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==Biografía==
Hija de Enrique José Gramcko Brandt y Elsa Margarita Cortina, de cuyo matrimonio nace también la pintora y escultora Elsa Gramcko. Su educación formal fue tardía, como era costumbre en la época, pero muy joven escribe poesía y lee sistemáticamente a los clásicos de la lengua española. A los quince años viaja a Caracas, entrando en relación con la intelectualidad capitalina. Tuvo temprana iniciación en las letras con el poemario Umbral (1942), obra merecedora del Premio de la Asociación Cultural Interamericana.
Un año más tarde entra como reportera y cronista literaria de El Nacional, donde conoce a uno de los fundadores del diario, el periodista español republicano de izquierdas José Domínguez de Benavides, con quien casa en 1945.
Viaja a Moscú en 1948 como encargada de negocios, y de pasó por París conoce al poeta venezolano francés Robert Ganzó, quien traduce al francés su tercer libro La vara mágica (1944), obra que atrae la atención de Mariano Picón Salas: «Desde que publicó tan encantador libro..., que marca para mí uno de los momentos ejemplares de la poesía venezolana, había querido decir sobre Ida algunas palabras de fervor y admiración» (Picón Salas, “Símbolos del caracol”. En La andanza y el hallazgo Caracas: Monte Ávila Editores (Co. Altazor), 1972, 7-11).
A la caída del gobierno del Presidente Rómulo Gallegos deja el cargo diplomático y permanece en Rusia. Conoce al hispanista Fedor Kelin, quien traduce al ruso su celebrado libro La Vara mágica y le encarga la pieza de teatro infantil La hija de Juan Palomo, también conoce a Golda Meier, ministro de Israel.
==Obra==
De regreso a Venezuela se dedica a la escritura, su producción llega a 33 títulos publicados, más varias obras prácticamente inéditas dedicadas a escritores y pintores venezolanos.
A la edad de 38 años entra en el sistema de libre escolaridad, estudiando el último año de primaria y el bachillerato. Obtiene la licenciatura en Filosofía en la Universidad Central de Venezuela, en 1968.
Su actividad docente fue prolija, dictando cursos de filosofía del arte y mitología en la Escuela de Artes Plásticas y en el Centro de Enseñanza Gráfica (CEGRA), y de Literaturas Occidentales, Poesía y Poetas en la Escuela de Letras de la Facultad de Humanidades de la Universidad Central de Venezuela, así como en los talleres de poesía del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (CELARG).
Ejerció la docencia hasta bien avanzado su delicado estado de salud, su figura será siempre recordada en compañía de una enfermera, que puntualmente llegaban a la hora de clases. En 1972, Ida Gramcko firma el acta fundacional de la Asociación Internacional de Críticos de Arte, Capítulo Venezuela, COMO escritora y profesora de la Escuela de Arte de la UCV.
Colaboró en periódicos como El Nacional, El Diario de Caracas y El Globo y en revistas como Élite, Revista Nacional de Cultura e Imagen. Cultivó una pluralidad creadora que le permitió ser al tiempo poetisa, cuentista, dramaturga y ensayista; hizo crítica de arte dentro de este concepto y eminentemente ligada al periodismo y a la docencia.
Recibió además del referido premio de la Asociación Cultural Interamericana en 1942, recibió el Premio de Teatro de la Universidad Central de Venezuela, en 1960 y el Premio Nacional de Literatura, en 1977.
Hija de Enrique José Gramcko Brandt y Elsa Margarita Cortina, de cuyo matrimonio nace también la pintora y escultora Elsa Gramcko. Su educación formal fue tardía, como era costumbre en la época, pero muy joven escribe poesía y lee sistemáticamente a los clásicos de la lengua española. A los quince años viaja a Caracas, entrando en relación con la intelectualidad capitalina. Tuvo temprana iniciación en las letras con el poemario Umbral (1942), obra merecedora del Premio de la Asociación Cultural Interamericana.
Un año más tarde entra como reportera y cronista literaria de El Nacional, donde conoce a uno de los fundadores del diario, el periodista español republicano de izquierdas José Domínguez de Benavides, con quien casa en 1945.
Viaja a Moscú en 1948 como encargada de negocios, y de pasó por París conoce al poeta venezolano francés Robert Ganzó, quien traduce al francés su tercer libro La vara mágica (1944), obra que atrae la atención de Mariano Picón Salas: «Desde que publicó tan encantador libro..., que marca para mí uno de los momentos ejemplares de la poesía venezolana, había querido decir sobre Ida algunas palabras de fervor y admiración» (Picón Salas, “Símbolos del caracol”. En La andanza y el hallazgo Caracas: Monte Ávila Editores (Co. Altazor), 1972, 7-11).
A la caída del gobierno del Presidente Rómulo Gallegos deja el cargo diplomático y permanece en Rusia. Conoce al hispanista Fedor Kelin, quien traduce al ruso su celebrado libro La Vara mágica y le encarga la pieza de teatro infantil La hija de Juan Palomo, también conoce a Golda Meier, ministro de Israel.
==Obra==
De regreso a Venezuela se dedica a la escritura, su producción llega a 33 títulos publicados, más varias obras prácticamente inéditas dedicadas a escritores y pintores venezolanos.
A la edad de 38 años entra en el sistema de libre escolaridad, estudiando el último año de primaria y el bachillerato. Obtiene la licenciatura en Filosofía en la Universidad Central de Venezuela, en 1968.
Su actividad docente fue prolija, dictando cursos de filosofía del arte y mitología en la Escuela de Artes Plásticas y en el Centro de Enseñanza Gráfica (CEGRA), y de Literaturas Occidentales, Poesía y Poetas en la Escuela de Letras de la Facultad de Humanidades de la Universidad Central de Venezuela, así como en los talleres de poesía del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (CELARG).
Ejerció la docencia hasta bien avanzado su delicado estado de salud, su figura será siempre recordada en compañía de una enfermera, que puntualmente llegaban a la hora de clases. En 1972, Ida Gramcko firma el acta fundacional de la Asociación Internacional de Críticos de Arte, Capítulo Venezuela, COMO escritora y profesora de la Escuela de Arte de la UCV.
Colaboró en periódicos como El Nacional, El Diario de Caracas y El Globo y en revistas como Élite, Revista Nacional de Cultura e Imagen. Cultivó una pluralidad creadora que le permitió ser al tiempo poetisa, cuentista, dramaturga y ensayista; hizo crítica de arte dentro de este concepto y eminentemente ligada al periodismo y a la docencia.
Recibió además del referido premio de la Asociación Cultural Interamericana en 1942, recibió el Premio de Teatro de la Universidad Central de Venezuela, en 1960 y el Premio Nacional de Literatura, en 1977.