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Diferencia entre revisiones de «Historiografía del Arte Venezolano»

De WIKIHISTORIA DEL ARTE VENEZOLANO
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(DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LAS ARTES PLÁSTICAS EN VENEZUELA. SIGLOS XIX Y XX)
 
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==Presentación y justificación==
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=='''DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LAS ARTES PLÁSTICAS EN VENEZUELA.  SIGLOS  XIX Y XX'''==
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'''Instituto Nacional de Cultura y Bellas Artes ( INCIBA), 1973 Fotografia: Sebastian Garrido, Diagramación: Santiago Pol, Gráficas Armitano, C.A.  (la Edición constó de 4.000 ejemplares) Prólogo
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===Antecedentes Bibliográficos===
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Han pasado casi cien años de la publicación de los Ensayos sobre el Arte en Venezuela 1 de Don Ramón de la Plaza, primer recuento en el orden cronológico de que se tiene noticia en la historia de nuestras artes plásticas. Aunque no desdeñó hacer crítica  valorativa, De la Plaza se nos presenta sobre todo como un escrupuloso biógrafo, precisado a trabajar con la documentación exigua que proporcionaron sus contemporáneos. Lamentablemente, su trabajo no tuvo continuadores inmediatos. El mismo se repite cuando, algunos años más tarde, publica en el Primer Libro de la Literatura, Las Ciencias y las Bellas Artes, 2 su segundo ensayo que consagró a los pintores venezolanos. Es cierto que De la Plaza se limitó al estudio de los artistas de su tiempo y que fue en extremo limitado para analizar con atención el arte colonial o la pintura del primer período republicano. Para él nuestra historia plástica comenzaba con José Carranza y la primera escuela de artes que funcionó en Caracas bajo los auspicios de la Diputación Provincial. 3 Los datos aportados por De la Plaza, sin embargo, continúan siendo por su coherencia y su continuidad la principal fuente de información que existe para el conocimiento relativo a un grupo de artistas del siglo XIX que, sin ser de primera fila, gozaron de prestigio en su tiempo. Tal es el caso de los hermanos Martínez, Carranza, Ugalde, Manuel Cruz, Chaquert y otros.
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Entre los que siguieron generacionalmente a Ramón de la Plaza no llegó a descartarse un autor que se hubiese dedicado metódicamente a la investigación histórica de nuestro arte. Don Arístides Rojas, el más instruido de todos, prefirió pasar a la posteridad en su papel de anticuario y de cronista y contertulio ameno. Rufino Blanco Fombona, José Rafael Pocaterra, Julio Planchart y los pintores Antonio Herrera Toro y A.E. Monsanto escribieron ocasionalmente ensayos y artículos ─a ratos brillantes─ sobre diversos aspectos del arte venezolano y en particular sobre algunas figuras resaltantes. Al vacío dejado por la muerte de De la Plaza se debe en gran parte el hecho de que hoy dispongamos de escasos conocimientos sobre una generación de artistas que se levantó a fines de siglo y que, en la práctica, puede ser considerada como el puente o, mejor, la transición entre la Academia de Bellas Artes y el movimiento del Círculo de Bellas Artes. Si bien es verdad que se trata de artistas que realizaron menguada o poco ambiciosa obra, ello se explica también porque el ambiente social ─Incluido aquí el estímulo intelectual─ fue mezquino y mediocre. La alianza de artistas y el crítico siempre constituyó una especie de soporte moral de la obra de arte. A comienzos del presente siglo iban a sobresalir Jesús Semprum y Leoncio Martínez. Aunque estuvo más interesado en la literatura, Semprum escribió ocasionalmente, en las páginas del El Cojo Ilustrado, crítica artística en la cual asumía la defensa de los pintores jóvenes. Precisamente, a él debemos el más atildado ensayo que sobre la historia plástica del país se publicó por entonces. 4  Este estudio de Semprúm serviría de pauta a los escritores que luego, de modo más sistemático, se dedicaron a la crítica de arte. Polémico y comprometido con su generación, Leoncio Martínez, quien había estudiado en la Academia de Bellas Artes, llenó un papel de teórico y animador que aún no ha sido  debidamente estudiado. Apuntando contra los rígidos cánones de la enseñanza académica, a favor de un arte sólo condicionado por una temática autóctona, desprovisto de anécdotas y basado en la realidad, los artículos y reseñas de Leoncio Martínez, aunque  ocasionales e improvisados, anuncian mucho del tono polémico que se encuentra motorizando la evolución de nuestra plástica en los últimos treinta años.
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Sin embargo, debe hacerse justicia a Enrique Planchart, como al verdadero fundador de las investigaciones críticas sobre el arte venezolano. Autor de varias monografías en donde se ocupó minuciosamente de la vida y obra de los pintores como Juan Lovera, Tovar y Tovar, Arturo Michelena, Planchart nos dejó en su texto más importante, La Pintura en Venezuela, 5 considerable información original relacionada con un periodo histórico que va aproximadamente de 1910 a 1940. Es verdad que el hecho de haberse identificado vitalmente con la generación del Círculo de Bellas Artes pudo haber frenado en alguna medida el alcance y la objetividad de su enfoque, para convertirlo en el cronista por antonomasia de un valiosísimo aunque corto período  del arte venezolano. Aún así, los textos de Planchart continúan siendo consultados por ser modelos de claridad y precisión en el lenguaje y de probidad en los juicios y opiniones, siempre bien fundamentados. Ramón de la Plaza y Planchart constituyen, así pues, los pilares de un desarrollo de los estudios de arte en Venezuela que va de 1875 a 1940 aproximadamente.
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Es sabido que después de esta última fecha se operaron notables cambios en el cuadro de la evolución del arte venezolano. Temas y formas se renovaron consistentemente para dar origen a nuevos estilos, se impugna la tradición reciente y, en términos generales, las búsquedas van a desembocar sobre la gran corriente de influencias internacionales representadas sobre todo por el arte europeo contemporáneo y la escuela de realismo mexicano. En medio de estos dos polos de atracción, sin llegar a extinguirse nunca, continuó sobreviviendo la escuela paisajística de  Caracas que se fundaba en las soluciones formales halladas por los pintores del Círculo de Bellas Artes y, en especial, por Federico Brandt, A. E. Monsanto, Armando Reverón, Manuel Cabré y Rafael Monasterios. Conforme aparecen nuevos derroteros, la crítica y la investigación histórica contribuyen a enriquecer considerablemente el campo bibliográfico; aparecen nuevos autores y otros métodos; los avances de la industria tipográfica harán accesible a la obra una reproductividad técnica de nivel internacional; el libro de arte especializado en temas venezolanos entra en el mercado. Pero uno de los signos más característicos de este período está dado por el papel preponderante que los medios de comunicación social adquieren en la actualidad artística, al punto de que el éxito de los creadores pasa a depender en gran medida de la información, la crónica y, a veces, las críticas oportunas que registran periódicos y revistas.
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Son notables por su cantidad y calidad los textos y ensayos sobre el arte venezolano que han circulado en los años recientes. Bastaría recordar, a título informativo, obras como La Historia de la Pintura en Venezuela, dos  tomos, de Alfredo Boulton (y un tercero de Carlos Silva), autor que ha hecho importantes hallazgos tanto en el aspecto icónico como en lo referente al trazado biográfico de algunos pintores venezolanos; Boulton se ha tomado el trabajo de verificar muchos datos que venían siendo repetidos mecánicamente de un autor a otro. Su aporte se  centra básicamente en el rescate y valorización de la obra de Juan Lovera y Armando Reverón, y en su laborioso estudio del arte colonial venezolano, contenido en el primer tomo de su Historia y que constituye, ciertamente su principal contribución como investigador. Desde el punto de vista puramente referencial no puede pasarse por alto el resumen erudito que José Nucete Sardi reúne en su libro Notas sobre la Pintura y la Escultura en Venezuela 6, aunque se trata del tipo de estudio que, apoyándose en una tradición literaria, elude presentar un análisis plástico de estilos y obras. Más selectivo y menos erudito, Mariano Picón Salas procede también de un modo literario en su ensayo La Pintura en Venezuela, 7 que no deja de ser sin embargo, un esfuerzo de síntesis para resumir en un lenguaje metafórico las opiniones más corrientes que se tenían sobre la pintura venezolana para la época en que fue escrito dicho ensayo. Más original fue el trabajo que Picón Salas consagró a Reverón en 1939 8.  Existe una compilación de carácter comparativo, que fue editada por el Circulo Musical: El Arte en Venezuela, obra que recoge, entre otros materiales, un conjunto de artículos importantes sobre nuestra plástica, debido a diversos autores. En esta misma obra puede encontrar el lector un estudio exhaustivo que de las nuevas corrientes, a partir del abstraccionismo geométrico, hizo el crítico Perán Erminy.
