v |
3.
Curaduría Web: Nuevo Campo disponible para el Historiador del Arte El
hombre desde el renacimiento ha considerado y mantenido el criterio de
que existen ciertas formas, objetos, manifestaciones plásticas, de
características básicamente visuales, sonoras y táctiles, que pueden
ser denominadas de forma objetiva como obras de arte. En la actualidad y
cada vez con mas frecuencia, el hombre mismo propone nuevas concepciones
de lo que puede ser una obra de arte y como puede y debe ser tratada
dicha obra al mismo momento. Este tipo de categorizaciones han sido
impuestas por las instituciones y academias dedicadas al estudio de este
fenómeno, producto de la necesidad del hombre de expresarse.
Los
centros dedicados a enseñar la prácticas de tipo artístico imparten
la creencia de que las obras artísticas no tienen destinos específicos,
no son productos del encargo, es el arte por el arte, la premisa de toda
academia. Estos productos artísticos son luego examinados por galerías
y museos que asumen, ya que, no existiendo el compromiso del encargo, la
creación esta disponible para ser confrontada entre aquellos
interesados en la materia, propiciando con ello la apertura de un
mercado que reclama la originalidad creativa como un valor comercial. José
Fernández Arenas sostiene que: “El
intento de ordenar, clasificar y racionalizar las distintas actividades
humanas conduce hacia una exagerada atomización de las mismas. Así se
ha producido el hecho de que, desde una concepción totalizadora, en la
que todas las cosas quedan integradas en una misma finalidad
significante y simbólica, se ha llegado a una concepción dicotómica o
diferenciante: por un lado se considera la actividad fabricante de las
cosas que cubren las necesidades vitales, trabajo, ciencia y técnica, y
por el otro el amplio mundo de la creatividad artística”
Esta
dicotomía es la brecha que hay que salvar y la Historia del Arte como
disciplina, constantemente, enfrenta la necesidad de emplear múltiples
métodos, recurriendo inclusive a la interdisciplinaridad para estudiar
cada vez con mas esmero los suceso que se dan constantemente en el medio
artístico. Haciendo empleo de esta factibilidad de emplear más de un
recurso para reseñar y asentar los eventos, es una de las formas por
medio de las cuales puede ser analizado el medio teleinformático por el
historiador del arte.
En
el caso específico de esta investigación de campo se tuvo como meta
principal acercarse y conocer las posibilidades del medio para con ello
generar la oportunidad de participar en la apertura a discusiones sobre
el tema. Así mismo se intentó, como su título lo indica, crear una
aproximación a lo que podría ser las actividades realizadas en una
curaduría destinada a exhibir obras creadas por y para el medio
teleinformático. Al
realizar un balance de los datos y experiencias recolectados a lo largo
de la labor desarrollada dentro de las pasantías, es prácticamente
imposible no poder afirmar que la curaduría de arte en Internet es un
campo interesantemente amplio, es una nueva manera de tratar de
transmitir la información, implosiva, como afirmara Roberto Montoya,
sin espacio, ¿tal vez más atractiva para el público?. La
aparición de obras de arte realizadas con un nuevo tipo de herramienta
y técnica es un hecho reseñable, llevar acabo el montaje de una
exposición destinada a albergar dichas obras, es una de las diferentes
formas en las que se puede asentar este punto de interés en la historia
del arte, unida a este interés existe la necesidad de constatar como se
puede transmitir, empleado esas mismas herramientas y técnicas, la
esencia de la obra a exhibir, generando un dialogo, en donde, paralelo a
una demostración de las propiedades del medio, se halle presente un
recorrido que facilite desde un comienzo la conexión inmediata entre la
obra y el espectador a través de su conservador y traductor: el
Historiador del Arte. |