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La obra del pintor ha sido objeto de atribuciones abusivas además de confusiones con la producción de Pedro Lovera. Durante la formación de la República un grupo de artistas compartió "la manera" que caracteriza la obra de Lovera, la cual no se encuentra lejos de la de José Gil de Castro o de la severidad de la escuela norteamericana de comienzos del siglo XIX. Sobre esta semejanza ha comentado Dawn Ades: "[sus] imágenes de las figuras de ropajes oscuros de los padres fundadores y la eminente clase alta republicana, poseen una puritana severidad moral que está casi a la altura de la Nueva Inglaterra" (1990, p. 55). Un supuesto autorretrato, dado a conocer en 1951, fue inobjetablemente descartado como de Juan Lovera aunque Carlos F. Duarte lo adjudica actualmente a Pedro Lovera. Apenas se conocen hasta ahora una veintena de obras del artista pero la mayoría de ellas sin firma. Landaeta Rosales afirmó que Fritz Melbye adquirió hacia 1852 algunas de sus obras durante su estadía en Venezuela. La creación plástica de Lovera ha comenzado a ser valorada a mediados del siglo XX. Durante el XIX, Ramón de la Plaza lo incluye en sus ensayos pero con reservas: "de los retratos hechos por este artista, nada hemos visto que señale una esmerada corrección en el dibujo, ni un colorido que podamos calificar de propio y natural; hay con todo en su obra algo de esa fuerza que descubre en el artista la intención, el deseo de interpretar lo desconocido que siente, pero que le falta la luz para realizarlo. En Lovera sucedió lo de siempre: no basta la disposición, es necesario el talento educado para marchar seguro al punto objetivo que en el arte es la perfección" (1883, p. 186). Será sólo en 1906 cuando Manuel Landaeta Rosales, descendiente del pintor, aporte los primeros datos biográficos sobre Lovera. El primer análisis de su obra, resaltando su valor plástico en la historia del arte venezolano, lo aporta Enrique Planchart en 1951, a través del artículo "El pintor Juan Lovera", aparecido en la Revista Nacional de Cultura y reproducido posteriormente en La pintura en Venezuela (1956). Sin embargo, se debe a Alfredo Boulton el rescate e identificación inicial de las obras de Lovera así como un amplio y documentado estudio de la trayectoria vital y artística del pintor; como resultado de su labor investigativa, Boulton presentó en 1960, en el MBA, la primera exposición que agrupaba los veintiún cuadros adjudicados hasta ese momento a Lovera. En 1978, en la muestra "Juan Lovera y su tiempo" (GAN), se exploraron las relaciones plásticas del pintor con el arte de su época. Carlos F. Duarte, en una invalorable monografía documental sobre el artista publicada en 1985, señala: "sus retratos pasaron la frontera de la imagen religiosa y bajaron a la cruel realidad, pero sin desligarse de aquel pasado y de la artesanía que los produjo. Lovera es un pintor y un artesano con talento, pero a causa de las circunstancias históricas que le tocó vivir no pudo desarrollar una habilidad académica. Esta falla, sin embargo, fue compensada por su gran intuición, percepción psicológica y sensibilidad" (1985, p. 105). La obra de Lovera ha sido apreciada desde diversos enfoques, para Boulton era un artista "de vastos conocimientos plásticos. Los diferentes caracteres de su producción de lo muy poco que hoy se conoce demuestran que tenía absoluto dominio de su profesión […]. El carácter, estilo y manera de la obra de Juan Lovera son difíciles de confundir a pesar de existir variantes tan diferentes entre unas y otras obras, pero en todas ellas, cualesquiera que se escoja, siempre se hallará un sólido y profundo conocimiento y dominio del oficio" (1960, s.p.) Por su parte, Juan Calzadilla afirma: "Lovera descubre la grandeza en el detalle, el candor en el conjunto, la belleza en la expresión grave. Pero no es el exterior de la persona lo que refleja en sus retratos, sino la llama interna de esas pasiones sosegadas, graves o fogosas que laten dentro de los personajes" (1967, p. 217). Enrique Planchart señala lo siguiente al referirse a sus dos cuadros más importantes: "tanto en el del 19 de abril como en el del 5 de julio, puede barruntarse algo del concepto neoclasicista del arte, no obstante la falta de técnica del autor y de su marcado sabor de pintura popular" (1951, p. 78). A su vez, Francisco Da Antonio no duda en incluirlo dentro de lo que él ha llamado "arclásico", es decir, el estilo de los pintores americanos de la época independentista: "para nosotros, más que pintor de género o iniciador de la pintura histórica en Venezuela, Lovera fue un pintor realista; independientemente del testimonio histórico que aportan sus obras, Lovera ni pintó cuadros 'de historia', ni escenas de 'costumbres': él transcribió en imágenes plásticas los acontecimientos de los cuales fue testigo presencial, y a los hombres que fueron sus contemporáneos" (1982, p. 67).
==Obra==
*1960 MBA
*1978 "Juan Lovera y su tiempo", GAN
==Colecciones==
*Limardo, José de la Cruz. "Memorias del doctor José de la Cruz Limardo", II. En: Boletín de la Academia Nacional de la Historia, 131, XXXIII. Caracas, julio-septiembre de 1950, pp. 341-364.
*Planchart, Enrique. "El pintor Juan Lovera". En: Revista Nacional de Cultura, 87-88. Caracas, julio-agosto de 1951, pp. 64-82. Reproducido en: La pintura en Venezuela. Buenos Aires: Imprenta López, 1956. Segunda edición en Caracas: Editorial Equinoccio, 1979.
==Créditos==