Belsky, Iván
Pintor de origen ucraniano, residenciado en varias ciudades de Venezuela a mediados de siglo XX. Fue profesor en la escuela de artes Monseñor Contreras en Valera en 1950 cuando se implementó un Plan Vocacional de Artes Plásticas cuyo objetivo era proporcionar al individuo con talento, vocación y aptitudes hacia las artes plásticas, una formación sistemática y especializada para desarrollar y cultivar conocimientos, habilidades y destrezas que les permitiera ser sensibles, creativos, valorativos, críticos e interpretativos de los valores esenciales de la pintura artística y la escultura en sus diversas manifestaciones . De la misma manera colabora en las distintas ciudades donde se residenció contribuyendo a la formación de artistas.
Es contratado para la producción de murales y retratos principalmente en Caracas, Maracay, Mérida, San Cristóbal y Trujillo.
En 1927 con la llegada a Mérida Monseñor Acacio Chacón Guerra, se inicia la reconstrucción definitiva de la actual Catedral, asignándole al arquitecto español Manuel Mújica Millán la ampliación y reconstrucción arquitectónica, quedando concluido el 9 de Octubre de 1958, Cuatricentenario de la Ciudad de Mérida. Y entre 1958 y 1960 Iván Belsky, pintor venido de la antigua Unión Soviética tuvo a su cargo, luego de ganar el concurso para este trabajo, la tarea de realizar las distintas obras pictóricas que hoy decoran nuestra Basílica Menor. Residiendo varios años en Mérida, específicamente en una finca en La Loma de los Maitines, dejando un invaluable trabajo artístico en la Catedral y en las cedes de varias instituciones públicas, además de centenas de obras privadas.
Iván Belsky era políglota, dominaba el ruso, alemán, italiano, ucraniano y español.
Se casó con Nadia, quien era profesional de la medicina y con quien procreó dos hijos Gregory e Igor, afirmó para una entrevista al Diario Frontera en 1991 tener un tercer hijo, un hijo de “parranda” así lo afirmó.