Daville, Enrico

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Enrico Daville
Nombre completo Enrico Daville
Nacimiento
Fallecimiento
Nacionalidad Venezolano
Área Pintor decorador
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Contenido

Vida y obra

Pintor decorador. No se tienen mayores datos sobre este artista tal vez de origen italiano. Existen referencias escritas y testimoniales de su obra. A mediados de 1880, Daville trabaja con Manuel Otero, Pedro J. Jáuregui y Jacinto Inciarte en los trabajos de decoración del Teatro Guzmán Blanco, hoy Teatro Municipal (Caracas), que fue inaugurado el 1 de enero de 1881: "el vestíbulo, de forma rectangular (19 metros por 6) ha sido magníficamente decorado. Las pinturas de su techo raso y de sus muros, al estilo pompeyano, son del gusto más exquisito" (Memoria del Ministerio de Obras Públicas, 1881, citado en Eduardo Arcila Farías, Historia de la ingeniería en Venezuela, II, p. 519). Daville trabajó en las obras de decoración realizadas durante la conmemoración del primer centenario del natalicio del Libertador en 1883, aunque también colaboró con Antonio Herrera Toro en las decoraciones de la Catedral de Caracas desde finales de 1882, cuando fue contratado para pintar en el presbiterio los ornamentos que debían servir de marco y complemento a los cuadros del pintor valenciano, hasta que éste levantó una polémica el 4 de enero de 1883 en La Opinión Nacional ya que, según él, "el voluntarioso artesano pretendió desentenderse de mi dirección y hacer su capricho" realizando labores fuera de las acordadas inicialmente. En esta fecha Daville ya había concluido la decoración que rodeaba el cuadro de La Asunción.

Por otra parte, Adolfo Ernst, uno de los promotores de la exposición del centenario, recoge en su libro La Exposición Nacional de Venezuela en 1883, datos valiosos sobre Daville y sus trabajos en la decoración mural de los dos salones principales del Palacio de la Exposición (actual Palacio de las Academias): "ambos salones de 13 metros de largo por 6 de ancho, están lujosamente decorados. Las pinturas de sus techos rasos han sido ejecutadas por los artistas venezolanos Manuel Otero y Pedro Jáuregui, ayudados por el decorador italiano señor Daville. El salón oriental contiene ocho viñetas, sostenidas por figuras de niños, alegorías correspondientes a los ocho ministerios que constituyen el Ejecutivo Federal, en medio de una bien ejecutada ornamentación de rosetones y ramajes imitando el yeso. El del salón occidental tiene en su medio una figura alegórica de Venezuela, representada por una mujer que desciende del cielo envuelta en el pabellón tricolor, con una cota de malla en su pecho y un casco de acero coronado del alegórico caballo de nuestro escudo, símbolo de libertad. Trae esta figura en cada mano una corona de laurel. Completan la parte plana de este techo raso, dos rectángulos pintados al estilo pompeyano. La parte inclinada que descansa sobre los muros está ricamente ornamentada con ramajes y emblemas propios de este salón, destacándose en medio de ellas y en sus ángulos cuatro cuadros que representan las batallas de Carabobo, de Boyacá y de Junín, todas decisivas y que fueron mandadas personalmente por el Libertador: el cuadro representa una vista de la ciudad de Caracas con las fechas del natalicio y del centenario de Bolívar" (1884-1886, I, pp. 20-21). Desafortunadamente, Ernst dejó sin precisar a qué artista pertenecía cada uno de los frescos, hoy desaparecidos.

Daville también colaboró en la decoración de la cúpula principal y el techo de la Basílica de Santa Teresa y Santa Ana. Alberto Urdaneta, grabador y editor colombiano, uno de los visitantes del centenario escribía en esa ocasión: "la pintura de la cúpula principal, como la del techo de la catedral, fue encomendada a los pintores venezolanos Otero y Jáuregui, en unión del italiano Daville, tan conocido en Bogotá, y del allí célebre Herrera" (citado en Giraldo Jaramillo, 1954). La cúpula de Santa Teresa y Santa Ana es una decoración entonces llamada bizantina, con adornos al gris, en el centro de la cual se encuentra el Espíritu Santo coronando el Antiguo y Nuevo Testamento; en el recinto interior están los cuatro profetas mayores y los tres menores; y en la segunda bóveda, los apóstoles, un tercio más grandes que el natural, terminando el arranque de las columnas los cuatro evangelistas.

Colecciones

Basílica de Santa Teresa y Santa Ana, Caracas / Catedral de Caracas

Fuentes

  • Boulton, Alfredo. Historia de la pintura en Venezuela, II. Caracas: Editorial Arte, 1968. Segunda edición en Caracas: Armitano, 1975.
  • Castellanos, Rafael Ramón. Caracas en el centenario del Libertador, 2 vv. Caracas: Congreso de la República, 1983.
  • De la Plaza, Ramón. Ensayos sobre el arte en Venezuela. Caracas: Imprenta de La Opinión Nacional, 1883.
  • Ernst, Adolfo. La Exposición Nacional de Venezuela en 1883, 2 vv. Caracas: Imprenta de La Opinión Nacional, 1884-1886.
  • Giraldo Jaramillo, Gabriel (compilador). Viajeros colombianos en Venezuela. Bogotá: Imprenta Nacional, 1954.

Créditos

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