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En el campo de las publicaciones monográficas debemos mencionar, además de los citados trabajos de Boulton y de Planchart, una serie de  ensayos de reciente data como los de Juan Röhl: Arturo Michelena (Editorial Arte, 1966); Fernando Paz Castillo: Entre Pintores y Escritores (Editorial Arte, 1970); Alberto Junyent: Emilio Boggio (Tabacalera Nacional, 1970); Francisco Da Antonio: Bárbaro Rivas (Círculo Musical, 1967); Rafael Pineda: Francisco Narváez, La pintura de Tito Salas, y en colaboración con Pedro Briceño, La Escultura de Venezuela (INCIBA, 1968 Y 1989); Juan Calzadilla: Federico Brandt y Julio Arraga (Ediciones Armitano, 1972), Cornelius Goslinga: Arturo Michelena (Universidad del Zulia, 1967), Hugolino Hernández:  Andrés Pérez Mujica (Madrid, 1972), Roberto Guevara: Marcel Floris (Editores ARS, 1973), Gasparini & Duarte: Los Retablos del Período Colonial en Venezuela (Ediciones Armitano, 1966). Citaremos, además, las publicaciones monográficas correspondientes a las series Pintores Venezolanos (Edime, Caracas); Inciba-Arte; Enciclopedia Venezolana (Galería Li). También podrá ser de gran valor en el futuro una publicación como la que la Sala de la Fundación Mendoza consagró al arte precolombino de Venezuela. 9
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===Diccionario de Artistas Venezolanos===
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En esta bibliografía faltaba, sin embargo, un cuerpo de noticias referidas a nuestros artistas y presentando con carácter de diccionario o guía de información abreviada para un vasto público. Si exceptuamos el trabajo preliminar sobre la materia redactado para el apéndice del libro ya mencionado, El Arte en Venezuela, no tenemos noticias de la existencia de un trabajo de la extensión y la importancia del que presentamos aquí.
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Es evidente que la carencia de un diccionario de artistas se debía no tanto a la falta de interés editorial como al hecho de que no se disponía de información básica sobre buen número de artistas que trabajaron durante el siglo pasado y a comienzos del presente, y acerca de los cuales se ignoraba, en  muchos casos, hasta el año de su nacimiento. Actualmente la crítica se encuentra mejor capacitada para llenar esas lagunas, gracias al interés que existe hoy por la investigación histórica relacionada con las artes plásticas. No es menos cierto el hecho de que hay artistas venezolanos cuya biografía ha podido ser establecida, a pesar de que de ellos sólo hayan llegado hasta nosotros una o dos obras de toda su producción, como sucede, por ejemplo, con Antonio José Carranza o, para citar uno de los casos más dramáticos, con  Carmelo Fernández, autor de unas memorias que no contienen casi ninguna alusión a sus actividades artísticas y de quien no se han conservado pinturas al óleo, o sea, obras mayores. En otros casos, veremos que algunos autores, al resumir la biografía de nuestros pintores, se limitaban a consignar datos falsos tomados de otros autores, sin cuidarse de verificarlos. Trabajar con la información biográfica suministrada por otros autores es un recurso al que acude con frecuencia el crítico que se ve precisado a utilizar los métodos del investigador histórico, ya que su objetivo lo constituye el análisis y la valorización de las obras.
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Tanto como en el diario o la revista, y a veces aún más, el catálogo es un testimonio de gran prevalencia en la cultura artística de hoy. Se supone que contiene toda la información precisa de interés para el público de una exposición y la relacionada con el autor y la obra.
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En este sentido el catálogo es una modalidad de monografía sintética en donde podrá encontrarse, basicamente, un curriculum  vitae, ilustraciones de la obra, y, cuando es posible, un breve o extenso (según la importancia de la exposición) comentario o análisis de la trayectoria o de una etapa del artista. La evolución del catálogo da idea del grado de avance de los medios de información que se emplean en el moderno arte. A fines del siglo, para referirnos a Venezuela,  el catálogo o programa consistía en una sencilla hoja impresa por un lado con la lista numerada de las obras que se exhibían. Este patrón no varió en las primeras décadas del siglo XX, a despecho de que entre 1919 y 1930 se experimentó en Caracas un notable auge artístico. Pero después de 1940, sobre todo a raíz de la creación del Museo de Bellas Artes en 1938, los catálogos comienzan a ser objeto de interés para críticos y coleccionistas. La década del cincuenta establece los patrones de catálogo exhaustivo tal como lo practicamos hoy en día. Se ha dicho así que  vivimos en la cultura del catálogo y, en lo que compete al arte, esto es en gran medida una verdad. De cualquier modo, nos interesa decir aquí que los catálogos ─desde la hoja impresa hasta el lujoso libro publicado para servir de marco a una exposición─ han sido un elemento de consulta indispensable sin el cual hubiera sido mucho más difícil la tarea de elaborar para este Diccionario las fichas correspondientes al período más reciente del arte venezolano.
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===Siglos XIX y XX===
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Los diversos intentos hechos hasta ahora para abarcar históricamente, en libros y las monografías, el desarrollo de las artes plásticas en Venezuela, habían dejado de lado, como hemos dicho, la redacción de un diccionario de artistas para el cual la bibliografía ofrece ya abundante información. Esta misma carencia justifica la publicación de un trabajo como el que aquí se entrega, en un momento en que, después del creativo período de los últimos cincuenta años, el hecho de comprender y explicar se ha vuelto más urgente que realizar. De allí que, con seguridad, este Diccionario de Artistas vendría a llenar el papel que sus especiales características le confieren en aquel campo en que se hace más perentorio disponer de trabajos de su naturaleza: la pedagogía.
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Encargada como le fue la comisión especialmente nombrada por el INCIBA para redactarla, es la obra de un equipo de personas que trabajó por el espacio de casi dos años, para darle término. De ningún modo fue tarea fácil. Dado que el proyecto inicial aconsejaba la inclusión de los artistas de la actualidad necesariamente hubo que basar gran parte de la información en testimonios personales suministrados por los propios artistas, aún en los casos en que había literatura impresa, como libros y notas de periódicos, sobre ellos. La práctica nos dice que hay que desconfiar incluso de los datos impresos, por lo cual se hace imprescindible confrontar y verificar a cada momento la información de que se dispone.
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Uno de los primeros problemas surgidos, al comenzar su trabajo la Comisión, fue si debía estar incluida en el Diccionario la parte relativa a la Colonia. Es obvio que el carácter anónimo prevaleciente en la producción artística colonial deja por sentado el hecho de que el arte de ese período tuvo un marcado sentido colectivo.
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Pensando que la meta para tratar el periodo colonial debía ser distinta al propósito de reunir una colección de biografías, se  prefirió hacer omisión de esta vasta e importante etapa del arte nacional en beneficio de un tratado que estuviese consagrado, por lo menos en su primer volumen, a los artistas de los siglos XIX y XX. Así se hizo. Salta a la vista que con la Independencia del país aparece netamente definida la individualidad artística, como eje de la obra, en tanto que las motivaciones, no encontrando ya un sostén en la fe religiosa, resultan predominantemente civiles e históricas. Antes de este periodo, es decir, durante la Colonia, importan las escuelas, los artesanos y gremios, no los artistas en función de tales. La centuria pasada es a las nacionalidades latinoamericanas lo que, en arte, el siglo XV es a Italia.
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Sin embargo, el siglo XIX no ofrece siempre continuidad histórica en materia de arte. Los primeros cincuenta años se pierden en tanteo, como correspondía a un período oscuro y tumultuoso de nuestra historia civil. Aunque el panorama político, con su secuela de revoluciones, no varía en los próximos cincuenta años, podemos  al menos hablar de artistas y estilos, lo cual ocurre por primera vez en nuestra historia después de 1850. Se comprende que el país se enrumba hacia el establecimiento de una tradición artística desde 1869 aproximadamente, cuando Tovar y Tovar daba lecciones de pintura en la Academia de Pintura de Caracas, y comenzaba a destacarse un grupo de grabadores, dibujantes e ilustradores de valía. Las últimas tres décadas del siglo XIX son suficientemente conocidas y pertenecen a la época moderna. No obstante, surge un inconveniente relativo al conocimiento de varios artistas meritorios, de obligada mención en nuestra historia  plástica, pero de los cuales nos han llegado tan escasas noticias como obras. En tal sentido gran parte de nuestra información sobre un período que va desde 1850 a 1900 ─dejando de lado, nombres como los de Tovar y Tovar, Herrera del Toro, Cristóbal Rojas, Michelena y otros─ se ve constreñida a apoyarse en fuentes puramente históricas o referenciales, dado que carecemos de suficientes testimonios relacionados con más o menos una veintena de pintores. Los libros de Don Ramón de la Plaza, a falta de textos más autorizados, han sido materiales de consulta obligada. Fue particularmente importante el trabajo desarrollado por un grupo de artistas extranjeros a lo largo de todo el siglo XIX. Dadas las condiciones del país, en el que faltaban centros de enseñanza y tradición, la obra de estos artistas allegados debió contribuir en cierta medida a crear un ambiente favorable a la creación y al gusto por la conservación de las obras de arte. Con la sola excepción de Camille Pissarro, que estuvo en Venezuela en 1852, se trató de artista menores, generalmente aficionados a las ciencias naturales o de tránsito en el país donde trataban de ganarse la vida como retratistas o profesores de pintura. Algunos, como Lewis Adams, arraigaron en Venezuela; otros sin quererlo, le hicieron al país un gran daño, como James Mudie Spence, quien llevó consigo a Inglaterra una notable colección de obras que había logrado reunir durante su permanencia en Caracas y exhibida en esta misma cuidad en 1872. Esta colección desapareció completamente.
