Cambios

En 1985 exhibe 22 obras en la Galería Freites, elaboradas en acrílico sobre tela, de factura sumamente cuidada y un estilo mágico realista. "La iconográfía de Dávila está integrada por objetos, ámbitos y personajes que pueden tener un contenido simbólico dual [...]. Los símbolos —tropos visuales o como quiera llamarse— en la pintura de Dávila no son catalogables ni, todavía menos, analizables por el intelecto. Más bien, el poder asociativo de estas formas se desarrolla en nuestra fantasía, en nuestra imaginación y, por lo tanto, las interpretaciones son innumerables" (Arráiz, 1995). En 1994 presenta, en la Galería Freites, "Ofrendas y encuentros", serie de obras relacionadas, en cuanto a aspectos técnicos y temáticos, con las exhibidas en 1985. En su etapa inicial el artista estaba comprometido con el realismo social. Después de los años sesenta, Dávila renovó su estilo pictórico y comenzó a utilizar una factura plana, un colorido cercano a la gama de tintas gráficas y una composición basada en grandes planos. Estos elementos, empleados por él en la pintura, serían revisados posteriormente con la serigrafía, aunque siempre desde una perspectiva pictórica. La figura humana funciona en su obra como un signo y agrega otros elementos (guías de color y escala de valores) que se superponen al tema, concibiendo la proposición plástica como un lenguaje autónomo. En sus imágenes aparecen elementos del dibujo constructivo que contrastan con elementos gestuales, bastante sueltos, pero siempre con una clara intención figurativa. La GAN posee en su colección obras de este artista, datadas entre 1953 y 1991, entre ellas El coro (óleo sobre madera compactada, 1953), Construcción nº 5 (acrílico sobre tela, 1968) y Amnesias y recuerdos (políptico de nueve piezas, acrílico sobre tela, 1977).

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