Cambios

Belsky, Iván

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Artista especializado en pintura monumental (Murales), retratos, composiciones épico históricas, escenas tradicionales, paisajes y gráficos. Se distinguió por la habilidad y la rapidez de ejecución de sus obras.
Influenciado por Rubens y Rembrandt, Iván Ch. Belsky se autodefinió -en entrevista- como creador de estilo barroco propio. Dijo: “El resto es mi propia experiencia, mi propia investigación, mis propios estudios, los cuales tienen que ver con el más grande de todos los tiempos -según él- Rubens”. <ref name=Roldan>Roldán, Iván (1991): “El Ateo que pintó la Catedral de Mérida”, en: Diario Frontera, Mérida, P-p: 6ª. (Falta fecha)</ref> [2] Siguió las ideas expuestas en el libro “La superación del arte” (1923), de Alexander Dorner, teórico del arte nacido en Hannover.
Iván Ch. Belsky nace en Polonia 13 de julio de 1923, fue criado en Ucrania. Como polaco-ucraniano tuvo formación católica ortodoxa, estas creencias lo ayudarán a superar situaciones difíciles. Contaba el mismo que llegó a leer la Santa Biblia cinco veces.
Miembro del grupo Artistas Independientes participó en varios Salones. Igualmente participó en el Salón Oficial de Arte Venezolano en el Museo de Bellas Artes; y, en exposiciones individuales y colectivas.
El emigrante con trauma de guerra Iván Ch. Belsky desarrolla una crisis de fe, la cual superará con el tiempo. Dijo a Monseñor José Humberto Quintero, con quien tuvo buena amistad, en entrevista para otorgarle el contrato de las obras de arte de la Catedral de Mérida: No creo “ni en Dios, ni en Satanás, ni en sus vírgenes. Yo no creo en nada. Yo soy de la Unión Soviética, allá no hay Dios” <ref name=Roldan></ref>[2] Roldán, Iván (1991): “El Ateo que pintó la Catedral de Mérida”, en: Diario Frontera, Mérida, P-p: 6ª.(Falta fecha y año).
El artista es recordado como persona de trato afable, conversadora con momentos de espiritualidad, gran fumador y bebedor ocasional de vodka. Creía en el valor medio de la obra en el mercado del arte. “Mientras más accesibles son los precios de una pintura, más te encargan y más vendes”.
===Vida venezolana===
El artista descubre las bellezas naturales andinas, comienza a pintar paisajes. Fue profesor en la escuela Monseñor Contreras en Valera (Trujillo) en 1950, en el Plan Vocacional de Artes Plásticas, orientado a personas con talento y aptitudes hacia las artes plásticas. <ref>1. Araujo, Carmen: “Arte trujillano del Siglo XX: Afirmación de fecundidad, belleza y simbolismo”, en: Saber ULA, http://www.saber.ula.ve/bitstream/123456789/30386/1/ensayo1.pdf, consultado el 04 de Agosto de 2012.</ref>[1]
Los primeros vínculos de trabajo en Caracas fueron con el estrato militar, tiempos de la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez. Fue contratado para pintar “Vuelvan Caras”, mural de 2.50 x 1.5 m., en la entrada de la Comandancia General del Ejército. La base aérea de Boca del Río de Maracay conserva varias pinturas de figuras humanas a caballo. Belsky dominaba la anatomía y fue magnífico retratista.
La profesora Catalina Torres en el libro La Catedral de Mérida, describe la arquitectura y reseña dos leyendas significativas.
Bajo la imagen de Jesús dice: “Tú que vienes a la casa de mi padre reverénciate y ruega por tus hermanos los hombres”. Y bajo el mural de la Virgen María se lee: “Venid todos a mí, que yo ofrezco estar siempre con vosotros” <ref name=Torres>Torres, Catalina (1994): La Catedral de Mérida, Mérida, La India, P-p: 67.</ref>[3].
Describen la autora los Ángeles y Querubines dispuestos en el entorno de los altares principales, así como los murales de San Francisco de Asís y San Francisco de Sales y los símbolos de los cuatro evangelistas (San Lucas, San Juan, San Marcos y San Mateo) en las cuatro columnas en que descansa la cúpula de capilla central o principal.