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El siglo XX, por supuesto, presenta menos problemas, si bien existen algunas lagunas, difíciles de llenar; en las dos primeras décadas, cuando aún la pintura era oficio demasiado heroico y abnegado y la escultura casi no existía. En más de un caso nos encontramos con artistas cuya obra, como sucede normalmente en el siglo XIX, ha desaparecido casi íntegramente. La información ha de basarse, también aquí en la literatura. No ocurre lo mismo de 1930 en adelante, el período más fértil de nuestra historia, cuando la tradición de estilos, movimientos y grupos no sólo se asienta, sino para lograr articularse coherentemente para ofrecer una evolución sostenida, por la vía de una creciente internacionalización de las búsquedas.
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Era necesario, por último, aplicar para la redacción del Diccionario de Artistas un criterio objetivo, vista la naturaleza del propósito. Las fichas, en cada caso, debían resumir el mayor número de datos importantes relacionados con la obra y las actividades, privadas o públicas del artista, en la forma siguiente, tal como se ha hecho:
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a) Fecha y lugar de nacimiento.
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b) Estudios, viajes y principales actuaciones.
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c) Descripción evolutiva y sucinta de su técnica, obra o etapas más importantes.
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d) Exposiciones individuales o representativas.
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e) Recompensas.
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f) Representación en principales museos.
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No escapará a ningún lector el carácter provisorio de la información más contemporánea contenida en este libro, en particular la que concierne a los artistas recientes. Tomando en cuenta la dinámica propia de todo conocimiento que trate sobre una realidad humana, es evidente así que este Diccionario se presta a revisiones y no dudamos que ofrecerá a los estudiosos aspectos polémicos o, en todo caso, discutibles. Partiendo  de esta base, comprobada su importancia y su necesidad, futuras reediciones de él deberán corregir o ampliar necesariamente lo que, más por exceso que por defecto, puede pecar aquí, humanamente, de mezquino o generoso.
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'''Comisión del Diccionario Biográfico de las Artes Plasticas en Venezuela: Fernado Paz Castillo Pablo Rojas Guardia Investigación: Gabriel Marcos Revisión: Juan calzadilla Coordinación general: Fanny B. De Llerandi'''
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=='''HISTORIA DE LA PINTURA EN VENEZUELA, ALFREDO BOUTON (Tomo I) Y CARLOS SILVA (Tomos II y III) Armitano editores, Caracas 1974. 2000'''==
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===[[:Category:SIGLOS XVI Y XVII | SIGLOS XVI Y XVII]];  [[:Category:SIGLO XVIII|SIGLO XVIII ]]===
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'''HISTORIA DE LA PINTURA EN VENEZUELA EPOCA COLONIAL, TOMO I, 1974  (Segunda Edición Corregida, 1974. Diseño gráfico: MATEO MANAURE. Impresión: Graficas ARMITANO. Primera Edición: Editorial Arte, Caracas, 1964) AUTOR: [http://vereda.ula.ve/wiki_artevenezolano/index.php/Boulton,_Alfredo ALFREDO BOULTON]'''
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INDICE GENERAL
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====PRIMERA PARTE. [[:Category:SIGLOS XVI Y XVII | SIGLOS XVI Y XVII]]====
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*Los elementos formativos
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*El aborigen
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*El Descubrimiento y Cubagua
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*La Conquista
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*La Religión
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*La nueva tierra
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*Los envíos de Sevilla, Cádiz y México
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*Los materiales plásticos
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*Los testamentos
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*La Catedral de Caracas
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*Las pruebas materiales
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*Significado histórico y artístico de la Pintura del siglo XVII
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====SEGUNDA PARTE. [[:Category:SIGLO XVIII| SIGLO XVIII]]====
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*El hombre colonial y la Pintura
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*Cuadro estadístico del siglo XVIII
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*Las pruebas materiales de la primera mitad del siglo XVIII
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*Las pruebas materiales de la segunda mitad del siglo XVIII
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*Juan Pedro López
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*La Escuela de los Landaeta
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*Las etnias, los gremios y la artesanía
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*Conclusiones
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====[[:Category:SIGLO XIX | SIGLO XIX ]]====
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'''HISTORIA DE LA PINTURA EN VENEZUELA DEL NEOCLASICISMO AL ACADEMICISMO, TOMO II  (Primera Edición, Caracas, 2000.  Proyecto gráfico y diagramación: JUAN CARLOS FERNANDEZ. Impresión: ARMITANO EDITORES, C.A.) AUTOR: [http://vereda.ula.ve/wiki_artevenezolano/index.php/Silva,_Carlos CARLOS SILVA]  '''
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Contenido
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*La Revolución y la imagen
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*Siglo XIX. Del neocásico al academicismo
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*Juan Lovera
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*Otros rostros y rastros
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*Martin Tovar y Tovar
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*Arturo Michelena
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*Cristóbal Rojas
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*Continuadores y epígonos
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====[[:Category:SIGLO XX | SIGLO XX]]====
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'''HISTORIA DE LA PINTURA EN VENEZUELA MODERNISMO Y CONTEMPORANEIDAD, TOMO III (Diseño gráfico: JOHN LANGE.  Impresión: Gráficas ARMITANO, C.A. ISBN 980-216-052-0) AUTOR: [http://vereda.ula.ve/wiki_artevenezolano/index.php/Silva,_Carlos CARLOS SILVA]'''
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Contenido
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*Inicio y Afirmación del Modernismo
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**El Círculo de Bellas Artes
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**País, paisaje: La Escuela de Caracas
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*Diversificación del Modernismo
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**La pintura de temática étnica y social
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**Reinterpretación y reiteración del paisaje
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*Hacia la Contemporaneidad
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**Nuevos rumbos, nuevos vínculos
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**Del modernismo urbano a la cosmópolis
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*Los Años Decisivos
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**Coincidencias y disidencias
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**El Taller Libre de Arte
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**Disidencias y adhesiones en París
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**La pura visión del cinetismo
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**Ancestros, magia y hombre
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**Todos contra todos
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*Dos Décadas Contrapuestas. Insurgencia y Esperanza
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*Panorámica de un nuevo acontecer
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*Informal, informalismo
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*Surrealismo, magia y más lirismo
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*No aquélla, sino la nueva figuración
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*Cinetismo y geometría
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*Detrás de la ilusión
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*Preponderancia del arte figurativo
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=='''Historiografía del Arte Venezolano, Investigación por Karina Daza, cursante de la asignatura, [http://vereda.ula.ve/curador/ Preservación y Conservación del Patrimonio Artístico]'''==
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===Presentación y justificación===
 
