Diferencia entre revisiones de «Perán, Erminy»

Pintor, crítico de arte, curador y docente. Nieto de corso llegado a Carúpano, hijo de Pedro Erminy y Belén Carrasquel, Perán diminutivo oriental de Pedro Antonio y el apellido Erminy, a secas, es el tercero de 6 hermanos: Omar, Edwin, Perán, Ralph, Fina y Lupe, los nombres de los varones se deben al filósofo Ralph Emerson y a poemas de Walt Withman.

Desde que nace su vida estará signada por la duda y el debate. “Duplicidad de ciudades de origen, Barcelona y Carúpano; dos partidas de nacimiento con fechas distintas, el 1 y 2 de noviembre –día de los santos y día de los muertos– son circunstancias que parecen haber signado el transcurrir de Perán Erminy”. (Ivanova Decán Gambús). [2]

Perán Erminy fue criado en un ambiente de veladas culturales y políticas. Su padre difundía noticias llegadas a Carúpano por medio de la prensa, en tiempo de severa censura. Enemigo de Cipriano Castro y de J. V. Gómez, Pedro Erminy había estado vinculado con los caudillos regionales Nicolás Rolando, Horacio Ducharne y conocía de la invasión del Falke. [3]

Durante ese tiempo y dentro de la mayor discreción, los Erminy viven en distintos sitios como en Barcelona, Carúpano, Maturín y la isla de Margarita. La casa de Barcelona fue allanada por los chácharos (piquetes militares represivos) y don Pedro Erminy fue confinado a Maracay, razón por la que toda la familia se va a la ciudad jardín hasta la muerte del dictador, en 1935. Luego, se mudan y residencian en El Conde, en Caracas.

PE estudia en el Colegio Santiago de Chile, frente a la Plaza de la Candelaria, donde comparte estudios de primaria con Pedro León Zapata. Su naturaleza inquieta lo hace migrar por distintos liceos públicos en Caracas hasta que llega al Liceo San José de Los Teques, donde vuelve a encontrarse con Zapata. PE era sobrino del escritor y crítico de arte Raúl Carrasquel y Valverde, director de la revista Elite y director municipal de espectáculos, quien lo conecta con muchísimos aspectos de la vida cultural caraqueña. En La Pastora en la casa de Carrasquel y Valverde se reunían los miembros del Círculo de Bellas Artes y parte de la casa la ocupaba el estudio del pintor Tito Salas.

En 1942, PE ingresa en la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas “Cristóbal Rojas” de Caracas, en la esquina del Cuño. Estudia Formación Docente y Arte Puro. Va a encubarse allí el germen de la protesta. Todos o casi todos los que van a producir la renovación plástica en el país están allí por una coincidencia histórica y generacional. En 1945, Erminy será abanderado y promotor en la primera huelga de estudiantes que exige una información y una formación más al corriente de las tendencias y movimientos artísticos del mundo. Expulsado de la Escuela y graduado de Docente busca la manera de llevar a cabo las pretendidas reformas del sistema educativo, en las artes plásticas y en la música.

Entre sus maestros, Perán Erminy guarda especial recuerdo por Francisco Narváez, por su actitud de apertura y por admitir la libre expresión. “El Maestro” llevaba a los alumnos a su casa de Ocumare para impartir clases de formas y materiales. Los expulsados de la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas van a formar el grupo de la Barraca de Maripérez (1945), conformado por Sergio González, Celso Pérez, Raúl Infante, Luis Guevara Moreno, Enrique Sardá, Régulo Pérez, Pedro León Zapata, entre otros. Participa del grupo de la Barraca de Guaicaipuro, a la que también asistían Rubén Núñez y Narciso Debourg.

Paralelamente, realiza estudios musicales en la Escuela de Música y Declamación dirigida por Vicente Emilio Sojo, en la que con algunos compañeros también exige cambios de enseñanza de la institución, de la cual Perán Erminy será expulsado. Concurre al Colectivo de Alberto Brandt en La Florida, el cual fue vecino del local de diseño “Cuatro Gatos” (Nombre del café-bar donde se reunían en Barcelona, España, los creadores de la vanguardia artística catalana), dirigido por Miguel Arroyo y Alberto Brandt.

