RENACIMIENTO En el renacimiento la concepción de belleza sensible cambia con respecto a la concepción medieval.. En el renacimiento los artistas se buscaron la belleza sensible a través de la anatomía, las proporciones, cánones, perspectiva, utilización del color, idealización y expresión Elementos que, normativos le aproximaron a una definición distinta de la obra de arte. Aspecto fundamental en la belleza sensible de la obra renacentista es el naturalismo o la imitación de la naturaleza. La concepción de belleza renacentista en el arte está marcada hacia una tendencia naturalista de las formas, algo que se contrapone, como mencioné anteriormente, al concepto medieval de la belleza en el arte, ya que el arte medieval es una concepción de abstracción de un arte simbólico. El artista renacentista fue un gran imitador de la realidad y mientras mejor era imitando mejor era su desempeño como artista, pero hay que aclarar que la belleza en el arte renacentista no radica únicamente en esta imitación, sino que entra en juego esa belleza añadida por el artista gracias a su experiencia y a su talento que a perfeccionado a lo largo de toda su vida. El artista de este periodo logró alcanzar en su interior toda esa belleza natural que contempló y pudo sacarla a la luz cuando lo deseó para añadir belleza a su obra. El arte renacentista, en especial la pintura, está sin duda ligada al ejercicio intelectual realizado con la practica del dibujo para alcanzar la perfección y a su vez, una belleza sensible que desborda un marcado naturalismo en la obra. El arte pictórico estaba ligado al individuo y a sus aptitudes innatas para realizar la obra, esto sumado a una experiencia sensible de la naturaleza y no únicamente a un saber mecánico. En este saber mecánico entra en relación lo que para el artista del siglo XV entendía como ciencias que son: matemáticas, la geometría, la óptica, la perspectiva, la mecánica, la anatomía y la fisiología, así como la teoría de la luz y de los colores. Todas estas características eran un medio para conocer y explicar plásticamente la realidad. ENTREGA DE LAS LLAVES A SAN PEDRO. del Perugino Esta es una obra que se encuentra en la Capilla Sixtina. En esta obra se puede observar las características anteriormente señaladas. Principalmente se hace notar el naturalismo de las formas y de los cuerpos humanos como principio de belleza sensible, aquí todos los miembros del cuerpo entran en juego con un movimiento característico de cada personaje. Los cuerpos están proporcionados y todas las partes están en función de un todo, cada movimiento de un miembro afecta todas las partes estableciendo así el principio de euritmia. También se puede notar el estudio minucioso del cuerpo humano y para las vestimentas, donde todo se trata de colocar perfectamente para no desequilibrar la obra. El artista trata de imitar a la naturaleza, aunque el modelo de esta obra no es un referente real. El artista aporta la belleza a esta obra dada por una armonía cromática y en la armonía de las proporciones sujeto por la objetividad de las leyes matemáticas y geométricas, donde se trata de hallar el canon ideal de la figura humana para convertir sus proporciones en absoluta belleza. Otro aspecto de la belleza en esta obra está en el espacio y la perspectiva, la perspectiva como método para representar una realidad tridimensional, y hacerlo lo más claramente posible en una superficie bidimensional. En esta obra se puede notar el espacio en donde se dispones las cosas como un elemento infinito, continuo y homogéneo. Se puede observar la obra como una ventana por el cual se mira para ver lo que ocurre detrás de ésta, se pueden observar los distintos planos y la disposición de los objetos y las personas en estos planos. Se observa también la línea de horizonte y el punto de fuga que se encuentra detrás del edificio central en done convergen las líneas perpendiculares u oblicuas que se proyectan imaginariamente una y otras visibles, de los objetos y personas. También puede notarse el escorzo, que es característica de la perspectiva, donde los objetos más alejados del primer plano se ven de una tamaño menor con respecto a los que están colocadas en el primer plano, prueba de ello son las figuras humanas en esta obra. También está presente la perspectiva atmosférica donde las figuras del fondo como las montañas a lo lejos se desdibujan y pierden esa intensidad cromática dando como resultado un efecto atmosférico que se acerca más a la realidad creando aquel ideal de belleza sensible marcado por el naturalismo de la obra. |