Como una posibilidad de ofrecer ciertas líneas de ordenación de contenidos iniciales para la WIKIHISTORIA DEL ARTE EN VENEZUELA, se propone tomar como aliado una serie de textos producidos por reconocidos investigadores en el ámbito nacional, cuyo trabajo ha sido editado por instituciones públicas, a fin de obtener con mayor celeridad los derechos de reproducción de tales contenidos. Siendo este proyecto una alianza de VEREDA-ULA con la GALERÍA DE ARTE NACIONAL (Fundación Museos Nacionales, adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura), se propone iniciar la carga de textos con la revisión y puesta en escena de la MEGAEXPOSICIÓN. ARTE DEL SIGLO XX (CONAC, 2005) y su articulación con la COLECCIÓN ARTE VENEZOLANO (IARTES, 2009).
 
Como una posibilidad de ofrecer ciertas líneas de ordenación de contenidos iniciales para la WIKIHISTORIA DEL ARTE EN VENEZUELA, se propone tomar como aliado una serie de textos producidos por reconocidos investigadores en el ámbito nacional, cuyo trabajo ha sido editado por instituciones públicas, a fin de obtener con mayor celeridad los derechos de reproducción de tales contenidos. Siendo este proyecto una alianza de VEREDA-ULA con la GALERÍA DE ARTE NACIONAL (Fundación Museos Nacionales, adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura), se propone iniciar la carga de textos con la revisión y puesta en escena de la MEGAEXPOSICIÓN. ARTE DEL SIGLO XX (CONAC, 2005) y su articulación con la COLECCIÓN ARTE VENEZOLANO (IARTES, 2009).
  
Línea 9: Línea 141:
 
Como línea de reflexión partimos de la interrogante planteada por Juan Carlos Palenzuela en El Mirón Insistente (1996) respecto a “¿Existe la crítica de arte en Venezuela en 1996?” (p. 7), así como su referencia a la poca publicación de contenidos en el país y que sólo se realizaba desde las instituciones museísticas; además, la importante referencia que hace a la nueva ola de críticos e investigadores con formación universitaria, desplazando entonces la legión de autodenominados críticos e historiadores del arte venezolano de los primeros setenta años del siglo XX. Así grosso modo, ofrecemos estas líneas de acción para incorporar una bibliografía base, con una visión de conjunto proporcionada por la investigación derivada de la MEGA EXPOSICIÓN. Progresivamente se hará la invitación a nuestro Departamento de Historia del Arte a recopilar y producir mayor contenidos acerca del arte en Venezuela.
 
Como línea de reflexión partimos de la interrogante planteada por Juan Carlos Palenzuela en El Mirón Insistente (1996) respecto a “¿Existe la crítica de arte en Venezuela en 1996?” (p. 7), así como su referencia a la poca publicación de contenidos en el país y que sólo se realizaba desde las instituciones museísticas; además, la importante referencia que hace a la nueva ola de críticos e investigadores con formación universitaria, desplazando entonces la legión de autodenominados críticos e historiadores del arte venezolano de los primeros setenta años del siglo XX. Así grosso modo, ofrecemos estas líneas de acción para incorporar una bibliografía base, con una visión de conjunto proporcionada por la investigación derivada de la MEGA EXPOSICIÓN. Progresivamente se hará la invitación a nuestro Departamento de Historia del Arte a recopilar y producir mayor contenidos acerca del arte en Venezuela.
  