Con este último hace programas en Radio Nacional para difundir las nuevas formas de la música: la Escuela de Viena, música atonal, dodecafónica, de Arnold Shöenberg, Alban Berg, etc., programa suspendido por V.E. Sojo. Luego, el nuevo jazz, también suspendido, y otro sobre etnomusicología. Fue suspendido de todo el sistema educativo (contrademanda).

En ese clima de protesta, PE y compañeros establecen contacto con un joven reportero de Últimas Noticias, estudiante de derecho que publica en el periódico el contenido del pliego petitorio de los huelguistas de la Escuela de Artes Plásticas. Era Ramón J. Velásquez, que adquirió prestigio por cubrir la fuente de Diógenes Escalante candidato presidencial, quien lo hace su secretario privado por unos días. El que será valioso historiador, parlamentario y presidente encargado de Venezuela, les pide que le vendan obras compradas en pequeñas cuotas. Ellos se las obsequian, así Ramón J. fue uno de sus primeros coleccionistas de Perán Erminy, entre otros. [3]

PE fue co–fundador del Taller Libre de Arte en 1948, donde convergen los escritores, poetas, artistas… una explosión artística multidisciplinaria. Estaba subvencionado por el Ministerio de Educación y adscrito a la Dirección de Cultura. Fue inaugurado el 14 de julio de 1948 con una exposición de Mateo Manaure. En El Taller Libre de Arte se hace la primera exposición en Venezuela con ilustraciones de Picasso, se reconoce el arte ingenuo o popular de Feliciano Carvallo,…

Bajo la dirección de Feliciano Carvallo y de Alirio Oramas, se reúnen los escritores, periodistas y poetas Rafael Pineda, Sergio Antillano, Andrés Mariño Palacios, Juan Liscano, Alejo Carpentier, Rafael López Pedraza, Francisco Da Antonio, Vicente Gerbasi, Juan Sánchez Peláez, Raúl Nass; y los artistas Ramón Vásquez Brito, Carlos González Bogen, Luis Guevara Moreno, Mateo Manaure, Virgilio Trómpiz, Mario Abreu, Raúl Nass, Pedro León Zapata, Alirio Oramas, Régulo Pérez, Dora Hersen, Alejandro Otero, Jesús Soto, Pascual Navarro, José Fernández Díaz, Marius Sznajderman, Oswaldo Vigas, Luis Rawlinson, y otros pintores se fueron incorporando a este taller constituido como una explosión artística en teatro, ballet, literatura, como una avanzada del movimiento general de las artes en Venezuela. Al poco tiempo en el Taller Libre se desata una controversia entre los universalistas y los regionalistas latinoamericanos, dirigidos por Oswaldo Vigas. “Duró, aunque con otro nombre, hasta 1972; fue integrado por muchos pintores y amantes de las artes y publicó dos números de una revista, Taller”. [4]

En Macuto vivía Armando Reverón y era lugar de peregrinación de artistas como Pascual Navarro, Perán Erminy y Alirio Oramas,… Importante papel ocupa en esta etapa del arte venezolano la escritora cubana María Luisa Gómez Mena, quien les decía: “Reverón es mejor que todos ustedes”. Feliciano Carvallo, albañil de profesión y pintor de domingo, había construido para Reverón el Castillete, en las Quince Letras de Macuto.

En noviembre de 1948 fue derrocado el gobierno de Rómulo Gallegos, asume el poder la Junta Militar. Salen al año siguiente exiliados muchos jóvenes, entre ellos, Perán Erminy quien va hacia Cuba, México y Estados Unidos, finalmente ese radica en Paris hasta 1956. Va a estudiar en la Escuela del Louvre, realiza cursos de Arte y Filosofía en La Sorbona y la Escuela de Altos Estudios con Pierre Francastel, Roland Barthes y René Huyghe. Sus múltiples intereses (cine, literatura, plástica y política) lo llevan a viajar por toda Europa e ir a Argelia en el difícil momento de lucha del Frente Nacional de Liberación, apoyado por los argelinos contra los colonos franceses. [1] “Junto a Aimée Battistini, Alejandro Otero, Mateo Manaure, Carlos González Bogen, Rubén Núñez, Narciso Debourg, Régulo Pérez, Dora Hersen, Pascual Navarro y José Guillent Pérez, conforman el grupo Los Disidentes y en marzo de 1950, editan el primer número de la revista que llevará el mismo nombre”. [2] Los Disidentes introducen el arte abstracto geométrico en Venezuela, que había aparecido inicialmente en Maracaibo con Antonio Angulo en la década de los `30.

