Fernández, Carmelo

Revisión del 17:21 15 oct 2015 de Saber (Discusión | contribuciones) (Pinturas)

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Carmelo Fernández
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Nombre completo Carmelo Fernández
Nacimiento 30 de junio de 1809, Guama, Edo. Yaracuy - Venezuela
Fallecimiento 9 de febrero de 1887, Caracas - Venezuela
Nacionalidad Venezolano
Área Dibujante, pintor, litógrafo, pedagogo y militar
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Contenido

Biografía

Dibujante, pintor, litógrafo, pedagogo y militar. Hijo de José María Fernández y Luisa Páez, hermana del general José Antonio Páez. Alternó la actividad plástica con la vida militar. Su infancia transcurre durante la guerra de Independencia. A los doce años, según relata en sus Memorias, "carecía de escuela primaria y estaba en la inacción, divertido con frecuencia en dibujar tropas y escenas militares para lo cual me servía de tinta común, de tunas bravas de onoto, añil, jenjibrillo, el sumo de hoja brasca, pluma y fragmentos de platos quebrados. Mis dibujos llegaron a ser vistos por mi tío, que comprendió mi afición al arte" (p. 35). Páez lo envía desde Maracay a Caracas para que, bajo la supervisión de Tomás Lander, curse las primeras letras y reciba lecciones de dibujo. Ingresó en la escuela dirigida por Felipe Limardo y recibió clases de dibujo en la escuela de un profesor francés, de nombre Lasabe [Lessabe], quien, según las Memorias había sido capitán de artillería del tiempo de Napoleón (p. 36). En 1822, Fernández pasó a la escuela de Juan Meserón. A solicitud de Lander, Páez envía a Fernández a Estados Unidos para continuar sus estudios. El 23 de noviembre de 1823 ingresa en el Colegio Washington (Nueva York), regentado por Mariano Velázquez de la Cadena. En ese país asistía a la clase de dibujo y, según Ramón de la Plaza, "fue bajo la dirección del profesor italiano Pinistre que Fernández dio mayor vuelo a sus estudios y ejecutó trabajos de algún provecho, los cuales, como muestra de su adelantamiento, fueron remitidos a su país" (1883, p. 205). A su regreso a Venezuela, en 1827, inicia la carrera militar al ingresar a la Comandancia de Ingenieros de Puerto Cabello; fue destinado al segundo escuadrón de granaderos montados "continuando al propio tiempo sus estudios de fortificaciones, arquitectura civil y militar y otras materias anexas" (De la Plaza, op. cit., p. 205). En la Comandancia aprendió geometría con el comandante de ingenieros José Manuel Casares. A finales de 1828 emprende su primer viaje a Bogotá, es asignado al batallón de Cazadores de Occidente y continúa el ejercicio militar en diversas posiciones.

En 1831, durante su permanencia en el pueblo de Soledad (Colombia), realiza retratos en miniatura. En Bogotá, mientras perteneció al escuadrón Húsares de Ayacucho formó parte de la Comisión Corográfica y, según De la Plaza, se le encomendó dibujar una gran carta geográfica del territorio; "al año siguiente, fue destinado al Estado Mayor General del Ejército de Colombia en la sección de topografía de la que era jefe el teniente coronel italiano Montebrune" (p. 205). De regreso a Valencia, en 1833, Fernández se dedicó a realizar miniaturas, con las cuales obtuvo ingresos para su sustento hasta que se le "nombró oficial del relator de la corte superior del Centro" (Memorias, p. 107). Permaneció en ese empleo hasta 1835; en el mes de agosto, emprende viaje a Caracas a causa de la Revolución de las Reformas que destituyó al presidente José María Vargas. Fernández se trasladó a París el 11 de julio de 1840, con el propósito de trabajar en la publicación de la obra de Agustín Codazzi, Atlas físico y político de la República de Venezuela (con pie de editor Caracas, 1840, pero aparecido en París en 1841). Fernández colaboró como dibujante y realizó la portada interior del Atlas diseñando una composición de motivos alegóricos y característicos de la flora, la fauna y el paisaje venezolano. En París también contribuyó como ilustrador en otra obra de gran importancia: Resumen de la historia de Venezuela de José María Baralt y Ramón Díaz, publicada en aquella ciudad en 1841. Fernández realizará, como delineador (del.), 11 de los 45 grabados que ilustran la publicación, en la litografía de Thierry Frères. El resto estará firmado por L. Tavernier. En París entra en contacto con pintores y litógrafos, entre ellos Vigneron, quien lo instruirá en el estudio de la técnica litográfica.

