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Diferencia entre revisiones de «Boulton, Alfredo»

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Revisión del 11:20 25 sep 2015

Alfredo Boulton
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Nombre completo Alfredo Boulton
Nacimiento 16 de junio de 1908, Caracas, Distrito Capital - Venezuela
Fallecimiento 27 de noviembre de 1995, Caracas, Distrito Capital - Venezuela
Nacionalidad Venezolano
Área Fotógrafo, crítico de arte, empresario, historiador del arte, promotor cultural, coleccionista, curador y editor
Firma


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10.4683918,-66.8903658 ~ Caracas Venezuela. Lugar de nacimiento y lugar de su obra; 10.6335712,-71.6769563 ~ Maracaibo; 46.5533142,6.652495 ~ Laussane Suiza; 51.5286416,-0.1015987 ~ Londres; 48.8588589,2.3475569 ~ París; 40.7033127,-73.979681 ~ New York; 10.5605545,-66.9287163 ~ La Guaira; }}


Biografía

Boulton Fotografo

Fotógrafo y crítico de arte. Hijo de John Boulton Rojas y Catalina Pietri Paúl. Muy joven escribió obras de teatro (Por la patria, 1918; Chistes caraqueños, 1919; Teresa Mosel o la hija del molinero, 1919). En 1920 viaja a París, donde un tío, Henry Lord Boulton le regala su primera cámara, una Kodak Vest-Pocket. Entre 1922 y 1925 estudia en Lausana, Suiza, y, desde 1925 hasta 1927, en Inglaterra. Conoce la obra fotográfica de Man Ray, Strand, Brassaï, Stieglitz y Steichen. Regresa a Venezuela en 1928. Boulton inicia sus trabajos fotográficos a los 20 años a partir de experimentos surrealistas vistos en París, con escenografías construidas e imágenes que buscaban reconstruir el hieratismo de Pisanello, la atención visual de primeros y segundos planos de la perspectiva. En 1930 filma Las cuitas del joven Werther con su primo, el escritor Arturo Uslar Pietri. De esta época es Mi ventana (1931), donde exploró la abstracción a partir de una foto naturalista. Boulton no abandonará la cámara Rolleiflex de negativos 6 x 6 ni las características particulares del blanco y negro, con el cual logrará facturas inigualables. Entre 1932 y 1936 trabaja el desnudo: Una noche en el monte Calvo (1932), Blanca (1934), Girasoles (1935) o La salamandra (1935), lo descubren como un refinado observador, y entre 1932 y 1934 se apropia de la imagen de Armando Reverón, sobre quien se detendrá también como crítico de arte. En 1934 inicia su serie sobre el Cementerio de los Hijos de Dios, tema cercano a los pintores del Círculo de Bellas Artes. En 1936 recibe dos menciones especiales en la "Exposición de arte fotográfico" realizada en el Ateneo de Caracas con Fábula y L'apliquée d'Eluard. Boulton trabaja el paisaje de los Andes venezolanos con una técnica pictórica, como en El valle del Motatán (1939). En 1937 contrajo matrimonio con Yolanda Delgado y se residencia en Maracaibo. A comienzos de los años cuarenta trabaja su serie sobre la isla de Margarita: "a diferencia de los Andes donde el paisaje es el dueño, en Margarita es el hombre quien domina la escena (Padrón Toro, 1993, p. 39). En 1941 la revista U.S. Camera Magazine (nº 15, Nueva York) publica una foto de Boulton y en 1943 participa con 4 fotografías en "New Photographers" en el MOMA. En 1946 instala su taller en la esquina de Solís, donde permanecerá nueve años; y en 1949 participa en la "Primera exposición de fotografía latinoamericana", en la Unión Panamericana de Washington.