Entre tanto, en Caracas se crea la Galería “4 Muros”, en el sótano del Bloque 7 de la urbanización El Silencio, centro de intercambio de ideas, charlas, exposiciones, publicaciones,… Con el apoyo de las autoridades del Banco Obrero y de su asesor el Arq. Carlos Raúl Villanueva, la Galería “4 Muros” abre sus puertas el 21 de Febrero de 1952. Allí se hicieron las primeras exposiciones de arte abstracto en Venezuela para dar a conocer la obra de Los Disidentes. [5] (Danés Grases, Daniel: “La Ciudad Universitaria de Caracas. Aproximación al tema de los espacios, la luz y el color”. Venezuela Analítica, enero 2015)

En París, PE participa en colectivas de la Galerie Du Dragón, Galerie Colette Allendy, otros espacios alternativos; y en los salones des Realités Nouvelles con obras geométricas.

Desde Francia, mantiene una posición crítica frente a los excesos del arte oficial en Venezuela y, junto con Jacobo Borges, proponen que el proyecto de Integración de las Artes en la Ciudad Universidad Central de Venezuela se realice sin apresuramiento y no como escenario para prestigiar la instauración definitiva de regímenes militares dictatoriales en toda Iberoamérica. Eran los compromisos del gobierno para Juegos Bolivarianos (1951), la Pequeña Copa del Mundo en el Estadio Olímpico de la Ciudad Universitaria (1952), y X Conferencia Interamericana de Cancilleres (1954), para la cual se inaugura el Aula Magna. Los únicos artistas negados a realizar murales fueron Alejandro Otero y Jesús Soto. Mateo Manaure, el eterno revolucionario, si los hizo. Coincide en grupos de estudios políticos con Manuel Espinoza, Manuel Caballero, Armando Córdoba, Francisco Miéres, Oswaldo Barreto y otros. Trabaja en la Dirección de Cultura de la Confederación General de Trabajadores y dirige temporalmente el Taller de Arte de Gennevilliers. Durante esta larga estancia en Europa se casa con Reigne Prigent, con quien tiene su primera hija, Elizabeth, quien vive actualmente en Francia. Luego de un tiempo, se divorcia y decide volver a Venezuela. [2]

En 1956, participa en la organización de la Primera Exposición de Arte Latinoamericano en el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de París, junto con Oswaldo Vigas y otros artistas latinoamericanos residentes en París, participa también en el acto de agresión vandálica dirigido por el anti-artista venezolano Valero La Cruz contra la bienal. El escándalo producido provocó el éxito de la exposición. Dio estímulo al grupo Madi con Jacobo Arden Quin, que iniciado en el Río de la Plata en 1946, asumió su destino importante en París. El término proviene del nombre Carmelo Arden Quin: MAdi, una invención al azar creada por él. Trabajó muchos años como asistente a la fotógrafa Ina Bandy, con quien aprendió la expresión fotográfica de las relaciones entre el arte y la arquitectura. Mantiene una larga relación con Patricia Rogers y con Annia Sileskia.

Trabaja como documentalista en la UNESCO, donde se conecta con investigadores e instituciones de varios países. En su empeño de ser músico, se vincula con compositores de vanguardia y hace amistad con Pierre Boulez, a quien apoya para que visite Venezuela años después. En 1956, PE regresa a Venezuela y se incorpora a la lucha clandestina contra la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. Hacia finales de 1957 fue arrestado y se le recluyó en la cárcel de El Obispo. Como muchos presos políticos, fue liberado el 23 de enero de 1958. Durante este tiempo, PE se separa de Los Disidentes por diferencias en el comportamiento excluyente del grupo. Participa en el grupo literario y artístico “Sardio” (1957-1959), que debe su nombre a una cita bíblica. El grupo era más literario que artístico, dispuso una pequeña galería donde se hicieron algunas exposiciones y publicó una revista de la que salieron ocho números. (Sonia y Rafael Delgado. Fuentes de las Artes Plásticas en Venezuela. Erneto Armitano Editor, 1981).

