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==Biografía==
Pintor y artista cinético. Hijo del violinista Luis García Parra y Emma Soto. A los 12 años aprende a tocar la guitarra y comienza a copiar reproducciones de cuadros que encontraba en revistas, libros y almanaques, y a los 16 pintaba afiches para marquesinas de películas en un cine de Ciudad Bolívar. Pronto entra en contacto con un grupo de estudiantes surrealistas que publicaban en la prensa local, quienes lo animaron a emprender la carrera de artista. En 1942 obtiene una beca otorgada por el Edo. Bolívar para estudiar en la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas, a la que ingresa en septiembre de ese año y donde sigue los cursos de arte puro, y de profesor de educación artística e historia del arte. Fue discípulo de Antonio Edmundo Monsanto —quien trajo a la escuela revistas y libros extranjeros, así como reproducciones y grabados, que fueron la principal fuente de información de los estudiantes—, Juan Vicente Fabbiani, Rafael Ramón González y Marcos Castillo. En esta primera época académica (1942-1947), su pintura estuvo fuertemente influenciada por Cézanne, a quien estudia a partir de reproducciones. Sus paisajes y naturalezas muertas muestran su inclinación hacia el cubismo, interesándose por lo constructivo y apreciando el paisaje venezolano en grandes planos. Durante estos años expone en el Salón Oficial. Al terminar sus estudios en 1947, obtiene el título de profesor y es nombrado director de la Escuela de Bellas Artes de Maracaibo, al tiempo que enseña en el Liceo Baralt y en la Escuela Normal. En 1949 realiza su primera exposición en el Taller Libre de Arte de Caracas, donde presenta 14 cuadros (paisajes, retratos, naturalezas muertas y dibujos). Gracias a una beca oficial, se embarca el 16 de septiembre de 1950 a Francia.
A finales de 1980 desarrolla obras (como Espaces ouverts, 1980) en las que cuadrados de tamaños irregulares, revestidos de colores vivos, se dispersan sobre fondos rayados en ruptura con el orden de las tramas; es sobretodo esta veta la que Soto va a desarrollar durante la próxima década, con la serie de Ambivalencias. En 1982 instala en Puerto La Cruz la monumental Progresión suspendida amarilla y blanca. En 1983 realiza Esfera virtual amarilla para una exposición retrospectiva en el MACC, volumen suspendido que se conocerá más tarde en Seúl (Corea del Sur), en 1988, y en París, en 1996. De 1983 son las dos integraciones Progresión amarilla y Cubo virtual azul y negro para la Estación Chacaíto del Metro de Caracas. Este año, concede a la revista UNA Documenta, una entrevista en la que ofrece la mejor síntesis de sus ideas. En 1984 continúa la serie Ambivalencias con un conjunto de obras tituladas Ambivalences New York, en homenaje a Mondrian. Realiza igualmente Cube de nylon, en la línea de los volúmenes suspendidos. Al año siguiente instala una nueva Esfera virtual en la sede del Banco Lara, en Caracas. En 1986, el Centro de Escultura Contemporánea de Tokio organiza la primera individual de Soto en Japón con una selección de obras recientes. En Francia, la Sociedad de Amigos del Museo Nacional de Arte Moderno le encarga para el décimo aniversario del Centro Georges Pompidou, una escultura monumental, Volume virtuel, que será instalada a comienzos del año siguiente, en el hall de entrada. En 1988, Soto sigue realizando obras monumentales en Caracas (Ovoide Polar, Fundación Polar; Cubo Provincial, Torre Banco Provincial; Media esfera roja, Seguros La Seguridad) y en París (Écriture y Mur polychrome, Confederación Democrática Francesa del Trabajo, París). Realiza igualmente la Gran Esfera de Seúl para el Parque Olímpico de Seúl e instala un Penetrable en las salas de la ELAC, en ocasión de la exposición "La couleur seule, l'expérience du monochrome", que se presenta en diferentes lugares de Lyon (Francia). En octubre de ese mismo año, la Galería Hyundai de Seúl inaugura la primera exposición de Soto en Corea del Sur. Entre 1989 y 1990, se dedica a realizar una importante serie de obras reducidas al uso contrastado del blanco y negro.
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En 1990 recibe la Medalla Picasso de la UNESCO, y en 1992 representa a Venezuela en la Exposición Mundial de Sevilla (España) con Demi-Sphere jaune et verte. En 1994 instala un penetrable sonoro en el Cyclop, una obra colectiva proyectada por Tinguely, en Milly-la-Forêt, y, en Caracas, su Cubo de Francia en la entrada de la Embajada de Francia. En 1995 culmina su obra Welcoming Flag, una de las integraciones arquitectónicas más espectaculares de Soto, instalada en las paredes de la Torre Phoenix, que distingue una de las entradas de la ciudad de Osaka (Japón). Los estudios y los primeros proyectos para la ejecución de esta obra se remontan a 1991, y fueron realizados en estrecha colaboración con el arquitecto Kimiaki Minai. Por otra parte, instala el Volume virtuel Air France en la sede social de la compañía aérea en Roissy (Francia), lo que constituye la culminación de un proyecto iniciado a finales de los años ochenta. Soto recibe el Gran Premio Nacional de Escultura de 1995 en Francia. Para 1996, en ocasión de la exposición de escultura al aire libre "Les champs de la sculpture", su obra monumental Sphère Lutétia es instalada temporalmente en los Campos Elíseos (París). En enero de 1997, se inaugura en la Galerie Nationale du Jeu de Paume (París) una gran retrospectiva de su obra. En 2000 el Centro Cultural Corp Group (Caracas) presenta la muestra "Clásico y moderno", donde se exhiben obras representativas de los diferentes períodos del artista. La GAN posee una muestra significativa de todas sus época, desde el período escolar hasta obras cinéticas como Espiral (serigrafía sobre plexiglás y madera, 1954) y el monumental Mural de Bruselas (hierro y láminas metálicas pintadas, 1000 x 700 cm, 1958); obras de su etapa barroca (identificada así por Alfredo Boulton), como Leño viejo (hierro y óleo sobre madera, 1961) y Mural (ensamblaje, 1961), y obras distintivas como Extensión blanca (columnas y fórmica sobre madera, 1971). Soto es autor de una obra que cambia el discurso de la pintura moderna y marca en las nuevas generaciones un tipo de percepción visual ligada a la movilidad inasible y a la experiencia cinética. Durante la segunda mitad del siglo XX su indagación vibrátil y óptica en torno a la operación pictórica enriquece los caminos de la abstracción y el constructivismo, en una búsqueda muy personal que se hace notable a escala occidental y como un aporte a su tiempo.
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