Cambios

Monsanto, Antonio Edmundo

95 bytes eliminados, 17:58 6 jun 2016
Semblanza de un hombre poco común
Tenía hermosos ojos, enormes y somnolientos, bajo cejas muy abundantes. Su frente era amplia y sus rasgos finos. De joven, era delgado, contextura que fue perdiendo con los años, cuando su abdomen se hizo un poco prominente. Pero era su rostro lo que le daba un aire especial, sobre todo la mirada, profunda y calma. Por esos grandes ojos, y por su actitud parsimoniosa, sus compañeros de juventud lo llamaron cariñosamente «El Buey».
 
Monsanto en la época en que dirigía la
Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas de Caracas
Provenía de una familia de destacados maestros, entre los que sobresalieron su madre y su tía Amelia, quienes lo habían criado. Nació y creció en la Caracas de antaño, la de amplios caserones y costumbres provincianas. Se educó en algunos de los mejores colegios de la época, y persistió en el estudio a través de innumerables lecturas de todo tipo. Aunque nunca viajó fuera del país, poseyó una «intuición cosmopolita» que según Fernando Paz Castillo, lo llevó a ser «uno de nuestros espíritus modernos mejor caracterizados».
Pero Monsanto también fue un artista. «Pintor de obras maestras» lo llamó Alejandro Otero, en un momento en que buena parte de la crítica nacional menospreciaba su pintura frente a su labor pedagógica. Sin embargo, su obra, poco conocida y difundida, adquiere a la luz de miradas sensibles como la de Otero y otros, la densidad que le otorga la tremenda preocupación estética y el rigor constructivo con que fue creada.
 
====Un joven inquieto en una ciudad de techos rojos====