Diferencia entre revisiones de «Otero, Carlos»

Pintor. Hijo de Emilio Otero Vigas y Carmen Vizcarrondo de Otero. Realizó sus primeros estudios en el Colegio San Agustín (Caracas), donde Rafael Cruz Guitián, hijo de Manuel Cruz, lo orientó hacia la pintura. En 1897 su padre lo inscribió en la Academia de Bellas Artes, donde fue alumno de Emilio J. Mauri en dibujo, y de Victoriano de Vicente Gil, en paisaje. En 1904 presenta su primer cuadro, Negrita cocinera, en el concurso de la Academia. Un año más tarde, en el mismo concurso, expone El hijo enfermo, que evidencia influencias del realismo social de Cristóbal Rojas. En esta ocasión, el primer premio fue declarado desierto, y, sin embargo, Otero obtiene el accésit al premio de pintura. En 1906 se hace acreedor del premio de pintura de la Academia con Del mercado, pintada al aire libre, lo cual rompía con los preceptos academicistas venezolanos (entre ellos, pintar en estudio); a pesar de esto, fue reproducida y alabada en El Cojo Ilustrado (15 de agosto de 1906). En 1909 encabezó los documentos de protesta del grupo de estudiantes que protagonizó una rebelión contra la orientación de la Academia, dirigida entonces por Antonio Herrera Toro. Este grupo estaba integrado, entre otros, por Próspero Martínez, Francisco Sánchez, Pablo W. Hernández, Salustio González Rincones, Alfonso Sucre B., Julián Alonzo, Manuel Cabré, Antonio Edmundo Monsanto y Rafael Blanco Vera. Buscando nuevas oportunidades para continuar sus estudios, viaja a Argentina en 1911, donde se inscribe en la Academia de Bellas Artes de Buenos Aires. En este país trabaja como caricaturista e ilustrador para periódicos y revistas como Caras y Caretas, Cóndor y Mate Amargo.

Descontento con su carrera artística en Buenos Aires, viaja a Europa en 1912 y se radica en París para perfeccionar sus estudios. Al año siguiente, su cuadro Baile en el Barrio Latino (colección GAN) fue admitido en el Salón de Artistas Franceses, el cual es reseñado favorablemente en varias publicaciones parisinas. A raíz de este reconocimiento obtiene en 1913 una beca del gobierno venezolano, la cual recibió sólo durante 11 meses, ya que le fue eliminada por Juan Vicente Gómez por considerarla como un gasto extraordinario. Aunque no fue miembro fundador del Círculo de Bellas Artes, Otero participó en el II Salón Anual del Círculo de Bellas Artes (Teatro Calcaño, Caracas, 1914) con un dibujo: una cabeza de mujer "expresiva y sintética" (El Nuevo Diario, 5 de septiembre de 1914). Al año siguiente, Leoncio Martínez, comentaba que su pintura "es alegre; luminosa y fresca en el paisaje; móvil y audaz en los cuadros de composición" (La Revista, 15 de agosto de 1915) y, en septiembre, participa en el III Salón Anual del Círculo de Bellas Artes (Teatro Calcaño, Caracas) con ilustraciones y croquis (El Nuevo Diario, 13 de septiembre de 1915). A pesar de no contar con la beca del gobierno venezolano, Otero continúa sus estudios en París e ingresa en 1915 a la Escuela Superior de Bellas Artes, teniendo como profesores a conocidos artistas como Colin y Flamant, además de trabajar en el taller de Cormon. Otero realiza La chanson de mode, que no entra al Salón de 1914 y decide pintar sobre ella La sopa de los refugiados de Reims (firmada en 1923, colección GAN). Ratto-Ciarlo cita su presencia en el Salón de las Tullerías (París, 1916). Durante este período enviaba continuamente a Caracas sus caricaturas antibélicas y antialemanas, que El Cojo Ilustrado publica en tres ediciones de 1915 (1 y 15 de enero y 1 de marzo). En esta época, Otero entabló amistad con Amedeo Modigliani y ambos asistían a la academia de La Grande Chaumière a practicar el boceto al creyón. Influenciado por el impresionismo, pinta escenas al aire libre de paisajes europeos, y sobre todo del río Sena, dos de los cuales fueron exhibidos en la Fotografía Manrique. Entre 1919 y 1921 participó en el Salón de los Independientes de París y ese último año viajó a Italia en 1921 para participar en la "Exposición nacional", en la Escuela Benci (Livorno, Italia), donde recibe un diploma de honor. Reside varios meses en Florencia (Italia). Regresa a Venezuela en 1922 y expone, en el Club Venezuela (Caracas), 51 obras, la mayoría cuadros paisajistas producidos en París, Florencia y Caracas. No satisfecho con su formación artística, regresa a París en 1923, y participa en el Salón de Artistas Independientes, con su Retrato de Carmen Flores y dos paisajes, los cuales reciben buena crítica. Hacia 1923-1924, es elegido como integrante del Comité Directivo de la sección de pintura en la Casa de América Latina (París). En 1923, en París, fue invitado a formar parte de la Union International des Beaux Arts et des Lettres (integrada por Gabriele D'Annunzio, Antoine Bourdelle, Anatole France, Claude Monet y Jean Renoir, entre otros) y participó en el Salón de las Tullerías. En 1924 participó con cinco óleos (cuatro paisajes y una escena intimista) en la "Exposición de arte latinoamericano" montada por la Casa de América Latina en el Museo Galliera (Génova, Italia). Durante su segunda estadía en Europa, Otero enviaba regularmente dibujos, cuadros y caricaturas a Caracas, que serían publicadas por revistas de la ciudad.

