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- LA TAREA PENDIENTE DE ESCRIBIR LA HISTORIA DEL ARTE VENEZOLANO DE FORMA COLECTIVA,
- UN PROYECTO COLABORATIVO PARA TODOS LOS ESTUDIOSOS, ESPECIALISTAS Y ARTISTAS VENEZOLANOS,
- TODA LA HISTORIA DEL ARTE VENEZOLANO EN UN PORTAL AL ESTILO DE LA WIKIPEDIA.
Cambios
De WIKIHISTORIA DEL ARTE VENEZOLANO
→Biografía
Bien dijo Franco Contreras a la crítico de arte Susana Benko en el 2008.: “Mi Padre tenía la maravillosa habilidad de verle a todo una segunda y tercera posibilidad, de buscarle a cada piedra y cada palo el preciso acomodo, el más útil y el más placentero. Por ahí me fui metiendo y poco a poco encontrando la presencia de miles de relaciones de espacios, líneas, vacíos y situaciones que casi mudas e imperceptibles se guardan en una poderosa existencia; era un mundo en que se me iba revelando, un inmenso mundo en movimiento que a cada instante me sorprendía”.
A partir de esta premisa y enseñanza primordial, Contreras valora el conjunto de componentes que rodean su día a día, sustancia y fundamenta su obra en la Madre Naturaleza. Entre los materiales empleados por el artista están la madera de cafeto –su materia prima predilecta–, entrelazada con nudos de cabuyas o mecates, relacionados directamente con la infancia del creador. <ref>Art Nexus. Mayo 19 Junio 23. P. 129 </ref> [2]. Contreras instala en el espacio la naturaleza con sus estructuras y espacios dejados, haciéndola un artificio dentro de una sala. Las obras llevan por título, mejor dicho por nombre, manifestaciones elementales de la naturaleza como “Lluvia” (1999), en la que dispone troncos de madera de aceituno en su estado original con densidad y peso, y “Cascada” (2005).
El Ser y los enseres, el Hombre de páramo y los objetos que cohabitan con él (casa, cuchillo, jaula) son otros de los temas manejados por el artista; y emplea materiales de desecho, tales como latas y planchas de metal. Se apropia de ellos sin ningún tipo de intervención, contienen las huellas dejadas por el paso del tiempo. Franco Contreras dice: “…los colores, las texturas, las facturas es casi imposible conseguirlas por medio de alguna técnica plástica”. El tipo color, óxido o corrosión de los materiales unidos a la propuesta artística de Franco Contreras generan un dramatismo que se van desvelando en las formas bidimensionales en obras como “El Ahorcado” (1999), “El Asesino” (1999) y “Aparecido” (2000).
