingenuas como la imaginería religiosa popular. Esta misma tendencia propiciaría muy pronto en su obra la realización de instalaciones y "retablos" cargados de imágenes, como El altar de la autocrucifixión (1993), de 275 x 340 cm. Víctor Fuenmayor encuentra estas fotografías e instalaciones "como la puesta en escena de un espacio que los semiólogos han llamado carnavalesco, dialógico, intertextual" ([1992], s.p.). Miguel von Dangel, por su parte, afirma: "las imágenes icónicas del gran acto de fe propuesto por el artista, nos refieren a un arraigo de medievalidad católica (más que cristiana), que nos enfrentan dramática, peligrosamente y con la valentía que exigen, a la superación de los propios designios de nuestro devenir colectivo" (1993, s.p.). La obra de Garrido ha sido clasificada con frecuencia de kitsch: en este sentido Karl Pawek, al estudiar el kitsch cristiano señala que "el catolicismo no 'heretiza', es decir, no reniega nunca la auténtica sustancia teológica, se limita a ocultarla temporalmente (que pueda ser cuestión de siglos es algo que no tiene importancia) bajo la mesa, mientras en la superficie encuentran lugar a menudo baratijas psíquicas y morales" (1973, p. 147). Carlos Contramaestre emparenta, esta temática sin embargo con la obra de Daniel González, fotógrafo de El Techo de la Ballena (1987, p. 4) y, podría agregarse, con las del mismo Contramaestre, como su recordado Homenaje a la necrofilia.

Además de exponer regularmente muestras individuales desde 1985, Garrido ha participado en numerosas exposiciones colectivas internacionales de fotografía desde 1984. Entre ellas destacan el I y II Festival Internacional de la Fotografía Actual (Galería Transpose, Montreal, Canadá, 1987 y 1988), "Imágenes del silencio" (Museo de Arte Moderno de América Latina, OEA, Washington, 1989), "Fotografía latinoamericana: tendencias actuales" (Universidad de Sevilla, España, 1991), Encuentro Interamericano de Artistas Plásticos (Museo de las Artes, Universidad de Guadalajara, México, 1994), "Image and Memory: Latin American Photography, 1880-1992" (Museo de Arte, Akron, Ohio; Meadows Museum, Dallas, Texas; Crocker Art Museum, Sacramento, California, Estados Unidos, 1994), V Bienal de La Habana (expuesta en el Ludwig Forum für International Kunst, Aquisgrán, Alemania, 1994), "Junge Kunst aus Leteinamerika" (Haus der Kulturen der Welt, Berlín, 1995) y "Oculto y manifiesto: fotografía contemporánea venezolana" (Centro de la Imagen, Ciudad de México, 1996). En 1995, sus obras Rintintín después del ataque comanche (fuera de categoría) y Santa Erótica (mención arte) fueron premiadas en el III Concurso Internacional Asfoto de Bogotá.

"La muerte, la violencia, la promiscuidad comercial y consumista, el barroco juego del absurdo y lo grotesco, la invención surrealista y el marco cruento de la cotidianidad, la inocencia y el descaro, todo un universo de asociaciones hace de su trabajo un lenguaje de impacto que se reconoce de inmediato. Todo esto es suficiente para acreditar una labor ya madura, donde se han venido detectando las líneas constantes, la continuidad, y, finalmente, la expansión. […] Otra constante se puede establecer a partir del sexo y el erotismo, pero es también muy característico su particular gusto por estos temas: procediendo a la manera del genial Arcimboldo, que en el siglo XV inventó el surrealismo más desbocado. Garrido puede crear con frutas y cualquier otro material falsos desnudos procaces y descarados, en un gesto que no esconde ni la necesidad de alarmar al espectador, ni de disfrutar con la burla y el engaño. […] En cuanto a los medios, además de la fotografía, se utiliza la escultura y el montaje, la obra de técnicas mixtas, la instalación y una sala a oscuras, totalmente ambientada con pedazos de esculturas que cuelgan del techo: brazos, piernas, como en una burla, tal vez, de la obsesión contemporánea por el cine y la televisión de un horror comercializado y banal" (Guevara, 1992, p. C-7).

Garrido ha realizado las fotografías para los siguientes libros: Artesanos del sonido (Caracas: Fundación Bigott, 1988), Barro, manos y tierras de Lara (Caracas: Revestivensa, 1988), Homenaje al siglo XXI (Caracas: IBM, 1989), De Teodora Torrealba a Miguel Peraza (Caracas: Revestivensa, 1989), Malaussena (Caracas: Fundación Pampero, 1990), Fiestas tradicionales de Venezuela (Caracas: Fundación Bigott, 1992), Cultivos tradicionales de Venezuela (Caracas: Fundación Bigott, 1992) y Mené Grande (Caracas: IBM, 1993). Garrido es asiduo colaborador de publicaciones periódicas como la Revista Bigott y sus reproducciones fotográficas pueden encontrarse con frecuencia en catálogos y libros de arte del país.