Cambios

Faría sabe combinar adecuadamente el trabajo a color con blanco y negro, al destacar elementos realizados en acuarela en un primer plano, sobre fondos dibujados a línea, tal y como lo hace en Historias en la ciudad. También desarrolla una sola técnica, como lo hace en las ilustraciones realizadas para los cuadernos del BCV (1995-1996), en los que utiliza sólo creyón negro; allí, a través de una acertada fusión de ilustración e historieta, y un trabajo de épocas y personajes, planos, perspectivas y claroscuros, logra escenas ricas, llenas de detalles, que además de recrear cumplen una función educativa, pues transmiten información y se convierten en una referencia histórica para el niño lector. Sin duda, donde ha logrado hasta ahora su mejor y más delicado trabajo de ilustración ha sido en el libro Niña bonita (Caracas: Ediciones Ekaré, 1994), que ha recibido, entre otros reconocimientos, una mención en el concurso Noma de Japón, bienal organizada por el Asia/Pacific Cultural Center for UNESCO en Tokio, en el que a través de un minucioso trabajo a creyón, fundamentado en tonos pasteles, con la prominencia del blanco como luz y elemento unificador, logra una excelente creación de personajes, ambientes y situaciones típicas de un pueblo costero, y transmite con toda eficacia la sutileza y poesía de la historia. Sus trabajos han sido seleccionados para participar en la exposición de "Los mejores libros para niños" del Banco del Libro en 1990 (con La alegría de pintar), en 1994 (con Pin uno, pin dos) y en 1995 (con Niña bonita). En 1992 participó con un trabajo de ilustración libre en el Salón CANTV de Ilustradores Infantiles, y en 1993 fue incluida en Autori e illustratori di libri per ragazzi dell'America Latina, editado en ocasión de la feria del libro de Bolonia (Italia) de ese año.

==Libros ilustrados==