Gramcko, Ida

Ida Gramcko
Wh pv IdaGramcko FotoArtista.jpg
Nombre completo Ida Gramcko [Cortina]
Nacimiento San Esteban, Puerto Cabello, 11/10/1924
Fallecimiento Caracas, 02/05/1994
Nacionalidad
Área
Firma Wh pv IdaGramcko Firma.jpg


{{

  1. display_points:

10.4253, -68.0143 ~ San Esteban, Puerto Cabello. Lugar de nacimiento; 10.488, -66.879 ~ Caracas - Venezuela. Lugar de su obra; }}


Contenido

Biografía

Hija de Enrique José Gramcko Brandt y Elsa Margarita Cortina, de cuyo matrimonio nace también la pintora y escultora Elsa Gramcko. Su educación formal fue tardía, como era costumbre en la época, pero muy joven escribe poesía y lee sistemáticamente a los clásicos de la lengua española. A los quince años viaja a Caracas, entrando en relación con la intelectualidad capitalina. Tuvo temprana iniciación en las letras con el poemario Umbral (1942), obra merecedora del Premio de la Asociación Cultural Interamericana.

Un año más tarde entra como reportera y cronista literaria de El Nacional, donde conoce a uno de los fundadores del diario, el periodista español republicano de izquierdas José Domínguez de Benavides, con quien casa en 1945. Viaja a Moscú en 1948 como encargada de negocios, y de pasó por París conoce al poeta venezolano francés Robert Ganzó, quien traduce al francés su tercer libro La vara mágica (1944), obra que atrae la atención de Mariano Picón Salas: «Desde que publicó tan encantador libro..., que marca para mí uno de los momentos ejemplares de la poesía venezolana, había querido decir sobre Ida algunas palabras de fervor y admiración» (Picón Salas, “Símbolos del caracol”. En La andanza y el hallazgo Caracas: Monte Ávila Editores (Co. Altazor), 1972, 7-11).

A la caída del gobierno del Presidente Rómulo Gallegos deja el cargo diplomático y permanece en Rusia. Conoce al hispanista Fedor Kelin, quien traduce al ruso su celebrado libro La Vara mágica y le encarga la pieza de teatro infantil La hija de Juan Palomo, también conoce a Golda Meier, ministro de Israel.

Obra

De regreso a Venezuela se dedica a la escritura, su producción llega a 33 títulos publicados, más varias obras prácticamente inéditas dedicadas a escritores y pintores venezolanos.

A la edad de 38 años entra en el sistema de libre escolaridad, estudiando el último año de primaria y el bachillerato. Obtiene la licenciatura en Filosofía en la Universidad Central de Venezuela, en 1968.

Su actividad docente fue prolija, dictando cursos de filosofía del arte y mitología en la Escuela de Artes Plásticas y en el Centro de Enseñanza Gráfica (CEGRA), y de Literaturas Occidentales, Poesía y Poetas en la Escuela de Letras de la Facultad de Humanidades de la Universidad Central de Venezuela, así como en los talleres de poesía del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (CELARG).

Ejerció la docencia hasta bien avanzado su delicado estado de salud, su figura será siempre recordada en compañía de una enfermera, que puntualmente llegaban a la hora de clases. En 1972, Ida Gramcko firma el acta fundacional de la Asociación Internacional de Críticos de Arte, Capítulo Venezuela, COMO escritora y profesora de la Escuela de Arte de la UCV.

Colaboró en periódicos como El Nacional, El Diario de Caracas y El Globo y en revistas como Élite, Revista Nacional de Cultura e Imagen. Cultivó una pluralidad creadora que le permitió ser al tiempo poetisa, cuentista, dramaturga y ensayista; hizo crítica de arte dentro de este concepto y eminentemente ligada al periodismo y a la docencia.

Recibió además del referido premio de la Asociación Cultural Interamericana en 1942, recibió el Premio de Teatro de la Universidad Central de Venezuela, en 1960 y el Premio Nacional de Literatura, en 1977.

Bibliografía

  • Artículos en revistas, catálogos y prensa.
  • Diccionario Enciclopédico de las Letras de América Latina, Tomo F-N, Biblioteca Ayacucho y Monte Ávila Editores, Cromotip, Caracas, 1995.
  • Diccionario de Historia de Venezuela, Tomo 2, Fundación Polar. Segunda Edición, Editorial Exlibris, Caracas, 1997.

Versos de una cordial psicótica

4 enero, 2015 Posted in: ENTREVISTAS IMAGINARIAS

Ida Gramcko, poeta y periodista, ha entregado su vida a la escritura. Ganadora del Premio Nacional de Literatura en 1977. Encargada de Negocios de Venezuela en Moscú en 1948. Autora de incontables poemas, cuentos, ensayos y crónicas. Respira consonantes y baila sobre vocales. Se adueña de la noche para plasmar sus reflexiones. Tiene 69 años de edad y acaba de publicar Treno, su último poemario Por: Diana Sanjinés

En una butaca —que ha definido como su lugar de recepción cuando hay visitas— está sentada una mujer corpulenta, con notables ojeras, cabello corto y una sonrisa opacada por dientes amarillos. La rodea un aire de sencillez. Lleva un vestido holgado y una chaqueta de rayas. Ha desaparecido aquella joven agraciada, de hermoso rostro y delgada figura. Los fármacos y tratamientos que la han esclavizado desde su crisis psicológica, en la década de los 50, han transformado su físico.