Como otros fotógrafos de su generación, Boulton se acercó al folclor local, como en Eladio Montiel (1943), donde el horizonte como fondo organiza y recorta las figuras; las nuevas imágenes urbanas de la recién inaugurada urbanización El Silencio; el tema de las cárceles, en el que destaca su serie de La Rotunda (colección BN) o imágenes de estudio con una inusual carga simbólica y estética, como El sueño del rey Miguel (h. 1938). Boulton fue retratista excepcional de los artistas e intelectuales más relevantes de su época y uno de los primeros fotógrafos venezolanos en realizar fotos aéreas, durante la expedición del Autana en 1950. Tempranamente comentaba Guillermo Meneses: "si pretendiéramos examinar las características de la obra de Boulton tendríamos que hacer mención especial de la simplicidad patente en todas y cada una de sus realizaciones. Como quiera que luces y sombras son las formas expresivas del fotógrafo, muchos de éstos tienden a crear artificiosamente un mundo extraordinario de sombra y de luz. Boulton conoce perfectamente el manejo de los reflectores y las posibilidades de los contrastes, negros y blancos; pero precisamente porque domina la técnica fotográfica, sabe lograr naturalidad en lo que, a fin de cuentas, es resultado de recias disciplinas y definido conocimiento del trabajo" (1982, p. 45). En 1949 hizo fotografía en España, como su notable Muera la inteligencia, y a comienzos de los años cincuenta en Grecia y Egipto, imágenes que lo asocian a la historia clásica de la fotografía, como en Las pisadas del Partenón (1950) o Los pies de Amenhotep, Karnak (1952). De 1952 es su retrato del Diamante Negro, realizado a color. Como un homenaje a los maestros de la modernidad la Galería El Daguerrotipo de Caracas abrió sus puertas con una muestra de Boulton y Paolo Gasparini en 1985.

Una de las singularidades de Boulton ha sido la de crear con sus fotografías conjuntos narrativos en libros como Imágenes del occidente venezolano (Nueva York: Tribune Printing Co., 1940; con textos de Arturo Uslar Pietri), Los llanos de Páez (París: Draeger Frères, 1950), La Margarita (Barcelona: Seix Barral, 1952; reeditado en 1981) e Imágenes (Milán, Italia, 1982). Por otra parte, sus fotos han acompañado libros excepcionales: La niña de la calavera de Carlos Augusto León (Caracas: Litografía del Comercio, 1948), La mano junto al muro de Guillermo Meneses (París, 1952), Tierra venezolana de Arturo Uslar Pietri (Madrid: Edime, 1953), Viaje al frailejón de Antonia Palacios (París: Imprimerie des Poètes, 1955), Tirano de sombra y fuego de Vicente Gerbasi (Caracas: Tipografía La Nación, 1955) y otros como El arte en la cerámica aborigen venezolana (Milán, Italia, 1978), El arte en Guri (Milán: CVG-Ediciones Macanao, 1989) y La cromoestructura radial Homenaje al Sol (Milán: Seguros Lara-Ediciones Macanao, 1989). Como crítico de arte, Boulton se inició en 1933 en El Universal firmando como Bruno Plá, y al año siguiente firmaba Bernardo Pons en crónicas publicadas por Élite; en 1935 fundó, con Arturo Uslar Pietri, Pedro Sotillo y Julián Padrón, la revista El Ingenioso Hidalgo. En 1955 organizó y presentó la gran exposición retrospectiva de Reverón en el MBA, y en los años sesenta organizó y documentó exhaustivamente exposiciones de Juan Lovera (1960) y Juan Pedro López (1963) para el MBA, iniciando sus estudios críticos sobre la pintura colonial venezolana, de la cual podría considerarse un descubridor; además inició la publicación de su Historia de la pintura en Venezuela. Período colonial (1964) y en 1966 publicó notables monografías sobre Camille Pissarro, Reverón y Alejandro Otero. En 1968 apareció el segundo tomo de su canónica Historia de la pintura en Venezuela. Etapa nacional, que fue concluida en 1972 con la publicación del tercer tomo, dedicado al período contemporáneo. Boulton ha sido uno de los estudiosos más atentos de la obra de Rafael Monasterios, sobre quien publicó una monografía en 1969, así como de Jesús Soto (1973), Carlos Cruz-Diez (1975) y Francisco Narváez (1981). En 1985 organizó en el MACC la primera exposición sobre el Pintor del Tocuyo, que fue acompañada con la publicación de un libro. Individuo de número de la Academia Nacional de la Historia desde 1959, fue editor del Boletín Histórico de la Fundación Boulton (1962-1972).