En agosto de 1841 regresa a Venezuela (El Venezolano, 2 de agosto de 1841). En Caracas inicia su labor pedagógica, dictó la cátedra de dibujo en el Colegio de la Paz (El Venezolano, 6 de septiembre de 1841), donde asistían 38 alumnos en 1842 (El Venezolano, 4 de octubre de 1842), y en el Colegio Roscio (El Liberal, 9 de noviembre de 1841). Regentó la clase de dibujo en la Academia de Matemáticas, desde 1841 hasta 1848. En 1842, en el Colegio La Paz examina la clase de inglés (El Liberal, 5 de abril) y dicta por breve tiempo la cátedra de geografía (El Venezolano, 12 de abril). En ese mismo año, con motivo de la ceremonia de la repatriación de los restos de Bolívar, se nombra una comitiva oficial, presidida por José María Vargas, de la que es miembro Carmelo Fernández. Se le encomienda "diseñar el plano y perspectiva del local donde estaba sepultado el cadáver del Libertador y de formar en perspectiva con toda la exactitud posible, la vista de la procesión fúnebre que pudiese tener lugar en aquella plaza" (carta dirigida al Secretario de Estado de los Despachos de Guerra y Marina, el 13 de febrero de 1843). Fernández realizará un total de 22 dibujos, de los cuales sólo algunos fueron litografiados, se reprodujeron en El Promotor del año 1843. Tres de estas litografías se incluirán en el libro Recuerdos de Santa Marta 1842 de Simón Camacho, publicado en 1844. Otras imágenes de la repatriación fueron realizadas en Europa por L. Lehnert y H. Walter, litografiadas por Thierry Frères; versiones de estos grabados aparecieron publicadas posteriormente en El Venezolano (17 de diciembre de 1843). Fernández publicará en El Promotor de los años 1843 y 1844 doce estampas de diversos temas, entre éstos la primera litografía impresa en el país sobre un suceso guerrero: Toma de Las Flecheras en el paso del Diamante del río Apure por el general Páez y el coronel Arismendi con 50 hombres de caballería el 6 de diciembre de 1818, litografiada por Müller y Stapler en 1843 (El Promotor, 9, 1843). En 1844 adquirió, junto con Rafael Meneses, Pedro Correa y Martín Tovar y Tovar, la célebre litografía de Müller y Stapler, en la cual durante ocho meses habían aprendido el arte de la litografía bajo la "cuidadosa dirección teórica" de los impresores alemanes (El Liberal, 15 de abril de 1844). Ese mismo año, el 12 de mayo, publica los carteles para contraer matrimonio con Eumelia Sosi e integra la comisión de tipografía y litografía de la "Exposición nacional de productos naturales y de las artes liberales y mecánicas del país", en diciembre de ese mismo año. En esa exhibición mostró su trabajo artístico y obtuvo un premio, al lado de Lewis Brian Adams, Celestino Martínez y Ramón Irazábal (El Liberal, 30 de diciembre de 1844). Como resultado de las enseñanzas en la Academia de Matemáticas se publicó su libro ilustrado sobre Lecciones de dibujo topográfico arregladas para el uso de los alumnos del ejército y la marina por el teniente de caballería, profesor de la Academia de Matemáticas y de los colegios de La Paz y Roscio, Carmelo Fernández (Caracas, 1845), 36 páginas y seis litografías, anunciado en la prensa (El Liberal, 25 de abril de 1845), pero del cual no se conoce ningún ejemplar. Las litografías del libro estuvieron a cargo de Torvaldo Aagaard. Hacia 1847 dibujó la imagen ecuestre de Páez litografiada a color por él mismo, la primera de este tipo impresa en el país.