Perán Erminy aparece en 1959 como unos de los promotores de la exposición “Espacios Vivientes”, en Maracaibo, Estado Zulia, primera gran muestra asociada al llamado “informalismo venezolano”. El grupo “Sardio” fue allanado y saqueado por la dictadura, que encarcela a varios de sus miembros. Después de la recuperación de la democracia el grupo “Sardio” se divide y se funda “El Techo de la Ballena” (1961-1964), integrado por poetas, narradores y artistas plásticos como Carlos Contramaestre, Caupolicán Ovalles, Adriano González León, Rodolfo Izaguirre y Salvador Garmendia, (Sonia y Rafael Delgado. Fuentes de las Artes Plásticas en Venezuela. Erneto Armitano Editor, 1981). Con el ánimo de estimular el movimiento artístico, se unen al grupo los intelectuales Gonzalo Castellanos, Salvador Garmendia, Francisco Pérez Perdomo, Juan Calzadilla, Efraín Hurtado, Edmundo Aray, Alberto Brandt, Manuel Quintana Castillo, Dámaso Ogaz, Rodolfo Izaquirre, Hugo Baptista, entre otros.

Tienen correspondientes internacionales como Oscar Pantoja, en Bolivia, y Allan Ginsberg en los Estados Unidos, el grupo Nadaista en Colombia, el grupo Orígenes de Cuba dirigido por José Lezama Lima, Guillermo Cabrera Infante, Wifredo Lam y Severo Sarduy, los surrealistas disidentes y los intelectuales subversivos que se reúnen en la Galerie du Dragon, de Max Clarac Sirou y Cecilia Ayala, en París, y diversos grupos contra-culturales de Europa, de América y del Tercer Mundo. Contaba con amigos en Venezuela como Jacobo Borges, Luisa Richter, Régulo Pérez, Maruja Rolando, Elsa Gramcko, Gego y Gerd Leuferd.

El grupo organiza una exposición del pintor chileno Roberto Matta y del pintor cubano Jorge Camacho. PE se inscribe formalmente en el Partido Comunista Venezolano (PCV). Prepara su vuelta a Francia de 1960 hasta 1965. Desde allí suscribe su adhesión al grupo “El Techo de la Ballena”. Allí asiste a cursos libres de Filosofía, Historia del Arte con figuras del pensamiento como Jean Paul Sartre y Michel Foncoult. Comparte estudios de arquitectura y de arte con el arquitecto colombiano Rogelio Salmona. Nace su primer hijo Edwin, de su segundo matrimonio, en homenaje al hermano asesinado en el intento de liberación de la República Dominicana de la larga dictadura de Rafael Leonidas Trujillo.

A su regreso a Venezuela, se dedica a la creación plástica y literaria, a las artes escénicas, al periodismo, a la crítica de arte, de cine y de arquitectura, a la docencia en materias artísticas y culturales, a la investigación y al activismo político cultural. Rechaza participar en salones y confrontaciones por considerar que es un modelo perverso de desarrollo cultural. Aleja su obra de lo público al no conciliar ser crítico y pintor, exponiendo sólo esporádicamente y colectivas de forma anónima y muestras con fines benéficos. Su trabajo se torna personal, íntimo y, replegado en sí mismo, sigue trabajando en silencio.

En 1971 se casa con Marisa Iturriza, su compañera desde entonces, de cuya unión nacen dos hijos, Fernando y María Antonia. En la década de los sesenta y setenta, tuvo a su cargo los foros de la Cinemateca Nacional, bajo la dirección de Rodolfo Izaguirre, actividades que tuvieron importancia e influencia en estudiantes de arte, de cine, de política y público en general. Sus foros se recuerdan como un lugar y la ocasión para expresarse libremente en público, en que los temas de discusión variaban desde opiniones sobre las películas proyectadas, hasta recuerdos del pasado y problemas sociales y más personales. Por lo general, terminaban los foros hablando mal del gobierno hasta altas horas de la noche.

En solidaridad con Miguel Arroyo y coincidiendo con sus concepciones sobre la gestión de las artes, fue el único intelectual que estuvo en desacuerdo con la creación de la Galería de Arte Nacional en 1974, por considerar que el Museo de Bellas Artes permitía el intercambio artístico internacional colocando a los artistas venezolanos al mismo nivel de los extranjeros, adelantándose en cierta forma a los que hoy se denomina “globalización”.