La GAN posee una importante colección de fotos de Boulton que incluye, entre otras, una secuencia de Reverón pintando a Luisa Phelps. Tras su muerte, el archivo fotográfico de Boulton fue adquirirdo por la Fundación Vollmer. En 1995, Ascanio Editores publicó una importante selección de fotografías de viajes. Sobre su obra ha subrayado Antonio Padrón Toro: "el artista sigue, marca, señala, manipula nuestro ojo a la línea extremadamente suave y sensual llegando a un erotismo natural en sus paisajes, en sus pieles, en sus rostros, en sus piezas arqueológicas. Disfruta de la luz, de la sombra de sus imágenes, goza de sus perfiles, sinuosidades " (op. cit., p. 73). Por su parte, María Teresa Boulton ha señalado que "en las fotografías de Alfredo Boulton observamos una notable inclinación a resaltar, con la ayuda de filtros, el contraste del cielo y las nubes donde el ser humano está ubicado en esa posición 'ideal', característica de las imágenes de la fotografía internacional de la época. Este encuadre donde Boulton coloca al hombre o a la mujer en muchas de sus fotografías, representaba el símbolo que trasciende la historia retomando los antiguos valores de la Esencia. El significado simbólico que adquieren estas imágenes, concebidas de tal forma, puede ser asociado, por su intención idealizante, con las antiguas alegorías fotográficas inspiradas de la pintura clásica. Esta vez, no obstante, la imagen es más directa y está tomada de una situación 'natural' y vital" (1990, p. 44).

Obra

Retratos

Secuencia fotografica Reverón Pintando

Serie sobre Armando Reveron

Exposiciones individuales

  • 1938 "35 fotografías", Ateneo de Caracas
  • 1940 "Imágenes del occidente de Venezuela", Ateneo de Caracas
  • 1944 "La Margarita", MBA
  • 1948 "30 venezolanos para 1948", Salón Planchart
  • 1950 "Indios piaroas del Parguaza", Museo de Ciencias, Caracas
  • 1952 "España y el matador", AEV
  • 1977 "Photographs of pre-hispanic works of art", Consulado de Venezuela, Nueva York
  • 1978 "Chefs d'oeuvre inconnus du Vénézuela", Museo del Hombre, París
  • 1979 "El arte en la cerámica aborigen de Venezuela", MACC
  • 1987 "Una visión integral del arte venezolano", MACC
  • 1989 "Recorrido por la historia y el paisaje venezolano a través de la fotografía de Alfredo Boulton", Unimet
  • 1992 "Fotografías de Alfredo Boulton", Sala Mendoza
  • 1993 "Árboles y nubes", Galería Óscar Ascanio, Caracas / "La obra de Armando Reverón en la lente de Alfredo Boulton", Museo de Arte, Coro

Exposiciones póstumas

  • 1996 "Caracas hace sesenta años", Sala Mendoza
  • 1997 "Perdurable testimonio de viajes. Fotografías de Alfredo Boulton", GAN

Premios como artista

  • 1936 Segunda mención especial, Exposición de Arte Fotográfico, Ateneo de Caracas / Tercera mención especial, Exposición de Arte Fotográfico, Ateneo de Caracas
  • 1971 Premio Nacional de Literatura, mención ensayo
  • 1991 Premio Nacional de Fotografía, Caracas

Colecciones

Alberto Vollmer Foundation Inc., Caracas / GAN / MOMA

Boulton historiador del arte

Hijo de John Boulton Rojas y Catalina Pietri Paúl. Desde muy joven tuvo contacto con el mundo del arte. Su bisabuelo paterno había iniciado desde Inglaterra la formación de una colección de pinturas, la cual continuó con obras de artistas venezolanos. Arístides Rojas, su tío abuelo, influyó en el gusto y dedicación por el arte y la historia. A los 10 años escribió piezas teatrales… Su formación se desarrolló en Suiza, Inglaterra y Francia (Lausanne, Londres y París).

