Cambios

Tras partir de Venezuela se residenció en París, donde coincidió en 1920 con Manuel Cabré. En 1922 regresó a Rumania y abrió una exposición en el Ateneul Român (Bucarest) con obras de su etapa viajera. Samys Mützner se dedicó también al género del retrato. En 1923 contrae matrimonio con la pintora Rodica Maniu, viaja a Italia (1923) y Córcega (1929) y realiza trabajos en Balcic (Rumania), en la costa del Mar Negro. En 1936 ilustra el libro de N.N. Condrescu, Peste mari si tari (A través del mundo). Entre 1924 y 1947 expuso con éxito en Bucarest. Representó a Rumania en la Bienal de Venecia (1924), la "Exposición de París" (París, 1925), en el Museo Jeu de Paume (París, 1929) y en la "Exposición internacional" (Barcelona, España, 1929), donde fue premiado. Desde 1948 participó en exposiciones oficiales organizadas en Budapest, Moscú, Sofía, Praga y Varsovia. En 1951 inició carrera académica como profesor asistente en la cátedra de pintura, artes gráficas y composición en el Instituto de Bellas Artes Nicolae Grigorescu (hoy Academia de Bellas Artes de Bucarest). En 1924 recibió la Orden Coroana României y, en 1932, la Orden del Mérito Cultural, en su segundo grado. En 1958 y 1980 se realizaron exposiciones de su obra, en esta última se exhibieron cuatro cuadros pertenecientes a quien fuera médico de cabecera de Mützner, Louis Shattner, pinturas localizadas por Alfredo Boulton en la residencia del médico, en el sur de Francia. Enrique Planchart comentó en un artículo publicado en 1920 acerca de esta otra faceta del artista rumano: "estos fueron de encargo, y, como es natural, han quedado entre nosotros, adornando más de uno de los salones de Caracas. Son casi todos de mujer, trabajados al pastel, generalmente; pero, como Degas, solía Mützner usar en una misma obra, mezclados con el pastel, óleo, acuarela y guache. Hace algunos días, volví a admirar uno de estos retratos —el de una joven artista de lo más distinguido de nuestro mundo social— y en él la materia alcanza tal riqueza y profundidad de tonos y tal variedad de calidades, que semeja un bordado hecho con piedras preciosas. Dos fueron las tendencias principales que guiaron a Mützner en su labor como retratista: la aguda penetración de la psicología de sus modelos y la exaltación lírica de esa psicología, por medio de suntuosas armonías de color" (1956 [1979, pp. 165-166]).