==Categoría: 1900-1952==
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===Categoría: 1900-1952===
 
Autor: '''Francisco Da Antonio'''
 
Autor: '''Francisco Da Antonio'''
  
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*'''Adriana Meneses''', exdirectora del Museo Jacobo Borges (Catia), realizó importantes trabajos para el proceso de la junta liquidadora de los museos (CONAC  IARTES – FMN), actualmente conduce un espacio privado en el complejo de Los Galpones. Durante su gestión en Catia se realizaron importantes exposiciones no ortodoxas como “Caballo de Troya” (con participación de acciones en el desaparecido retén de Catia), 90-60-90 (respecto al uso excesivo de la mujer venezolano como MISS) y, “Venezuela Subterránea” (expodocumental que fusionaba el arte, la acción social y el emergente movimiento hip-hopero en el país. Participaron Sara Maneiro, Fran Breaufrand, Vagos y Maleantes, Dj Trece, Budu, Nigga, Calle Ciega, R-Keson, y el ausipicio de la empresa de distrubición de grandes marcas “CasaBlanca”. De allí surge el compilado musical Venezuela Subterránea coordinado por Juan Carlos Echendía).
 
*'''Adriana Meneses''', exdirectora del Museo Jacobo Borges (Catia), realizó importantes trabajos para el proceso de la junta liquidadora de los museos (CONAC  IARTES – FMN), actualmente conduce un espacio privado en el complejo de Los Galpones. Durante su gestión en Catia se realizaron importantes exposiciones no ortodoxas como “Caballo de Troya” (con participación de acciones en el desaparecido retén de Catia), 90-60-90 (respecto al uso excesivo de la mujer venezolano como MISS) y, “Venezuela Subterránea” (expodocumental que fusionaba el arte, la acción social y el emergente movimiento hip-hopero en el país. Participaron Sara Maneiro, Fran Breaufrand, Vagos y Maleantes, Dj Trece, Budu, Nigga, Calle Ciega, R-Keson, y el ausipicio de la empresa de distrubición de grandes marcas “CasaBlanca”. De allí surge el compilado musical Venezuela Subterránea coordinado por Juan Carlos Echendía).
  
==Categoría: AÑOS 50 y 60==
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===Categoría: AÑOS 50 y 60===
 
Autor: '''María Luz Cárdenas'''
 
Autor: '''María Luz Cárdenas'''
  
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==Categoría: AÑOS 70==
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===Categoría: AÑOS 70===
 
Autor: Xiomara Jiménez y Carlos Eduardo Palacios
 
Autor: Xiomara Jiménez y Carlos Eduardo Palacios
  
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Hipertextualidad: recomendamos el libro ensayo de Juan Carlos Palenzuela, 11 tipos. Arte Venezolano de los setenta, publicado por la Academia Nacional de la Historia, y que es un verdadero inventario del fenómeno de los 11 tipos producido en tres ediciones para la Sala Mendoza, y que marcó el surgimiento de un nuevo arte en el país, con carácter marcadamente conceptual.
 
Hipertextualidad: recomendamos el libro ensayo de Juan Carlos Palenzuela, 11 tipos. Arte Venezolano de los setenta, publicado por la Academia Nacional de la Historia, y que es un verdadero inventario del fenómeno de los 11 tipos producido en tres ediciones para la Sala Mendoza, y que marcó el surgimiento de un nuevo arte en el país, con carácter marcadamente conceptual.
  
==Categoría: AÑOS 80==
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===Categoría: AÑOS 80===
 
Autor: Constanza De Rogatis
 
Autor: Constanza De Rogatis
  
Línea 205: Línea 337:
 
Comentario: Textos que apelan a la no linealidad de los cortes históricos, y muestran hechos puntuales del arte de los ochenta.
 
Comentario: Textos que apelan a la no linealidad de los cortes históricos, y muestran hechos puntuales del arte de los ochenta.
  
==Categoría: AÑOS 90==
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===Categoría: AÑOS 90===
 
Autor: Luis Ángel Duque
 
Autor: Luis Ángel Duque
  
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Comentario: con la metáfora contraria a la de la Década de los sesenta “La Década Prodigiosa”, Luis Ángel Duque puntualiza acerca de “una cadena de eventos, salones y exposiciones, casi todos heterodoxos y colectivos” (p. 125) que reunirá en treinta sucesos: exposiciones, salones, desplazamiento del eje expositivo de Caracas a otras ciudades, los salones de jóvenes, etc.
 
Comentario: con la metáfora contraria a la de la Década de los sesenta “La Década Prodigiosa”, Luis Ángel Duque puntualiza acerca de “una cadena de eventos, salones y exposiciones, casi todos heterodoxos y colectivos” (p. 125) que reunirá en treinta sucesos: exposiciones, salones, desplazamiento del eje expositivo de Caracas a otras ciudades, los salones de jóvenes, etc.
  
==Colección Arte Venezolano (IARTES, 2009) -> anotaciones acerca de los autores==
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===Colección Arte Venezolano (IARTES, 2009) -> anotaciones acerca de los autores===
 
Los autores destacados en negrita, poseen trayectoria en el ámbito académico, de la crítica y la producción de exposiciones. Los que no aparecen destacados responden a nombres nuevos, no todos son especializados en las áreas, por lo que se sugiere sus contenidos sean sometidos a arbitraje. Adicionalmente, existen otros sólidos estudios de algunos artistas contenidos en esta colección para lo que es recomendable sustituir algunos títulos por estudios más densos.
 
Los autores destacados en negrita, poseen trayectoria en el ámbito académico, de la crítica y la producción de exposiciones. Los que no aparecen destacados responden a nombres nuevos, no todos son especializados en las áreas, por lo que se sugiere sus contenidos sean sometidos a arbitraje. Adicionalmente, existen otros sólidos estudios de algunos artistas contenidos en esta colección para lo que es recomendable sustituir algunos títulos por estudios más densos.
  
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==Bibliografía mínima==
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===Bibliografía mínima===
 
*Antillano, Sergio (1976): Los salones de arte, Caracas, MARAVEN.
 
*Antillano, Sergio (1976): Los salones de arte, Caracas, MARAVEN.
 
