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==Biografía==
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Escultor y pintor. Hijo del ebanista y alarife José Lorenzo Narváez y Vicenta Emilia Rivera. Su padre era conocido por sus tallas decorativas realizadas en la Iglesia del Valle del Espíritu Santo de La Asunción y por la construcción del faro de navegación de Porlamar (Edo. Nueva Esparta). Narváez asiste a la escuela de Carúpano, donde su familia se residencia hacia 1908, tras la caída de Cipriano Castro, y empieza a realizar tallas de muebles en miniatura con materiales como tiza o madera y una navaja como herramienta. Cuarto en una familia de 11 hijos, su aprendizaje inicial se basó en las prácticas del taller de su padre (1912-1921). Se interesó por la figura humana y copió en tiza los santos restaurados por su padre, realizó retratos de sus familiares y probó materiales como la greda para modelar figuras. Ayudó a su padre en los trabajos de reconstrucción y restauración de la Iglesia de San José de Orocual (Edo. Monagas), para la cual repintó las figuras y talló las partes faltantes de algunas imágenes religiosas. En 1916 participó en una exposición de artesanía en Cumaná con una talla de muebles en miniatura y recibió un diploma de reconocimiento. Posteriormente se le encargó un San Rafael para la Iglesia de Carúpano, a partir de un solo bloque de cedro; esta figura, según el artista, se conservaba en la iglesia aún en 1968. En 1918, la familia vuelve a Porlamar (Edo. Nueva Esparta), donde Narváez es atraído por escenas del mercado de Punta de Arenas, con sus pescadores, vendedoras y cargadoras de bultos, figuras recurrentes en su obra posterior; en el mercado observó al pintor rumano Samys Mützner pintando motivos locales. Narváez inicia clases de teoría y solfeo, que no puede continuar al enfermar de escrófula y permanecer un año en cama. Al recuperarse se dedica a tallar figuras de nacimientos y, hacia 1920, talla en madera una imagen del Niño Jesús para las hermanas carmelitas del hospital, que llama la atención de monseñor Sixto Sosa, obispo de Guayana, quien le sugiere que estudie en Caracas, le consigue el permiso de su padre, le paga el pasaje y gestiona una beca para que estudie en la Academia de Bellas Artes.
En 1988, Juan Carlos Palenzuela y Axel Stein publicaron artículos de prensa en los que se cuestionaba la labor de la Fundación Narváez, debido a la producción de piezas en bronce, sacadas al mercado como ediciones y pruebas de artista no legitimadas. Ambos comentaron que sólo debía considerarse como auténtico aquello que el artista produjo en vida; también censuraron la producción de hasta dos series de una misma pieza. Ante los artículos, la Fundación contestó que Narváez siempre había deseado pasar muchas de sus piezas a materiales más duraderos y también señaló que, en el caso de las dos series, unas eran pruebas de artista proyectadas y no fundidas en vida del artista, y las otras, versiones definitivas de la misma obra. En 1995 fueron restauradas Las toninas por la Fundación, pero se deterioraron y debieron ser intervenidas nuevamente en 1998. Narváez aparece reseñado en el Diccionario de la escultura moderna (París: Hazan, 1960), en donde se señala que es un "inventor de formas líricas, teniendo el sentido de la plenitud y el equilibrio". Boulton insiste en que el trabajo pictórico y escultórico de este artista no se puede dividir en entidades separadas, aunque en diferentes períodos se haya dedicado más a una actividad que a otra, agregando que entre ambas disciplinas se estableció una simbiosis de elementos plásticos, que permitieron un enriquecimiento tanto en el tratamiento del contenido como en el de la materia. Sin embargo, es notoria la prevalencia que la actividad escultórica cobra sobre la pictórica. Como escultor, utilizó una amplia gama de técnicas y materiales que abarcaron el tallado en madera (caoba, vera, apamate, pardillo, ébano, carao, guayacán, cartán, samán, cují, amaranto, roble, cedro y vera), piedra (de Araya y de Cumarebo), mármol de Puerto Cabello, piedra artificial y el vaciado en bronce. En la talla directa y, en casos excepcionales como la figura-torso del BCV, utilizó añadidos para obtener una policromía de tonos distintos de los diversos bloques de material. Boulton realizó una periodización para el estudio de la obra del artista que se basa en las variaciones de su producción: un período inicial, criollista, denominado "primeras formas" (1928-1951); un segundo período en el cual priva la estilización de la esencia figurativa, el de las "formas nuevas" (1951-1966), y un último período de volúmenes geometrizados, llamado "volúmenes" (1970-1981). Pedro Briceño la divide en dos etapas: el período americano de los años treinta y la experiencia semiabstracta de los cincuenta. Sobre su obra, comenta Juan Calzadilla: "Narváez es un escultor de volúmenes rotundos y sólidos. Pocas veces se ha interesado por la espacialidad interna de la obra y por vaciar la forma, a la cual presenta siempre en piezas extensas formando bloques macizos de una o dos secciones, generalmente de apariencia monumental. La monumentalidad es una de sus características, por cuanto los volúmenes llenos y compactos requieren a menudo ser vistos a gran distancia, incorporados casi siempre al paisaje" (1981). Para este crítico, la importancia de la obra de Narváez va más allá de su trabajo escultórico, pues señala que fue precursor de nuevos lenguajes en la pintura, que desempeñó una actividad docente renovadora y que, además, se perfiló como el primer escultor que integró su obra al urbanismo. De Narváez, la GAN posee en su colección esculturas, pinturas y una maqueta escultórica.
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[http://vereda.ula.ve/gan/?page_id=357 CINAP-GAN]
==Obra==