En 1925 retorna a Caracas y poco después inaugura una exposición individual en la Academia de Bellas Artes, con 59 paisajes al óleo realizados en Europa y Venezuela (El Universal, 13 de julio de 1925). Es nombrado director de la Academia de Bellas Artes en 1927. Por sugerencias de su amigo Leoncio Martínez, Otero convoca a los ex alumnos de la Academia para organizar una exposición anual. En 1928 se celebró la primera muestra, en la cual participó el mismo Otero. En 1930 forma parte de la "Exposición internacional" de Lieja (Bélgica) y obtiene medalla de oro. Al año siguiente forma parte del grupo de fundadores del Ateneo de Caracas, en donde expone individualmente ese mismo año. También en 1931 funda la Academia de Pintura y Dibujo Carlos Otero en el Pasaje Benzo (Élite, 17 de octubre de 1931). En enero de 1936 el nuevo gobierno del general Eleazar López Contreras lo nombra nuevamente director de la Academia de Bellas Artes y, en abril, comisionado de Bellas Artes en Europa, para estudiar lo relativo a la organización de museos, academias de arte y escuelas de artes aplicadas, cargo que ocupó por un año. En 1937, el ministro de Educación Nacional, Alberto Smith, designa a Otero como director del MBA, el cual se venía construyendo según planos del arquitecto Carlos Raúl Villanueva. En 1938 realiza una exposición en la Casa-Museo General José Antonio Páez de Valencia (Edo. Carabobo), con 27 cuadros. En 1940 forma parte de una colectiva en el Museo Riverside de Nueva York. Por iniciativa de Otero se crea, a partir de 1940, lo que será durante 30 años una fecunda confrontación de arte nacional: el Salón Oficial; ese mismo año participa en su primera edición. Expone individualmente en 1948 en la sede de la Unión Panamericana en Washington y luego, ese mismo año, participa en el Salón de Artistas Independientes de Caracas. En 1948 realiza el retrato de José Félix Sosa para el Concejo Municipal caraqueño (hoy Museo Caracas, Palacio Municipal, Caracas) y es nombrado nuevamente director del MBA, cargo que desempeñará ininterrumpidamente hasta 1956, cuando obtiene su jubilación. En 1954 participa en el XV Salón Oficial, aunque sin opción a premio por ser miembro del jurado. Expone individualmente en 1961 en el Instituto de Cultura Hispánica de Madrid, auspiciado por la Embajada de Venezuela, y, en 1962, se presenta en la Galería Acquavella de Caracas. Entre 1966 y 1968 vive en Europa, exponiendo en 1967 en el Instituto de Cultura Hispánica de Madrid, igualmente patrocinado por la Embajada venezolana. A su regreso a Venezuela expone en la Sala Mendoza y es nombrado presidente de la Asociación de Escultores y Pintores de Venezuela. Expone individualmente en la Galería Li (Caracas) en 1970. Vuelve a España ese mismo año y exhibe su obra en el Club Internacional de Prensa de Madrid en 1971, y poco después retorna a Venezuela. En dos oportunidades (1972 y 1973) se presenta nuevamente de manera individual en la Galería Li (Caracas), y, en 1974, muestra 88 dibujos en una colectiva en la misma galería. En 1975 la Gobernación del Distrito Federal (Caracas) organiza una retrospectiva de Carlos Otero y es galardonado en Miraflores por el presidente Carlos Andrés Pérez con el Premio Nacional de las Artes Plásticas 1974. La GAN, además de sus obras mayores, posee Paisaje de Catia (1908) y Paisaje (1910), representativos de su primera etapa. Sobre su obra ha escrito Juan Calzadilla: "se pueden considerar a Carlos Otero y a Tito Salas, como pintores formados en el espíritu del siglo XIX, cuyos trazos ellos tratarán de hacer perdurar, evidentemente con menos éxito que los pintores de la Academia de Bellas Artes, Mauri y Herrera Toro. Será siempre en su producción contemporánea donde habremos de buscar su aporte a la historia de nuestra pintura" (1967, p. 225).