Desde 1928 se relacionó con la vanguardia literaria y plástica de su tiempo. En ese momento comenzó a mostrar el país por medio del arte fotográfico, lo que luego desplegó en la publicación de libros de arte de tiraje limitado y exposiciones personales. Pionero de la fotografía artística en Venezuela.

En 1930, junto con su primo Arturo Uslar Pietri, realizó en Venecia un film. En Macuto en 1932, realizó una serie de fotografías de Armando Reverón, cuya obra estudió a profundidad. Al año siguiente comenzó a oficiar como curador de arte, al organizar una exposición de este pintor en el Ateneo de Caracas. Empezó a publicar una crónica sobre arte con el seudónimo de Bernardo Pons en le revista Élite. En 1935 firmó como Bruno Plá un artículo sobre el movimiento surrealista, publicado en el Ingenioso Hidalgo, donde fue integrante del cuerpo editorial junto con Uslar Pietri y Julián Padrón.

En 1937 contrajo matrimonio con Yolanda Delgado Lairet, se residencia en Maracaibo. En 1940 publicó y presentó su segunda exposición fotográfica individual, Los Andes, en el Ateneo de Caracas. Seguidamente expuso una serie de fotografías de la isla de Margarita, en el MBA de Caracas, en 1944, siendo la primera vez que se expone fotografías artísticas en un museo venezolano.

En 1950 inició su colección, que en el tiempo se incrementaría con nuevas adquisiciones, hasta convertirse en la más valiosas reunión de retratos originales y objetos bolivarianos existente. Para entonces fue nombrado presidente de la Fundación John Boulton impulsada por las empresas Boulton de Venezuela con el propósito de promover el rescate y estudio del acervo cultural del país, especialmente en las áreas humanísticas y de las ciencias sociales, con colecciones documentales del siglo XIX, el archivo del general Antonio Guzmán Blanco, del Libertador Simón Bolívar, del general José Antonio Páez y del mariscal Antonio José de Sucre. Editó el Boletín Histórico de la Fundación John Boulton entre 1962 y 1977 con importantes trabajos de investigación histórica sobre Hispanoamérica con énfasis en Venezuela.

Recibió diversos nombramientos tanto empresariales como académicos,… Autor de acuciosas investigaciones plasmadas en una extensa bibliografía dedicada a temas como la historia de la pintura en Venezuela desde la colonia hasta el siglo XX, la alfarería prehispánica y la cerámica aborigen en Venezuela; así como monografías dedicadas a consagrados artistas venezolanos o extranjeros que estuvieron en nuestro país: Alejandro Otero, Armando Reverón, Camille Pissarro, Rafael Monasterios, Francisco Narváez, Héctor Poleo, Manuel Cabré, Carlos Cruz Diez, Jesús Soto, entre otros. Su interés por la iconografía de los próceres venezolanos se encuentra reflejado en libros dedicados a Simón Bolívar, Antonio José de Sucre, José Antonio Páez y Francisco de Miranda.

En Nueva York (1957) adquiere el después muy célebre retrato anónimo de Simón Bolívar, realizado en Haití en 1816, atribuido a Denis [Ver trabajos de Roldán Esteva Grillet]. Esa imagen con algunas variaciones en el dibujo y con el perfil invertido «al espejo», es la misma que aparece reproducido en el papel moneda de 500 bolívares que entró en circulación en 1981. Así mismo, el impreso en los billetes de 2.000 bolívares, en circulación desde 1995, es una reproducción de un óleo anónimo fechado en 1826, y que Boulton encontró en la misión diplomática en Londres…. (Embajada de Venezuela). [Ver trabajos y polémica de Manuel Barroso Alfaro] La fotografía fue su interés original, afición que asumió bajo una óptica esteticista, la cual adquirirá posteriormente otras cualidades expresivas. Sobre la imagen fotográfica dijo una vez, a propósito de la inauguración de una exposición individual: “Entre muchas cosas, la fotografía es un testimonio epocal. Es una relación potencial con el sentido histórico. A través de ella quiero que se vea una hora del tiempo venezolano. De un tiempo de vida de nuestra nación, en la expresión de su contenido y en el concepto estético de su representación”.