Allí, en su apartamento de la urbanización El Paraíso cualquiera se fascina. Cientos de detalles enaltecen el espacio: candelabros rusos que iluminan hasta los rincones más profundos, íconos de santos que tapizan una pared completa, tazas de plata que enriquecen las mesas, una caricatura de ella con un sombrero que alegra el ambiente, una pieza informalista creada por su hermana Elsa que demuestra complicidad y una servilleta enmarcada firmada por Neruda que inspira hasta a la mente más vaga. Todo producto de sus vivencias y de sus intercambios con otros artistas.

¿Cómo podría describir su infancia?

— Nunca me gustaron mis días en Puerto Cabello. Mi padre no nos permitía salir a Elsa y a mí. Nos mantenía bajo su mirada. Supongo que temía que nos perdiéramos o nos enfermáramos. Recuerdo que con el tiempo nos dejaba jugar en una de las plazas, pero siempre y cuando el sol estuviera brillando.

— ¿Cómo se adentró en el mundo de la poesía?

—«En esa mata de verdosas hojas, como un alma blanca, surgió un lirio encantador». Esos fueron mis primeros versos. Tenía como tres años. Yo creo que nací con un lápiz y un papel en cada mano. Desde muy pequeña mi mundo comenzó a girar en torno a la escritura.

—Ha sido galardonada desde los 13 años. Incluso Andrés Eloy Blanco le dedicó un poema. ¿Qué significan para usted cada uno de sus premios?

—Son solo reconocimientos. Los aprecio y me llenan de orgullo, pero no definen mi trabajo. No escribo para obtener premios.

—¿Para qué o para quién escribe?

—Escribo para mí, para mis angustias, para mis pesares, para mis alegrías. Escribo para mis alumnos, para mis amigos, para los desconocidos. Escribo para todo aquel que necesite leer versos escritos bajo el silencio de la madrugada.

Enciende un cigarrillo sin pedir permiso. Aspira la nicotina. Ignora el daño que le causa su vicio. El humo que brota de sus labios ya es habitual en el aire que la rodea.

—¿Tiene alguna rutina para escribir?

— De noche me encierro y la magia actúa. La calma me ayuda. El silencio me gusta. Hasta que el amanecer me informa que debo descansar. Mis buenos días siempre se han escuchado a partir de la 1pm. Para mí un día sin escribir es un día perdido.

—Profesora en el Celarg y en la UCV. ¿Qué significan sus alumnos para usted?

—Mis alumnos no me quieren. Eso lo sé. He sido dura con ellos, a veces demasiado, pero más adelante me lo agradecerán. Si van a aprender que sea de verdad.

Sus alumnos cuentan que cuando dictaba talleres en el Celarg, se sentaba a esperar la hora con medio litro de leche y un paquete de galletas Club Social. Aparentemente la vida de Gramcko transcurre en un círculo de rutinas, hábitos y costumbres.

—¿Lamenta no haber tenido hijos?

—Hay mujeres que nacen con el don de la maternidad y otras, como yo, que sencillamente llegaron a este mundo con otra misión completamente diferente.

—A sus 50 años se vestía, se maquillaba y se peinaba como niña. ¿Por qué?

No lo recuerdo.

Está llegando al final de su cigarrillo. De vez en cuando mueve los dedos de su mano como si estuviera contando monedas. Es retraída, pero siempre dispuesta a responder las preguntas que se le plantean. No da signos ni señales de haber sufrido una crisis psicológica. Su agradable voz, es gruesa, pero serena. Es momento de servir el café.

—¿Cómo fue su relación con su esposo José Domínguez Benavides?

—Buena. Mi compañero, mi apoyo, mi protector, mi defensor. Estuvimos juntos durante 40 años. Para mí fue una relación compenetrada, muy emocionante e intelectual. Íbamos mucho al cine. Viajamos juntos a tantos países. (Su mirada se suspende en el aire, su mente se pierde en el recuerdo).

—¿Qué es lo que más recuerda de su experiencia viviendo en Moscú como encargada de Negocios de Venezuela?

—Un viaje interminable. Llegar a Moscú era como llegar a la luna. Bena y yo tuvimos que ir primero en barco hasta Nueva York. El frío. Solo imagina el frío que pasé. Ciudades muy admirables, inundadas de personas y con letreros luminosos. Si leíste Tonta de capirote sabrás que al principio no estaba convencida de aceptar ese trabajo, pero la curiosidad y el deseo de aventura me ayudaron en mi decisión.