*Cáceres, Beatriz (2000). “El territorio Esequibo: Visión imaginario en el siglo XVIII”, En: Grupo de Investigaciones en Arte Latinoamericano (GIAL) (2003). El Paisaje: memoria cultural de Venezuela 1498-1811. Mérida: GIAL – CDCHT – ULA (pp. 155 – 172)
 
*Cáceres, Beatriz (2000). “El territorio Esequibo: Visión imaginario en el siglo XVIII”, En: Grupo de Investigaciones en Arte Latinoamericano (GIAL) (2003). El Paisaje: memoria cultural de Venezuela 1498-1811. Mérida: GIAL – CDCHT – ULA (pp. 155 – 172)
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==Créditos==
 
==Créditos==
*Daza, Karina. Estudiante de la Licenciatura en Historia del Arte de la ULA. Correo electrónico: azadka.3@gmail.com
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*Editor del Artículo: [[Astorga Junquera, Juan]]
 
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*Daza, Karina. Estudiante de la Licenciatura en Historia del Arte de la ULA.
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Revisión actual del 15:04 17 abr 2018


DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LAS ARTES PLÁSTICAS EN VENEZUELA. SIGLOS XIX Y XX

Instituto Nacional de Cultura y Bellas Artes ( INCIBA), 1973 Fotografia: Sebastian Garrido, Diagramación: Santiago Pol, Gráficas Armitano, C.A. (la Edición constó de 4.000 ejemplares) Prólogo

Antecedentes Bibliográficos

Han pasado casi cien años de la publicación de los Ensayos sobre el Arte en Venezuela 1 de Don Ramón de la Plaza, primer recuento en el orden cronológico de que se tiene noticia en la historia de nuestras artes plásticas. Aunque no desdeñó hacer crítica valorativa, De la Plaza se nos presenta sobre todo como un escrupuloso biógrafo, precisado a trabajar con la documentación exigua que proporcionaron sus contemporáneos. Lamentablemente, su trabajo no tuvo continuadores inmediatos. El mismo se repite cuando, algunos años más tarde, publica en el Primer Libro de la Literatura, Las Ciencias y las Bellas Artes, 2 su segundo ensayo que consagró a los pintores venezolanos. Es cierto que De la Plaza se limitó al estudio de los artistas de su tiempo y que fue en extremo limitado para analizar con atención el arte colonial o la pintura del primer período republicano. Para él nuestra historia plástica comenzaba con José Carranza y la primera escuela de artes que funcionó en Caracas bajo los auspicios de la Diputación Provincial. 3 Los datos aportados por De la Plaza, sin embargo, continúan siendo por su coherencia y su continuidad la principal fuente de información que existe para el conocimiento relativo a un grupo de artistas del siglo XIX que, sin ser de primera fila, gozaron de prestigio en su tiempo. Tal es el caso de los hermanos Martínez, Carranza, Ugalde, Manuel Cruz, Chaquert y otros.

Entre los que siguieron generacionalmente a Ramón de la Plaza no llegó a descartarse un autor que se hubiese dedicado metódicamente a la investigación histórica de nuestro arte. Don Arístides Rojas, el más instruido de todos, prefirió pasar a la posteridad en su papel de anticuario y de cronista y contertulio ameno. Rufino Blanco Fombona, José Rafael Pocaterra, Julio Planchart y los pintores Antonio Herrera Toro y A.E. Monsanto escribieron ocasionalmente ensayos y artículos ─a ratos brillantes─ sobre diversos aspectos del arte venezolano y en particular sobre algunas figuras resaltantes. Al vacío dejado por la muerte de De la Plaza se debe en gran parte el hecho de que hoy dispongamos de escasos conocimientos sobre una generación de artistas que se levantó a fines de siglo y que, en la práctica, puede ser considerada como el puente o, mejor, la transición entre la Academia de Bellas Artes y el movimiento del Círculo de Bellas Artes. Si bien es verdad que se trata de artistas que realizaron menguada o poco ambiciosa obra, ello se explica también porque el ambiente social ─Incluido aquí el estímulo intelectual─ fue mezquino y mediocre. La alianza de artistas y el crítico siempre constituyó una especie de soporte moral de la obra de arte. A comienzos del presente siglo iban a sobresalir Jesús Semprum y Leoncio Martínez. Aunque estuvo más interesado en la literatura, Semprum escribió ocasionalmente, en las páginas del El Cojo Ilustrado, crítica artística en la cual asumía la defensa de los pintores jóvenes. Precisamente, a él debemos el más atildado ensayo que sobre la historia plástica del país se publicó por entonces. 4 Este estudio de Semprúm serviría de pauta a los escritores que luego, de modo más sistemático, se dedicaron a la crítica de arte. Polémico y comprometido con su generación, Leoncio Martínez, quien había estudiado en la Academia de Bellas Artes, llenó un papel de teórico y animador que aún no ha sido debidamente estudiado. Apuntando contra los rígidos cánones de la enseñanza académica, a favor de un arte sólo condicionado por una temática autóctona, desprovisto de anécdotas y basado en la realidad, los artículos y reseñas de Leoncio Martínez, aunque ocasionales e improvisados, anuncian mucho del tono polémico que se encuentra motorizando la evolución de nuestra plástica en los últimos treinta años.

Sin embargo, debe hacerse justicia a Enrique Planchart, como al verdadero fundador de las investigaciones críticas sobre el arte venezolano. Autor de varias monografías en donde se ocupó minuciosamente de la vida y obra de los pintores como Juan Lovera, Tovar y Tovar, Arturo Michelena, Planchart nos dejó en su texto más importante, La Pintura en Venezuela, 5 considerable información original relacionada con un periodo histórico que va aproximadamente de 1910 a 1940. Es verdad que el hecho de haberse identificado vitalmente con la generación del Círculo de Bellas Artes pudo haber frenado en alguna medida el alcance y la objetividad de su enfoque, para convertirlo en el cronista por antonomasia de un valiosísimo aunque corto período del arte venezolano. Aún así, los textos de Planchart continúan siendo consultados por ser modelos de claridad y precisión en el lenguaje y de probidad en los juicios y opiniones, siempre bien fundamentados. Ramón de la Plaza y Planchart constituyen, así pues, los pilares de un desarrollo de los estudios de arte en Venezuela que va de 1875 a 1940 aproximadamente. Es sabido que después de esta última fecha se operaron notables cambios en el cuadro de la evolución del arte venezolano. Temas y formas se renovaron consistentemente para dar origen a nuevos estilos, se impugna la tradición reciente y, en términos generales, las búsquedas van a desembocar sobre la gran corriente de influencias internacionales representadas sobre todo por el arte europeo contemporáneo y la escuela de realismo mexicano. En medio de estos dos polos de atracción, sin llegar a extinguirse nunca, continuó sobreviviendo la escuela paisajística de Caracas que se fundaba en las soluciones formales halladas por los pintores del Círculo de Bellas Artes y, en especial, por Federico Brandt, A. E. Monsanto, Armando Reverón, Manuel Cabré y Rafael Monasterios. Conforme aparecen nuevos derroteros, la crítica y la investigación histórica contribuyen a enriquecer considerablemente el campo bibliográfico; aparecen nuevos autores y otros métodos; los avances de la industria tipográfica harán accesible a la obra una reproductividad técnica de nivel internacional; el libro de arte especializado en temas venezolanos entra en el mercado. Pero uno de los signos más característicos de este período está dado por el papel preponderante que los medios de comunicación social adquieren en la actualidad artística, al punto de que el éxito de los creadores pasa a depender en gran medida de la información, la crónica y, a veces, las críticas oportunas que registran periódicos y revistas. Son notables por su cantidad y calidad los textos y ensayos sobre el arte venezolano que han circulado en los años recientes. Bastaría recordar, a título informativo, obras como La Historia de la Pintura en Venezuela, dos tomos, de Alfredo Boulton (y un tercero de Carlos Silva), autor que ha hecho importantes hallazgos tanto en el aspecto icónico como en lo referente al trazado biográfico de algunos pintores venezolanos; Boulton se ha tomado el trabajo de verificar muchos datos que venían siendo repetidos mecánicamente de un autor a otro. Su aporte se centra básicamente en el rescate y valorización de la obra de Juan Lovera y Armando Reverón, y en su laborioso estudio del arte colonial venezolano, contenido en el primer tomo de su Historia y que constituye, ciertamente su principal contribución como investigador. Desde el punto de vista puramente referencial no puede pasarse por alto el resumen erudito que José Nucete Sardi reúne en su libro Notas sobre la Pintura y la Escultura en Venezuela 6, aunque se trata del tipo de estudio que, apoyándose en una tradición literaria, elude presentar un análisis plástico de estilos y obras. Más selectivo y menos erudito, Mariano Picón Salas procede también de un modo literario en su ensayo La Pintura en Venezuela, 7 que no deja de ser sin embargo, un esfuerzo de síntesis para resumir en un lenguaje metafórico las opiniones más corrientes que se tenían sobre la pintura venezolana para la época en que fue escrito dicho ensayo. Más original fue el trabajo que Picón Salas consagró a Reverón en 1939 8. Existe una compilación de carácter comparativo, que fue editada por el Circulo Musical: El Arte en Venezuela, obra que recoge, entre otros materiales, un conjunto de artículos importantes sobre nuestra plástica, debido a diversos autores. En esta misma obra puede encontrar el lector un estudio exhaustivo que de las nuevas corrientes, a partir del abstraccionismo geométrico, hizo el crítico Perán Erminy.

