Cambios

Colina, Alejandro

23 bytes añadidos, 17:39 17 oct 2015
Vida y obra
==Vida y obraBiografía=={{justificado|'''
Escultor y pintor. Hijo de Alejandro Colina y Herminia Viera. Nieto del célebre caudillo militar León Colina. A partir de 1913 cursó estudios en la Academia de Bellas Artes, donde fue discípulo de Antonio Herrera Toro en la cátedra de dibujo, y de Cruz Álvarez García en la de escultura. Asistió asimismo a la Escuela de Artes y Oficios, de la cual llegó a ser subdirector a los 18 años. En la UCV concurrió a las clases de anatomía dictadas por los doctores Luis Razetti y José Gregorio Hernández. En su época de estudiante realizó paisajes y retratos. En 1918, su escultura El nacer de la idea ingresó al Museo Nacional (Caracas). Hacia 1919 trabajó como delineante y calculista del arquitecto Alejandro Chataing, y asumió tareas de decorador. Colina también se desempeñó en otras actividades no relacionadas con el arte: fue mecánico, trabajó en el ferrocarril y en la marina mercante. Este último empleo, ejercido durante ocho años, le permitió entrar en contacto con poblaciones aborígenes de La Guajira y el Orinoco, lo cual incidió en forma definitiva en el desarrollo de su propuesta artística. El hombre aborigen, sus mitos y leyendas, y la flora y fauna vernácula constituyeron el centro temático de su obra más significativa. Se interesó en la pintura mural y la estatuaria de grandes dimensiones concebida para amplios espacios abiertos. La cerámica y la orfebrería también fueron exploradas por el artista como otra posibilidad de expresión plástica. Se sumergió "en el movimiento artístico americanista con una estética vernácula y universal, depurada y vigorosa, de una multiplicidad admirable" (Villanueva y López de Uralde, 1931).
Entre 1941 y 1943 participó en la refacción de la cúpula de la Catedral de Valencia, Edo. Carabobo. Realizó las esculturas del Indio de Tacarigua (Valencia, Edo. Carabobo, 1942), la del Indio Yare (1947), el conjunto Vigilancia, inteligencia y observación (Academia Militar de Venezuela, Fuerte Tiuna, Caracas, 1947), la del Indio Tiuna (Plaza Tiuna, Los Rosales, Caracas, 1948-1949) y la del Indio Yaracuy (San Felipe, 1952). En 1951, con motivo de los III Juegos Deportivos Bolivarianos, realizó María Lionza sobre la danta, originalmente ubicada en los predios de la Ciudad Universitaria y desde 1953 en la autopista Francisco Fajardo (Caracas), célebre escultura que ha sido objeto de veneración popular. En 1955, con motivo de la celebración del cuatricentenario de la fundación de la ciudad de Valencia (Edo. Carabobo), ofreció la maqueta La raza vencida, donde aparecía un conquistador clavando su espada, en forma de cruz, sobre el cuerpo tendido de una indígena, a cambio de la obra que se solicitaba en homenaje al fundador. Su idea no prosperó y el monumento no se concretó. Colina se ha erigido, según Juan Calzadilla, "como el más alto representante de la tendencia indigenista en nuestra escultura. Su temática constituye, en conjunto, una exaltación alegórica de la fuerza de la raza autóctona y, como tal, su trabajo adopta a menudo la forma monumental. Sus figuras están fuertemente acusadas por una construcción muscular sobresaliente que imprime un ritmo tenso y robusto, bajo el cual el movimiento es sugerido y contenido dramáticamente" (1977, p. 218). En 1968 realizó en cemento rojo el Conjuro de Caricuao para la urbanización homónima (Caracas). Siempre persiguió en sus obras murales "la armonía total de la línea y el color con el ambiente" (Villanueva y López de Uralde, op. cit.). Entre estas se conocieron Industria textil, La caza, La alfarería, Cosecha de maíz y El éxodo a la montaña (hoy destruidas). En los años finales de su vida se recluyó varias veces en el Hospital Psiquiátrico de Caracas, donde trabajó en un taller de escultura dentro de los planes de laborterapia. Durante su internado en el hospital ejecutó, en fecha aún no precisada, una serie de bustos en yeso de algunos pacientes, representativos de diversas enfermedades mentales. En 1971 fue arrollado por un automóvil y quedó inválido. En 1973 se inició el proyecto para fundir dos grandes bronces del Libertador a partir de la maqueta encomendada al escultor Martín Leonardo Funes, según el modelo original de Colina, que se situarían una en La Charneca (Caracas) y la otra en Montevideo (Uruguay); sin embargo, a pesar de haberse pagado los derechos de autor para la reproducción, por diversas circunstancias ninguna de las obras se llevó a cabo (Esteva-Grillet, 1992, p. 168). Su última obra, en bronce, fue el Indio Chacao, colocada en la plaza homónima ya fallecido el artista. La mayor parte de sus piezas fueron concebidas como monumentos públicos y de tamaño superior a la escala humana, y casi siempre trabajadas en mortero o piedra artificial.
'''}}
==Monumentos públicos ==
17 323
ediciones