Dedica importante segmento de su hacer y vida a la exploración del arte popular y marginal venezolano buscando los fundamentos y la evolución de la imaginación colectiva, sus raíces, su tradición, sus cambios, su historia, los rituales y creencias, sus mitos como fuentes de vida de la cultura nacional. De allí crea la exposición “Confluencias” (1994), hito en la historia del arte venezolano. En acuciosa investigación, PE logra analogías y diferencias primordiales entre artistas “cultos” de imágenes y artistas marginales, haciendo el “cruce” de imágenes y de interpretaciones de forma y de contenido, en obras provenientes de todas partes del mundo. La exposición fue montada en el Museo de Petare, la Galería Tito Salas y viajó de manera itinerante una selección por varias ciudades de Venezuela.

“Confluencias” no fue entendida en su sentido más profundo. Fue salirle al paso a ese nuevo tiempo de conflictividad que se manifiesta en la guerra de Bosnia-Herzegovina, conflicto que había que detener con urgencia antes que se extendiera por el mundo como una enfermedad humana, como lo ha hecho hasta la actualidad, más allá de todo el horror y la inhumanidad inimaginable que viene mostrando. “Confluencias” planteaba como antídoto el fin de los antagonismos, la necesidad de la comprensión interhumana, que sólo es posible mediante la tolerancia, la comprensión y la simpatía que acerca el uno al otro y a la otredad, vistos como diferentes y al mismo tiempo como semejantes. En este sentido, “Confluencias” no sólo propuso una nueva forma de ver el arte, sino también una nueva visión del ser humano. Dentro del mundo del arte popular, la participación de Perán Erminy en exposiciones posteriores como curador y escritor de textos marcan una conceptuación distinta sobre el tema más allá de lo meramente político y populista o de moda. El pensamiento crítico de Perán Erminy acerca del arte popular, incómodo para algunos, ha tenido influencia más allá de las fronteras venezolanas.

En el primera Salón Bigott de Arte Popular, Perán Erminy dijo: “La existencia de una supuesta identidad cultural nacional arraigada en el pasado agrario del país, es uno de los mitos que se ha vuelto insostenible. Porque la identidad no es algo inmutable, que se dé de una vez para siempre y porque la cultura no es idéntica (siempre la misma, siempre igual a sí misma) en todas las comunidades del país. Sin diferencias entre indigentes y poderosos, entre jóvenes y viejos, entre comunidades indígenas y citadinas, entre campesinos y metropolitanos, etc.” (“La identidades se volvieron peligrosas y reduccionistas”: En catálogo Salón Bigott de Arte Popular, Fundación Bigott, 1999, p. 12).

PE fue co-fundador de la Asociación Internacional de Críticos de Arte, AICA Capítulo Venezuela, y es su decano emérito más activo. Funda a la vez la Asociación de Críticos Cinematográficos (ACC), y otras organizaciones gremiales como la Asociación Venezolana de Artistas Plásticos (AVAP) y la Asociación de Centros de Cultura Cinematográfica (FEVEC), entre otros.

Fue Director del Museo Emilio Boggio y del Museo Caracas en el Concejo Municipal del Distrito Federal, colaborador del Museo de Bellas Artes al final de la gestión de Miguel Arroyo, entre otras asesorías a diversos museos de la capital y del interior del país. Entusiasta promotor de los museos de arte popular, especialmente del Museo de Arte Popular de Petare “Bárbaro Rivas” y del Museo de Arte Popular “Salvador Valero” en Trujillo.

Durante muchos años fue lector del Centro de Desarrollo Científico de la Universidad Central de Venezuela (UCV), en la especialidad de Arte. Desde 1958 ha ejercido la docencia en todas las disciplinas de las artes. Ha dictado seminarios en las universidades nacionales de México, Ecuador y Colombia. Actualmente dicta cursos en el Centro de Estudios Latinoamericanos Arturo Uslar Pietri (CELAUP) de la Universidad Metropolitana, y en la Escuela de Artes Plásticas y Museología de la Universidad José María Vargas, Caracas.