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→16. Dibujantes y grabadores. El boom del dibujo y el auge de la gráfica
Los años sesenta y setenta marcan en el ambiente pictórico de Maracaibo, el retorno a la figuración. Enfrentados a una tradición que se ha vuelto insuficiente para desplegar técnicas y contenidos críticos, los artistas se vuelcan hacia el dibujo como lenguaje autónomo. Con variantes expresionistas, surrealistas o fantásticas, el uso de los recursos formales primordiales y de los materiales más sencillos, busca el acercamiento a la esencia de la representación visual, y con ello, a lo más genuino de la personalidad del artista. Estos zulianos se anticipan, en formas e intenciones, a lo que más adelante sacudirá todo la escena plástica nacional, y que se conoce como el boom del dibujo.
===[http://vereda.ula.ve/gan/?p=23#17 16. Dibujantes y grabadores. El boom del dibujo y el auge de la gráfica]===
El inicio de la década de los años setenta, marca la eclosión del denominado boom del dibujo, el cual alcanza su clímax entre 1979 y 1981. Se caracteriza por una fijación obsesiva de los detalles, de rasgos surrealistas, hiperrealistas y pop; por el uso de una gama cromática austera, con predominio de grises, y por un puntual uso del color y manejo muy hábil de los trazos y composición de los planos. Sin embargo, esto no excluye la incorporación de elementos ajenos al dibujo tradicional, que amplían los límites formales con los que se define hasta entonces este lenguaje. El boom del dibujo surge gracias a la confluencia de varios factores, como son: la crisis en las escuelas de artes plásticas y el alto nivel alcanzado por los institutos de diseño y artes gráficas.