Los vínculos que lo unen al general Páez serán el motivo por el cual, en 1848, una vez derrocado éste, se separa del cargo docente que ocupaba en la Academia de Matemáticas y se traslada a Colombia. En Bogotá, hacia 1849, "se ocupó nuevamente de dar lecciones particulares y en los colegios militares de Santo Tomás y del Espíritu Santo" (De la Plaza, op. cit., p. 206). De 1849 es una miniatura del capitán León Cazorla (colección Joel Sánchez Cazorla, Caracas). "Esta pequeña imagen es un buen ejemplo de la valiosa obra de Fernández en este género" (Boulton, 1968). Al poco tiempo, por solicitud de Agustín Codazzi, es incorporado como dibujante en la Comisión Corográfica de la Nueva Granada, organizada a comienzos de 1850 y en la que prestará colaboración todo el año de 1851. Según el contrato, Fernández debía ilustrar las descripciones de Manuel Ancízar "con láminas de los paisajes más singulares, de los tipos de castas y las escenas de costumbres características que ofreciera la población, de los documentos antiguos que se descubriesen y de los ya conocidos" (Giraldo Jaramillo, 1980, p. 170). Mientras integró la Comisión, Fernández "recorrió las antiguas provincias de Tunja, Tundama, Ocaña, Socorro, Soto y Vélez, interpretando con sus pinceles el alma ingenua y las costumbres pintorescas de sus habitantes, dejando en sus cartones inapreciables una estampa llena de viveza, de fuerza y de fidelidad de la vida provinciana. […] No sólo era dibujante hábil y cuidadoso que lograba con facilidad el dominio de los rasgos predominantes, sino que se distinguía por su colorido armonioso, limpio y delicado; escrupuloso y detallista llega en ocasiones hasta el preciosismo y nos da verdaderas miniaturas, plenas de exactitud y fidelidad; sabía captar en sus retratos los aspectos esenciales, característicos de los personajes (Giraldo Jaramillo, op. cit., pp. 171-172). El Álbum de la Comisión Corográfica se conserva en la Biblioteca Nacional de Bogotá. Posiblemente a él se refiera la noticia de un C. Fernández procedente de Colombia que llegó a La Guaira el 20 de julio de 1855 (Diario de Avisos, 25 de julio de 1855).