No resulta exagerada la metáfora que presenta Boulton como un auténtico creador de la imagen de nuestro país. A través de sus exposiciones individuales, de sus publicaciones de libros de fotografías, da a conocer a nuestra geografía. Muchos son los reconocimientos que recibió durante su dilatada vida… El Museo de Arte Contemporáneo de Caracas Sofía Imber (MACCSI) realizó en 1987 la exposición Homenaje a Alfredo Boulton: Una visión integradora del arte venezolano, en reconocimiento a sus aportes al arte en nuestro país. [1] [1]

Obra escrita

  • Alejandro Otero, Caracas, OCI, 1966.
  • El arquetipo iconográfico de Bolívar. Caracas, ediciones Macanao, 1984.
  • El arte de la alfarería prehispánica en Venezuela. Caracas, ediciones Macanao, 1993.
  • El arte de la cerámica aborigen en Venezuela. Caracas, Museo de Arte Contemporáneo de Caracas, 1979.
  • Arte en Gurí, (Guayana). Ediciones Macanao, 1988.
  • Bolívar en Carabobo. Caracas, ediciones Macanao, 1992.
  • Camille Pissarro en Venezuela. Caracas, s.n., 1966.
  • Cruz-Diez. Caracas, Ernesto Armitano, 1975.
  • Historia de la Pintura en Venezuela, Tomo I, Editorial Arte, 1964; Historia de la Pintura en Venezuela, Tomo II, Editorial Arte, 1972.

Don Alfredo Boulton, semblanza por Juan Carlos Palenzuela

Don Alfredo Boulton fue miembro fundador de la Asociación Internacional de Críticos de Arte, AICA Capítulo Venezuela en 1972, junto con Rafael Pineda, Arturo Uslar Pietri, Miguel Otero Silva,… En entrevista con Carlos Maldonado-Bourgoin para el proyecto del Diccionario de las Artes Visuales en Venezuela (sección críticos de arte) cerca de 1992, confesó sentirse más historiador que crítico del arte.

En 1962, Alfredo Boulton para El Nacional declaraba: “La historia de la pintura venezolana se ha venido haciendo a base de recuerdos orales, de anécdota pura, sin ninguna sistematización”. Por ese especial mérito haber dado valor histórico a un hacer con propósito eminentemente plástico, Alfredo Boulton ocupó la Silla B de la Academia Nacional de la Historia, Ramón Díaz Sánchez le dio la bienvenida en 1959. Al fallecer Alfredo Boulton, Don Pedro Grases ocupó el mismo Sillón B, le dio la bienvenida Manuel Alfredo Rodríguez, el 19 de septiembre de 1996. [2] [2]

Don Alfredo Boulton iniciará su recorrido por Venezuela con su lente fotográfico. Imágenes del Occidente Venezolano fue el primer libro de arte venezolano del siglo XX. (…) Para 1960 era casi inexistente un concepto de historiografía del arte en Venezuela. La actividad de Alfredo Boulton como miembro asistente a reuniones artísticas culturales, fotógrafo, coleccionista y estimulador del arte en el país, jurado de salones y participe de las actividades del Museo de Bellas Artes de Caracas, le amplían el espacio que va a ocupar en la Artes Plásticas del país. La primera exposición retrospectiva de Armando Reverón en 1955, fue organizada por Alfredo Boulton, igual organizará la primera exposición de Juan Lovera, entre otras.

