Casas, Jesús María de las

Jesús María de las Casas
Nombre completo Jesús María de las Casas
Nacimiento 1853, Caracas - Venezuela
Fallecimiento 17 de mayo de 1926, Caracas - Venezuela
Nacionalidad Venezolano
Área Pintor
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Contenido

Biografía

Pintor. Documentos consignados en la UCV dan 1853 como fecha de nacimiento y no 1854, como se señala tradicionalmente. Hijo del general Manuel Vicente de las Casas, aficionado a la pintura y miembro de la Academia de Dibujo y Pintura del Instituto de Bellas Artes, creado en 1877, y Josefa Palacios. Jesús María de las Casas recibió el título de agrimensor en 1867 y fue aspirante en la Academia de Matemáticas entre 1867 y 1870. Asistió a la sección de ingeniería de la Escuela Politécnica de Múnich (Alemania) desde el 16 de octubre de 1874 y concluyó sus estudios en julio de 1877. En París coincide con Martín Tovar y Tovar, con quien llega a mantener una estrecha amistad, compartiendo el taller de este último y, en 1875, en un viaje a Italia, realiza numerosos apuntes a lápiz. De regreso en Caracas se somete a un examen en la Facultad de Ingeniería de la UCV, el 16 de septiembre de 1877, y recibe el título de ingeniero ese mismo año, aunque no ejercerá la profesión. De las Casas establece un expendio de víveres y se entrega en sus ratos libres al ejercicio de la pintura. En 1887 se casa con Tomasita Negretti. En 1898 realiza Vista hacia el Ávila, tema al que regresará repetidamente entre 1911 y 1920. Entre 1890 y 1902 realiza, alternativamente, obras de taller y al aire libre, especialmente en Macuto. De las Casas se acerca lúcidamente a los lugares y composiciones que pocos años más adelante serán propios del genio de Armando Reverón: los alrededores de Las Quince Letras, El Playón y los uveros. A la muerte de Martín Tovar y Tovar, en 1902, quien también había realizado paisajes de Macuto desde 1883, de las Casas compartió un taller con Antonio Herrera Toro en la esquina de La Marrón. Entre los años de 1900 a 1911 pasa largas temporadas en el campo y produce apuntes y magistrales acuarelas que recoge en dos álbumes. Además, es en este período cuando realiza la mayor parte de sus naturalezas muertas. Aunque realizó numerosos óleos sobre tela, como Paisaje de Macuto (h. 1911-1920, colección sucesión Luisa Palacios), también usó el cartón e incluso la madera como soporte (Apunte, h. 1910-1925, colección Carmen Elena de Nevett, o Rancho detrás de Las Quince Letras, colección sucesión De las Casas), incluyendo las tapas de cajas de tabaco, después de 1910, que condicionaron sus pequeños formatos. Debido a la reiteración de sus temas y a que rara vez fechaba sus obras, la cronología de su producción es inexacta. En su iconografía, el pintor no obvió el escenario urbano, como en la Iglesia de Antímano (colección Gobernación del Distrito Federal, Caracas). Por otro lado, además de sus remarcables paisajes, De las Casas también trabajó la figura humana, como en Martiniqueñas en el mercado (1903), el retrato (Eduardo Sanabria, h. 1890) y el autorretrato (en 1900, 1910 y 1920-1923). Cuando muere en 1926, a los 72 años, su trabajo es desconocido.

En 1942 seis de sus paisajes son expuestos en la "Exposición del paisaje venezolano" celebrada en el MBA. Pero es en 1966 cuando, a través de una muestra de su trabajo organizada por la Fundación Mendoza, se expone el mayor conjunto de sus obras, 131, presentadas por Juan Calzadilla quien escribía que eran de De las Casas "los paisajes y naturalezas muertas más importantes realizadas en Venezuela por un artista formado en el siglo XIX" para luego agregar: "como si no fuera bastante con esto, De las Casas se nos mostró como un buen dibujante, como un acuarelista y un observador del natural, y como el autor de unos cuantos retratos que pueden figurar al lado de los mejores de Tovar, Michelena, Rojas o Herrera Toro. Se nos revela, en fin, como la personalidad artística que mejor resume la transición del siglo pasado al siglo presente" (1966, pp. 20 y 22). "La obra de Jesús María de las Casas tiene el carácter intimista, concentrado y solitario que observamos en los rasgos de su personalidad. La mayor parte de ella la constituyen paisajes realizados en un formato muy pequeño, generalmente pintados sobre tapas de cajas de tabaco o de libros de contabilidad. Se mostró en esas obras como un poeta y un agudo observador de los fenómenos luminosos, anunciando en muchos aspectos la búsqueda de los paisajistas del Círculo de Bellas Artes. También frente a estos pintores su obra pasó desapercibida. La composición es muy sintética, sin detalles anecdóticos, sobria en su armonía y la factura del color es más suelta que la de sus contemporáneos. Dotado de excelente oficio, rechaza la paleta sombría del taller y todo academicismo impuesto por el gusto de la época o por la obra de encargo que rehusó hacer. Como dibujante deja una serie de estudios y apuntes que unen a la libertad del trazo y el poder de observación un valor documental para el estudio de tipos, costumbres e indumentaria de la época. Fue también magnífico acuarelista. En la naturaleza muerta pone de manifiesto rasgos expresionistas que no encontramos en otros pintores de su generación; revela en la composición de los objetos y aun en el color su conocimiento de la obra de Cézanne. Hay en toda su pintura tal pureza, libertad y frescura que nos atrevemos a considerar a De las Casas como el más inmediato precursor de las tendencias modernas que surgieron con la generación venezolana de 1912" (Calzadilla, 1967, p. 206).


Obra

Puntura

Exposiciones póstumas

  • 1966 Sala Mendoza

Colecciones

GAN / Gobernación del Distrito Federal, Caracas / Museo Caracas, Palacio Municipal, Caracas

Fuentes

  • Archivo Cementerio General del Sur, Caracas, Inhumaciones, XXII.
  • Archivo Registro Principal de Caracas, Catedral, Defunciones.
  • Archivo UCV, Ingeniería, 1877.
  • Calzadilla, Juan. El arte en Venezuela. Caracas: Ediciones del Círculo Musical, 1967.
  • Jesús María de las Casas 1854-1926. Caracas: Fundación Mendoza, 1966.

Créditos

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