A finales de 1858 se encuentra en Puerto Cabello, desde donde solicita su retiro, y en septiembre de 1860 está en Coro. El 29 de diciembre de 1860 le comunica a Manuel Felipe Tovar que se dirige a Maracaibo "en donde está dispuesto a servir al gobierno en todos los sentidos". En esa ciudad dicta clases de dibujo e idiomas en el colegio de Pedro Bracho. Le han sido atribuidos seis paisajes de los cuales se conservan cuatro (Calzadilla en Carmelo Fernández. Testigo de lo irreal y de la historia, s.p.). Tres de esos paisajes fueron reproducidos en El Cojo Ilustrado como pertenecientes a la colección del Museo del Zulia, y tenían los siguientes títulos: Campamento goajiro (15 de noviembre de 1896), Sierra Nevada de Mérida (15 de diciembre de 1896), El río del Zulia (1 de diciembre de 1896), otras dos obras reproducidas y cuyo paradero se desconoce son Galerón (1 de marzo de 1897) y un boceto de Vuelvan caras, atribución de los editores (1 de noviembre de 1898). En 1864 regenta la cátedra de idioma francés, instalada a partir del 1 de octubre, y la cátedra de dibujo y perspectiva en el Colegio Nacional del Zulia. Ese mismo año, el 20 de febrero, la junta directiva encargada de la construcción del Teatro Maracaibo menciona un plano levantado con este fin por "los ciudadanos coroneles Pedro Bracho y Carmelo Fernández y Dr. Gregorio Fidel Méndez" (El Faro del Zulia). El 4 de junio de 1864 publica en El Faro del Zulia un anuncio en el que "ofrece sus servicios, en practicar mensuras, deslindes y nivelaciones, así como en ejecutar los diseños que se le pidan originales o copiados sobre proyectos de arquitectura, máquinas, planos y cartas o mapas de toda clase. El mismo individuo hace retratos al óleo, a la aguada y en tinta de China; limpia y restaura pinturas y grabados averiados y pone colores a las fotografías. También se ocupa el suscrito en dar lecciones de inglés, francés, geografía y aritmética"; agrega que regentó la clase de dibujo en la Escuela de Ingenieros "de la cual fuimos alumnos, y con él adquirimos los primeros rudimentos del arte" (González Peña, 1924, p. 41). En Maracaibo realiza el proyecto de remodelación de la Plaza La Concordia, cuyos trabajos se hacen entre 1872 y 1873, durante el gobierno regional de Venancio Pulgar. Fernández es enviado a Alemania para supervisar el trabajo de realización de la baranda y cuatro esculturas para la plaza, todavía existentes en la actualidad. En 1872 se exhibe en la "Primera exposición anual de bellas artes venezolanas" organizada por James Mudie Spence, en el Café del Ávila (Caracas), un retrato ecuestre de Antonio Guzmán Blanco realizado por Carmelo Fernández; dicha acuarela "se reputó como de buena escuela" (La Opinión Nacional, 29 de julio de 1872). Esta obra fue trasladada, como parte de la colección de Spence, a Manchester (Key-Ayala, 1957, p. 13). Viajó a Europa, donde vivió cuatro años (De la Plaza, p. 207); regresa a Venezuela en 1876 y realiza caricaturas y dibujos costumbristas que se publicarán, sin firma, en la revista caraqueña El Zancudo (Torres, 1982, p. 34). Ese mismo año asume el cargo de ingeniero en el Ministerio de Obras Públicas (De la Plaza, p. 207), donde prestará sus servicios hasta su muerte. En 1877 figura entre los miembros fundadores de la Academia de Dibujo y Pintura del Instituto de Bellas Artes.

Obras

Pinturas

Exposiciones póstumas

  • 1982 "Carmelo Fernández, testigo de lo irreal y de la historia", GAN

Colecciones

Biblioteca Nacional, Bogotá / BN / Fundación Boulton / Gobernación del Estado Zulia, Maracaibo / Museo Bolivariano, Caracas

Fuentes

  • Archivo Arquidiocesano de Caracas, Matrimonios, 282.
  • Archivo de Manuel Felipe Tovar. Caracas: Academia Nacional de la Historia, 1984.
  • Boulton, Alfredo. Historia de la pintura en Venezuela, II. Caracas: Editorial Arte, 1968. Segunda edición en Caracas: Armitano, 1975.
  • Carmelo Fernández. Testigo de lo irreal y de la historia (catálogo de exposición). Caracas: GAN, 1982.
  • De la Plaza, Ramón. Ensayos sobre el arte en Venezuela. Caracas: Imprenta de La Opinión Nacional, 1883.
  • Fernández, Carmelo. Memorias. Caracas: Cooperativa de Artes Gráficas, 1940.
  • Giraldo Jaramillo, Gabriel. La miniatura, la pintura y el grabado en Colombia. Bogotá: Instituto Nacional Colombiano de Cultura, 1980.
  • Key-Ayala, Santiago (traductor). Folleto raro. Caracas: Librería Europa, 1957.
  • Nucete-Sardi, José. Carmelo Fernández. Caracas: Edime, sin fecha.
  • Torres, Ildemaro. El humorismo gráfico en Venezuela. Caracas: Maraven, 1982.
  • Zawisza, Leszek. Arquitectura y obras públicas en Venezuela, siglo XIX, 3 vv. Caracas: Ediciones de la Presidencia de la República, 1988-1989.

Créditos

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