Entre libros y obras, atesora en una esquina cartas de sus más allegados amigos. Se sabe que es una persona solitaria, pero rodeada de buenas amistades. Su apartamento y la casa de Los Rosales —donde vive Elsa junto a su esposo Carlos Puche— han sido sede de encuentros con Elizabeth Schön, Alfredo Chacón, María Antonieta Flores, Alfredo Silva Estrada, Oswaldo Trejo, entre otros destacados intelectuales.

—¿Prefiere la soledad o la compañía?

—La soledad me ofrece lo que a la compañía le cuesta entregar: silencio. Pero aun así soy incesante seguidora de las reuniones que organizamos para discutir un tema en particular o para conversar e intercambiar opiniones, ideas y versos.

—¿Dónde encuentra refugio?

—Entre los libros y revistas de la Librería Washington. En Piccolo, Gran Café y La Casa de Giraluna. En el Celarg. En la Universidad Central. En mis poemas.

—¿Cuáles son sus defectos?

—¿La sinceridad? No me cuesta decir la verdad. Y eso me ha traído problemas. El ser humano no está acostumbrado a escuchar lo que le disgusta o incomoda. Lo que va en contra de sus creencias o ideologías. No sé cómo actuar con indiferencia. Yo necesito expresar lo que siento, lo que veo, lo que pienso.

—¿Es una persona feliz?

—[Reflexiona por unos segundos] En algún momento lo fui. Esta sonrisa que ves es mi caparazón. No le doy acceso a mis pesares. No dejo que se transmitan en mi caminar. Mi nombre se ha convertido en sinónimo de fuerza. «Ida es la fuerte» es lo que todos deben mantener en mente.

—El tema social se refleja en muchos de sus poemas.

—Sí, soy insistente. Me preocupo por mi alrededor. Estoy involucrada en todo lo que me rodea. Y tú también. Toda persona debería mostrar interés por su comunidad, por cada individuo que conforma este cúmulo.

—¿Quién es Ida Gramcko?

—Una loca simpática que descuidó su vestimenta (risas). Mírame con detenimiento y dime qué ves. Esa soy yo. O lo que queda de mí.

—Tiene 69 años y acaba de publicar Trone, su último poemario. ¿No se piensa jubilar de la escritura?

—Lo último que haré en esta vida será abandonar mi pasión. Mientras tenga un lápiz y un papel saciaré con la escritura mi locura y mi sed.

Con buena disposición se mantuvo las dos horas de conversación. En ningún momento se levantó de esa butaca marcada por su silueta. Nunca expresó un comentario sublime. Nunca demostró una señal de quiebre. Quizá solo leves episodios de olvido. Si en algún momento experimentó una crisis psicológica, en sus palabras no se evidenció. Se despide. Su escritorio junto a la ventana la espera para acompañarla en una noche más de desvelo entre versos.

Tags: Alfredo Chacón, Alfredo Silva Estrada, Andrés Eloy Blanco, Celarg, Elizabeth Schön, entrevista imaginaria, Gran Café, Ida Gramcko, Noveno Semestre de Periodismo, Oswaldo Trejo, Periodismo, poesía, Puerto Cabello, UCAB, Universidad Central de Venezuela


  • Ida Gramcko fue una poeta, ensayista ,dramaturga ,cuentista y periodista que nació en Puerto Cabello, Venezuela el 11 de octubre de 1924 y falleció en Caracas el 2 de mayo de 1994. Ganó su primer premio de poesía a los 13 años. Wikipedia
  • Fecha de nacimiento: 9 de octubre de 1924, Puerto Cabello
  • Fecha de la muerte: 1994, Caracas
  • Libros: Juan sin miedo, Obras escogidas


Fuentes digitales

  • Ida Gramcko - Wikipedia, la enciclopedia libre. https://es.wikipedia.org/wiki/Ida_Gramcko. Ida Gramcko fue una poeta, ensayista,dramaturga,cuentista y periodista que nació en Puerto Cabello, Venezuela el 11 de octubre de 1924 y falleció en ...
  • Tres poemas de Ida Gramcko - El Cautivo. www.elcautivo.org/040615/V2/Pag_V2.htm. ATIENDA AQUEL QUE DIJO hallar dicha y sosiego en un sueño beatífico y tranquilo; atienda a lo que digo y lo que creo. ¿Sabes, nocturno amigo, a qué cosa ...
  • Ida Gramcko, la poeta que era una loca simpática - Arte y ...www.eluniversal.com › Arte y Entretenimiento. 2 may. 2014 - Ida Gramcko (Puerto Cabello 1924 - Caracas, 1994) decía que a la muerte no se sobrevive, que solo lo verdadero permanece. Su poesía ...
  • Tres poemas de Ida Gramcko - El Naciona. www.el-nacional.com/papel.../poemas-Ida-Gramcko_0_511149065.html. Ida Gramcko 2 de noviembre 2014 - 12:01 am. Plegaria. No te puedo nombrar. No tienes nombre. Eres lo que se siente. Nunca lo que se explica. ¡Oh mi ...

Créditos

Comentarios