ARTE LATINOAMERICANO MODERNO - DEPARTAMENTO DE HISTORIA DEL ARTE - ESCUELA DE LETRAS - FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACION - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES - MERIDA, VENEZUELA

MATTA

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ROBERTO MATTA (1911- ?)

MATTA: "Abrir el Cubo y encontrar la Vida" s/f

Nació en Santiago de Chile y se formó como arquitecto en la Universidad Católica de su ciudad natal. Tras finalizar sus estudios se trasladó a París (1933-1935), donde trabajó como delineante en el estudio del arquitecto franco-suizo Le Corbusier, y entabló amistad con el pintor Marcel Duchamp. En 1936 viajó a España, donde conoció al poeta Federico García Lorca y al pintor surrealista Salvador Dalí. Al estallar la II Guerra Mundial se trasladó a Estados Unidos. De 1939 a 1948 Matta vivió en Nueva York, donde conoció a André Breton, Max Ernst, Yves Tanguy y André Masson.

Roberto Matta y sus obras, de inspiración surrealista y metafísica, ilustran a través de imágenes oníricas la civilización tecnológica moderna. Su obra escapa al marco histórico propio de la pintura Chilena y es imposible situarlo en su desarrollo interno. Aunque es contemporáneo a la Generación del 40, ningún vínculo lo une a ella y tampoco tiene relación alguna con otros grupos generacionales del país. La naturaleza proyectiva de su obra elude cualquier limitación contextual.

El distanciamiento con la realidad exterior es francamente definitivo en la obra de Matta. Siente el llamado de su propia interioridad como imperativo. Su pintura invierte la fuente motivadora que ya no es la esfera exterior, sino que su propio mundo interior: "Para mí, pintar ha sido y es como tener el diario de la expansión de mi horizonte interior". Por eso, en su obra no hay elementos figurativos referidos a seres y objetos reconocidos por la percepción. Se sustrae a las significaciones habituales, renuncia a la articulación lógica y propone imágenes ambiguas que turban el espíritu. Sus formas son el resultado de un grafismo revelador de fuerzas ocultas, energéticas y dinámicas, en constante transformación; el pintor las denominó "morfologías psicológicas". Como ellas propone un nuevo modo de asumir la verdad que va dirigido más a la experiencia que a los sentidos.

Este genuino representante de la segunda generación surrealista no sólo revitaliza el movimiento con su imaginación y, en ciertos casos con el humor, sino que, además dicho movimiento prolonga, en él, sentido de su definición original: "buscar más allá de la realidad" y, si en muchas de sus telas aparecen morfologías "monstruosas", que inducen a denominarlas insectos, larvas o algo por el estilo, lo que quiere, deliberadamente, es hacer "ver" el monstruo que yace en el hombre,

 

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