Cambios

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Pintora, acuarelista, dibujante y grabadora. Hija de Octaviano Pérez Freites y Mercedes Guevara Rojas, poetisa que se inició en El Cojo Ilustrado. Ingresa en el internado San José de Tarbes cuando su familia se traslada a Caracas. Hacia 1928 se inscribe en la Academia de Bellas Artes. Puede considerarse que ella, junto a Elisa Elvira Zuloaga, se encuentran entre las pioneras en el oficio de la plástica y las artes gráficas en Venezuela, en una época en que la mujer estaba relegada a un segundo plano en el quehacer cultural del país. Gloria Pérez Guevara continúa su formación luego de la reforma de la Academia (1936), "donde pintores como Antonio Edmundo Monsanto y Pedro Ángel González la dirigen, con rendimiento excelente como alumna […]. Su obra en plástica y grabado es luego elogiada y un meritorio crítico de arte, Enrique Planchart, ubica a Gloria como integrante del grupo llamado Escuela de Caracas" (Pérez Guevara, 1992, pp. 4-5). En efecto, Enrique Planchart crea el término que el tiempo ha desgastado por impreciso. Dice de esta segunda generación de paisajistas lo siguiente: "junto con ellos deben citarse otros de tendencias muy semejantes, para completar lo que se ha llamado Escuela de Caracas: César Prieto, Carlos Otero, Antonio Alcántara, Pedro Ángel González, Marcos Castillo, Eduardo Schlageter, Rafael Ramón González, Tomás Golding y Gloria Pérez Guevara" (1956, p. 88). Fue de las primeras egresadas en el curso de formación de profesores, establecido por decreto el 30 de diciembre de 1936, gracias a los cambios que imprime el nuevo ministro de instrucción pública, Rómulo Gallegos. En 1942 estudió técnicas de grabado en el taller que dirigía Pedro Ángel González. Ese año participa en el III Salón Oficial con Quebrada de La Trinidad y Aguadoras, aguafuerte y monotipo respectivamente. Fue miembro de la directiva del Ateneo de Caracas entre 1935 y 1936, y de la Asociación Cultural Interamericana. Participó en buena parte en las confrontaciones plásticas importantes del país de 1940 a 1959, así como en los salones oficiales de arte venezolano, y los salones de artes plásticas del Ateneo. En el X Salón Oficial (1949), donde recibió el Premio Federico Brandt, participó con Plaza del Nuevo Circo y Flores (óleos) y Cabeza de chino y Paisaje (acuarelas). Luis Chacón considera que ha sido una "artista desaparecida prematuramente de las luchas e ignorada por lo mismo", y dice de su obra gráfica que "sobresalen Casa de Vecindad y Ranchos en el Litoral, grabado este último que "demuestra facilidad en la ejecución y sensibilidad cónsona con la expresión surgida del metal" (1967, p. 239).