En el campo de las publicaciones monográficas debemos mencionar, además de los citados trabajos de Boulton y de Planchart, una serie de ensayos de reciente data como los de Juan Röhl: Arturo Michelena (Editorial Arte, 1966); Fernando Paz Castillo: Entre Pintores y Escritores (Editorial Arte, 1970); Alberto Junyent: Emilio Boggio (Tabacalera Nacional, 1970); Francisco Da Antonio: Bárbaro Rivas (Círculo Musical, 1967); Rafael Pineda: Francisco Narváez, La pintura de Tito Salas, y en colaboración con Pedro Briceño, La Escultura de Venezuela (INCIBA, 1968 Y 1989); Juan Calzadilla: Federico Brandt y Julio Arraga (Ediciones Armitano, 1972), Cornelius Goslinga: Arturo Michelena (Universidad del Zulia, 1967), Hugolino Hernández: Andrés Pérez Mujica (Madrid, 1972), Roberto Guevara: Marcel Floris (Editores ARS, 1973), Gasparini & Duarte: Los Retablos del Período Colonial en Venezuela (Ediciones Armitano, 1966). Citaremos, además, las publicaciones monográficas correspondientes a las series Pintores Venezolanos (Edime, Caracas); Inciba-Arte; Enciclopedia Venezolana (Galería Li). También podrá ser de gran valor en el futuro una publicación como la que la Sala de la Fundación Mendoza consagró al arte precolombino de Venezuela. 9

Diccionario de Artistas Venezolanos

En esta bibliografía faltaba, sin embargo, un cuerpo de noticias referidas a nuestros artistas y presentando con carácter de diccionario o guía de información abreviada para un vasto público. Si exceptuamos el trabajo preliminar sobre la materia redactado para el apéndice del libro ya mencionado, El Arte en Venezuela, no tenemos noticias de la existencia de un trabajo de la extensión y la importancia del que presentamos aquí.

Es evidente que la carencia de un diccionario de artistas se debía no tanto a la falta de interés editorial como al hecho de que no se disponía de información básica sobre buen número de artistas que trabajaron durante el siglo pasado y a comienzos del presente, y acerca de los cuales se ignoraba, en muchos casos, hasta el año de su nacimiento. Actualmente la crítica se encuentra mejor capacitada para llenar esas lagunas, gracias al interés que existe hoy por la investigación histórica relacionada con las artes plásticas. No es menos cierto el hecho de que hay artistas venezolanos cuya biografía ha podido ser establecida, a pesar de que de ellos sólo hayan llegado hasta nosotros una o dos obras de toda su producción, como sucede, por ejemplo, con Antonio José Carranza o, para citar uno de los casos más dramáticos, con Carmelo Fernández, autor de unas memorias que no contienen casi ninguna alusión a sus actividades artísticas y de quien no se han conservado pinturas al óleo, o sea, obras mayores. En otros casos, veremos que algunos autores, al resumir la biografía de nuestros pintores, se limitaban a consignar datos falsos tomados de otros autores, sin cuidarse de verificarlos. Trabajar con la información biográfica suministrada por otros autores es un recurso al que acude con frecuencia el crítico que se ve precisado a utilizar los métodos del investigador histórico, ya que su objetivo lo constituye el análisis y la valorización de las obras.

Tanto como en el diario o la revista, y a veces aún más, el catálogo es un testimonio de gran prevalencia en la cultura artística de hoy. Se supone que contiene toda la información precisa de interés para el público de una exposición y la relacionada con el autor y la obra. En este sentido el catálogo es una modalidad de monografía sintética en donde podrá encontrarse, basicamente, un curriculum vitae, ilustraciones de la obra, y, cuando es posible, un breve o extenso (según la importancia de la exposición) comentario o análisis de la trayectoria o de una etapa del artista. La evolución del catálogo da idea del grado de avance de los medios de información que se emplean en el moderno arte. A fines del siglo, para referirnos a Venezuela, el catálogo o programa consistía en una sencilla hoja impresa por un lado con la lista numerada de las obras que se exhibían. Este patrón no varió en las primeras décadas del siglo XX, a despecho de que entre 1919 y 1930 se experimentó en Caracas un notable auge artístico. Pero después de 1940, sobre todo a raíz de la creación del Museo de Bellas Artes en 1938, los catálogos comienzan a ser objeto de interés para críticos y coleccionistas. La década del cincuenta establece los patrones de catálogo exhaustivo tal como lo practicamos hoy en día. Se ha dicho así que vivimos en la cultura del catálogo y, en lo que compete al arte, esto es en gran medida una verdad. De cualquier modo, nos interesa decir aquí que los catálogos ─desde la hoja impresa hasta el lujoso libro publicado para servir de marco a una exposición─ han sido un elemento de consulta indispensable sin el cual hubiera sido mucho más difícil la tarea de elaborar para este Diccionario las fichas correspondientes al período más reciente del arte venezolano.

Siglos XIX y XX

Los diversos intentos hechos hasta ahora para abarcar históricamente, en libros y las monografías, el desarrollo de las artes plásticas en Venezuela, habían dejado de lado, como hemos dicho, la redacción de un diccionario de artistas para el cual la bibliografía ofrece ya abundante información. Esta misma carencia justifica la publicación de un trabajo como el que aquí se entrega, en un momento en que, después del creativo período de los últimos cincuenta años, el hecho de comprender y explicar se ha vuelto más urgente que realizar. De allí que, con seguridad, este Diccionario de Artistas vendría a llenar el papel que sus especiales características le confieren en aquel campo en que se hace más perentorio disponer de trabajos de su naturaleza: la pedagogía. Encargada como le fue la comisión especialmente nombrada por el INCIBA para redactarla, es la obra de un equipo de personas que trabajó por el espacio de casi dos años, para darle término. De ningún modo fue tarea fácil. Dado que el proyecto inicial aconsejaba la inclusión de los artistas de la actualidad necesariamente hubo que basar gran parte de la información en testimonios personales suministrados por los propios artistas, aún en los casos en que había literatura impresa, como libros y notas de periódicos, sobre ellos. La práctica nos dice que hay que desconfiar incluso de los datos impresos, por lo cual se hace imprescindible confrontar y verificar a cada momento la información de que se dispone.