El año de 1931 sería clave en la vida de Alfredo Boulton pues sus amistades más cotidianas eran artistas, en primer lugar escritores y luego pintores. Para entonces Francisco Narváez había regresado de París y su estudio, conocido como el Taller de Catia, se convertiría en el lugar de encuentro regular de la intelectualidad caraqueña. Allí se citaban Julián Padrón, Arturo Uslar Pietri, Fernando Paz Castillo y Guillermo Meneses, principalmente. Sucedían los últimos años de la dictadura gomecista, y las ideas artísticas recorrían el continente americano con la misma velocidad e intensidad que las novedosas tesis políticas que proclamaban la Democracia como sistema por excelencia de gobierno. Pronto el círculo de amigos contaría con la presencia de Vicente Gerbasi, Antonio Arráiz, Enrique Bernardo Núñez y Mariano Picón Salas, entre otros. Boulton asistiría con naturalidad a esas pláticas tan cargadas de ilusiones dado el convencimiento de que sobrevendrían tiempos de cambios radicales en el acontecer histórico –tanto político como artístico- venezolano.

Así, con la cámara, Alfredo Boulton legaría el testimonio excepcional de los protagonistas que se encontraban en el taller de Narváez. Este y Armando Reverón pintarán, a su vez, su retrato, en 1932 y 1934 respectivamente. Alfredo también conocería a otros pintores como Manuel Cabré –amigo de su padre y asesor de colecciones de artistas franceses-, Rafael Monasterios y Antonio Edmundo Monsanto –destacado docente-, quienes representaban la sentida expresión del paisajismo caraqueño.

Y como consecuencia de su amistad con los escritores ya en las cercanías a 1935, en aquellos días de tanta turbulencia y tanta discusión en el país, Alfredo mismo se invistió de escritor, reseñando acontecimientos de la pintura venezolana, haciendo la crónica crítica de algún salón del Ateneo, lo cual le acarreó el reproche de su padre pues había publicado juicios desfavorables a algunos de sus amigos pintores y escribiendo sobre el surrealismo –ya evidente en sus fotografías-, Picasso o Giotto…

Esa tarea de escribir una historia distinta le llevó [a Boulton] años. Finalmente, en 1964, apareció un libro singular en la historiografía venezolana: Historia de la Pintura en Venezuela. Tomo I. Época Colonial. Nada comparable le antecedía. Nombres, obras, fechas, procesos, todo se reencontraba para certificar una riqueza cultural venezolana largo tiempo ignorada. [3]

Juan Carlos Palenzuela

Notas

  1. Elida Salazar, entrada al Diccionario de Historia de Venezuela. Fundación Polar, 2da. Edición. 1997, Vol. 1, pp. 518-519
  2. El Paisaje de Venezuela, base del humanismo de Andrés Bello. Discurso de Incorporación como Individuo de Número de la Academia Nacional de la Historia de Don Pedro Grases, Contestación del Académico don Manuel Alfredo Rodríguez. ANH, 1996.
  3. Juan Carlos Palenzuela. Fuentes biblio-hemerográficas sobre Alfredo Boulton. Macanao Ediciones, 1993.

Fuentes documentales

  • Boulton, Alfredo. Fotografías. Milán: Ascanio Editores, 1995.
  • Boulton, María Teresa. Anotaciones sobre la fotografía venezolana contemporánea. Caracas: Monte Ávila, 1990.
  • Cinap. B 116.
  • Meneses, Guillermo. El arte, la razón y otras menudencias. Caracas: Monte Ávila, 1982.
  • Padrón Toro, Antonio. Alfredo Boulton fotógrafo. Caracas: Ediciones Acapana, 1993.
  • Palenzuela, Juan Carlos. Fuentes biblio-hemerográficas sobre Alfredo Boulton. Caracas: Ediciones Macanao, 1993.
  • Una visión integral del arte venezolano (catálogo de exposición). Caracas: MACC, 1987.

Créditos

Editor

  • Juan Astorga Junquera

Autores

  • Galería de Arte Nacional (GAN) Wh pv Captura SitioWebGAN EC 160815.png
  • Maldonado Bourgoin, Carlos
  • Juan Carlos Palenzuela
  • Investigación Boulton fotógrafo: Carlos Morillo

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