Carbonell, María Cristina

María Cristina Carbonell
Nombre completo	María Cristina Carbonell
Nacimiento	15 de diciembre de 1964, San Juan - Puerto Rico
Fallecimiento
Nacionalidad	Puertorriqueño
Área	Escultora
Firma

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Biografía

Escultora. Hija de Diego Carbonell y Blanca Vernon. Entre 1981 y 1982 estudió dibujo y diseño tridimensional en la Escuela Cristóbal Rojas. En 1982 se traslada a Estados Unidos y cursa estudios de pintura en el Museo de Bellas Artes y de microbiología en el Pine Manor College (Boston, Massachusetts, Estados Unidos), hasta 1984. Entre 1985 y 1987 estudia diseño de vestuario para teatro en el Fashion Institute of Technology de Nueva York. Simultáneamente estudia dibujo en el Art Students League. Desde 1988 realiza trabajos de campo con marmoleros del Cementerio General del Sur. En 1989 se establece definitivamente en Venezuela y estudia joyería con Quintino D'Acosta. La estética del humor es abordada por la artista a comienzos de los noventa con su serie de piscinas y sus imágenes religiosas. En sus obras, "el humor se corporeiza [sic] en presencias graciosas y en festivas alusiones; la sátira se solventa a través de mordaces sarcasmos y de solapadas críticas; el sortilegio se sugiere mediante imágenes fantasmagóricas y ambientaciones metafísicas; el erotismo se expresa por intermedio de referencias libidinosas y de narraciones sugerentes; el fetichismo se manifiesta por la incorporación de amuletos y por la objetualidad anfibiológica; la religiosidad se testimonia por los fragmentos de la Última Cena y por los referentes asociados a las reliquias; finalmente, el histrionismo se cristaliza en la combinación de simulaciones y en la vivencia de una teatralidad que no esconde algún rasgo autobiográfico" (Guédez, 1990). A partir de 1990 comienza su actividad expositiva en la Galería Vía, en la cual instala Acqua que me muero de se..., una serie de ensamblajes a manera de diminutas piscinas donde pequeños cencerros emitían canciones obscenas. En 1991 participa en la I Bienal de Puerto La Cruz, en la cual recibió una mención de honor por su serie de piscinas, y en la II Bienal de Guayana. En 1993 figuró en tres muestras colectivas: la I Bienal Dimple en el Ateneo de Valencia (Edo. Carabobo), "Memoria de la visión" y el I Salón Pirelli. En 1994 recibió mención de honor en la VII Edición del Premio Eugenio Mendoza (Sala Mendoza) por sus estelas de mármol talladas. La artista presentó "una instalación que señala y subraya 'la frágil condición humana'. En una franca alusión a la muerte y a su símbolo más cotidiano, la tumba, esta pieza nos muestra una serie de libros de mármol en los cuales se encuentran grabadas (a la manera de Jenny Holzer) frases alusivas al carácter fugitivo de la vida, a ese escaso tiempo en el cual se desarrolla nuestra existencia, con todos sus títulos" (Jiménez, 1990). En la IV Bienal de Guayana le otorgan el premio obra tridimensional por Episedio canto a un guerrero muerto en combate, instalación realizada en 12 lajas de mármol de Carrara, donde aparecen en bajorrelieve las huellas de animales, entre ellos, dantas, monos, garzas y lobos. Los nombres de las especies debajo de las huellas estaban inscritos en nomenclatura científica. En 1995 realiza la video-instalación Estamos desnudos ante el vacío, en el II Salón Pirelli, y participa en "Paisaje de un paisaje en seis formas de mirar", ambas en el MACCSI. En 1996 participa en la I Bienal Nacional del Paisaje, en el MACMMA; en su Paisaje de un paisaje, desconstruye El naufragio del Esperanza del pintor romántico Caspar David Friedrich, parafraseando el barco de Friedrich naufragado entre puntiagudos bloques de hielo en un desolado dibujo virtual creado por las sombras que generan los cadáveres de calamares oriundos de las aguas polares, suspendidos en el espacio, y los accidentes urbanos que conforman la topografía citadina. Este mismo año participa en "Alegorías del Jardín de las Delicias", en el MAO, con la instalación Las delicias del Edén. La artista propuso la idea de la transformación del jardín en un conuco. El espacio intervenido en el museo "le sirve de pretexto para encubrir los signos de la identidad trastocada en pecado y, por ende, en castigo. El producto de su siembra imaginaria, plantas alucinógenas, está estrechamente ligado a prácticas religiosas de las civilizaciones americanas prehispánicas" (Rangel, 1996).

Obra

Escultura

• 

  Estudio de Alas. 1999. Lápiz, pastel/papel fabiano. 540,50 x 93,5 cm.

• 

  Hojarasca. 2004. Vidrio fundido. 8 y 11 cm x 1 cm de espesor cada pieza.

Exposiciones individuales

• 1990 "Acqua que me muero de se...", Galería Vía, Caracas

Premios

• 1991 Mención honorífica en escultura, I Bienal Nacional de Artes Plásticas de Oriente, Galería Municipal de Arte, Puerto La Cruz
• 1994 Mención de honor, VII Edición del Premio Eugenio Mendoza, Sala Mendoza / Premio de obra tridimensional, IV Bienal de Guayana
• 1996 Primer premio, I Bienal del Paisaje, MACMMA / Premio, V Bienal de Guayana

Fuentes

• Guédez, Víctor. "María Cristina Carbonell y el regocijo de la fantasía". En: El Universal. Caracas, 2 de diciembre de 1990.
• Jiménez, Ariel. En: Séptima edición del Premio Eugenio Mendoza (catálogo de exposición). Caracas: Sala Mendoza, 1994.
• Rangel, Gabriela. Alegorías del Jardín de las Delicias (catálogo de exposición). Caracas: MAO, 1996.

Créditos

• Galería de Arte Nacional (GAN): http://vereda.ula.ve/gan

Comentarios

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