• LA TAREA PENDIENTE DE ESCRIBIR LA HISTORIA DEL ARTE VENEZOLANO DE FORMA COLECTIVA,   
  • UN PROYECTO COLABORATIVO PARA TODOS LOS ESTUDIOSOS, ESPECIALISTAS Y ARTISTAS VENEZOLANOS,   
  • TODA LA HISTORIA DEL ARTE VENEZOLANO EN UN PORTAL AL ESTILO DE LA WIKIPEDIA.   

Cambios

De WIKIHISTORIA DEL ARTE VENEZOLANO
Saltar a: navegación, buscar

El Techo de la Ballena

1 byte eliminado, 18:19 5 feb 2016
El Techo de la Ballena
Pero sus hitos centrales estuvieron representados por exposiciones de artes plásticas, de las cuales dos alcanzaron resonancia.
El “Homenaje a la cursilería” (junio de 1961), que fue presentado como “un gesto de franca protesta ante la permanente e indeclinable farsa cultural del país” o, en la versión de Caupolicán Ovalles, como un “testimonio sobre farsantes con aire de comprometidos y hacedores de cultura”, constituyó el primer intento de demolición de la concepción pequeño burguesa que dominaba a la cultura venezolana hasta el grado de impregnar no sólo sus manifestaciones oficiales sino también las opositoras. Más eficaz, la escandalosa exposición de Carlos Contramaestre, “Homenaje a la Necrofilia” (noviembre de 1962) marcó el ápice del movimiento, su más pleno ejercicio de la provocación porque obtuvo la anhelada respuesta por parte de los indignados burgueses caraqueños a quienes iba dirigida de hecho la muestra. A sólo tres años de su constitución, El Techo de la Ballena comenzó a desintegrarse luego de publicar su ambicioso tercer manifiesto artístico, Rayado sobre el Techo Nº 3 (1964). No obstante, sus más tesoneros animadores (Carlos Contramaestre y Edmundo Aray) le proporcionaron una irregular supervivencia que cubrió casi toda la década del sesenta, apelando al funcionamiento de galerías de arte, exposiciones de pintura informal, publicaciones literarias signadas por una tónica surrealista que comenzó a devenir anacrónica a medida que se disolvía el complejo político-cultural que había prohijado el movimiento, pero que aseguró la difusión de sus principios generadores junto con una previsible retorización.
Cuando en 1968, luego de un período de intensificación de su actividad editorial, El Techo de la Ballena publica el volumen Salve amigo, salve, y adiós, con colaboraciones de Edmundo Aray, Efraín Hurtado, Juan Calzadilla, Dámaso Ogaz, Xavier Domingo, Marcia Leyseca, Carlos Contramaestre y Tancredo Romero, se puede considerar cerrado su ciclo. Sus integrantes han venido dispersándose, agrupándose de distinta manera, constituyendo otros grupos con nuevas definiciones ideológicas o siguiendo caminos individuales atendiendo a su creación artística propia...”
17 323
ediciones

Menú de navegación


Buscar en Google


Consultar el DRAE