Uno de los primeros problemas surgidos, al comenzar su trabajo la Comisión, fue si debía estar incluida en el Diccionario la parte relativa a la Colonia. Es obvio que el carácter anónimo prevaleciente en la producción artística colonial deja por sentado el hecho de que el arte de ese período tuvo un marcado sentido colectivo. Pensando que la meta para tratar el periodo colonial debía ser distinta al propósito de reunir una colección de biografías, se prefirió hacer omisión de esta vasta e importante etapa del arte nacional en beneficio de un tratado que estuviese consagrado, por lo menos en su primer volumen, a los artistas de los siglos XIX y XX. Así se hizo. Salta a la vista que con la Independencia del país aparece netamente definida la individualidad artística, como eje de la obra, en tanto que las motivaciones, no encontrando ya un sostén en la fe religiosa, resultan predominantemente civiles e históricas. Antes de este periodo, es decir, durante la Colonia, importan las escuelas, los artesanos y gremios, no los artistas en función de tales. La centuria pasada es a las nacionalidades latinoamericanas lo que, en arte, el siglo XV es a Italia.

Sin embargo, el siglo XIX no ofrece siempre continuidad histórica en materia de arte. Los primeros cincuenta años se pierden en tanteo, como correspondía a un período oscuro y tumultuoso de nuestra historia civil. Aunque el panorama político, con su secuela de revoluciones, no varía en los próximos cincuenta años, podemos al menos hablar de artistas y estilos, lo cual ocurre por primera vez en nuestra historia después de 1850. Se comprende que el país se enrumba hacia el establecimiento de una tradición artística desde 1869 aproximadamente, cuando Tovar y Tovar daba lecciones de pintura en la Academia de Pintura de Caracas, y comenzaba a destacarse un grupo de grabadores, dibujantes e ilustradores de valía. Las últimas tres décadas del siglo XIX son suficientemente conocidas y pertenecen a la época moderna. No obstante, surge un inconveniente relativo al conocimiento de varios artistas meritorios, de obligada mención en nuestra historia plástica, pero de los cuales nos han llegado tan escasas noticias como obras. En tal sentido gran parte de nuestra información sobre un período que va desde 1850 a 1900 ─dejando de lado, nombres como los de Tovar y Tovar, Herrera del Toro, Cristóbal Rojas, Michelena y otros─ se ve constreñida a apoyarse en fuentes puramente históricas o referenciales, dado que carecemos de suficientes testimonios relacionados con más o menos una veintena de pintores. Los libros de Don Ramón de la Plaza, a falta de textos más autorizados, han sido materiales de consulta obligada. Fue particularmente importante el trabajo desarrollado por un grupo de artistas extranjeros a lo largo de todo el siglo XIX. Dadas las condiciones del país, en el que faltaban centros de enseñanza y tradición, la obra de estos artistas allegados debió contribuir en cierta medida a crear un ambiente favorable a la creación y al gusto por la conservación de las obras de arte. Con la sola excepción de Camille Pissarro, que estuvo en Venezuela en 1852, se trató de artista menores, generalmente aficionados a las ciencias naturales o de tránsito en el país donde trataban de ganarse la vida como retratistas o profesores de pintura. Algunos, como Lewis Adams, arraigaron en Venezuela; otros sin quererlo, le hicieron al país un gran daño, como James Mudie Spence, quien llevó consigo a Inglaterra una notable colección de obras que había logrado reunir durante su permanencia en Caracas y exhibida en esta misma cuidad en 1872. Esta colección desapareció completamente.

El siglo XX, por supuesto, presenta menos problemas, si bien existen algunas lagunas, difíciles de llenar; en las dos primeras décadas, cuando aún la pintura era oficio demasiado heroico y abnegado y la escultura casi no existía. En más de un caso nos encontramos con artistas cuya obra, como sucede normalmente en el siglo XIX, ha desaparecido casi íntegramente. La información ha de basarse, también aquí en la literatura. No ocurre lo mismo de 1930 en adelante, el período más fértil de nuestra historia, cuando la tradición de estilos, movimientos y grupos no sólo se asienta, sino para lograr articularse coherentemente para ofrecer una evolución sostenida, por la vía de una creciente internacionalización de las búsquedas. Era necesario, por último, aplicar para la redacción del Diccionario de Artistas un criterio objetivo, vista la naturaleza del propósito. Las fichas, en cada caso, debían resumir el mayor número de datos importantes relacionados con la obra y las actividades, privadas o públicas del artista, en la forma siguiente, tal como se ha hecho: a) Fecha y lugar de nacimiento. b) Estudios, viajes y principales actuaciones. c) Descripción evolutiva y sucinta de su técnica, obra o etapas más importantes. d) Exposiciones individuales o representativas. e) Recompensas. f) Representación en principales museos. No escapará a ningún lector el carácter provisorio de la información más contemporánea contenida en este libro, en particular la que concierne a los artistas recientes. Tomando en cuenta la dinámica propia de todo conocimiento que trate sobre una realidad humana, es evidente así que este Diccionario se presta a revisiones y no dudamos que ofrecerá a los estudiosos aspectos polémicos o, en todo caso, discutibles. Partiendo de esta base, comprobada su importancia y su necesidad, futuras reediciones de él deberán corregir o ampliar necesariamente lo que, más por exceso que por defecto, puede pecar aquí, humanamente, de mezquino o generoso.

Comisión del Diccionario Biográfico de las Artes Plasticas en Venezuela: Fernado Paz Castillo Pablo Rojas Guardia Investigación: Gabriel Marcos Revisión: Juan calzadilla Coordinación general: Fanny B. De Llerandi



HISTORIA DE LA PINTURA EN VENEZUELA, ALFREDO BOUTON (Tomo I) Y CARLOS SILVA (Tomos II y III) Armitano editores, Caracas 1974. 2000

SIGLOS XVI Y XVII; SIGLO XVIII

HISTORIA DE LA PINTURA EN VENEZUELA EPOCA COLONIAL, TOMO I, 1974 (Segunda Edición Corregida, 1974. Diseño gráfico: MATEO MANAURE. Impresión: Graficas ARMITANO. Primera Edición: Editorial Arte, Caracas, 1964) AUTOR: ALFREDO BOULTON

INDICE GENERAL

PRIMERA PARTE. SIGLOS XVI Y XVII

  • Los elementos formativos
  • El aborigen
  • El Descubrimiento y Cubagua
  • La Conquista
  • La Religión
  • La nueva tierra
  • Los envíos de Sevilla, Cádiz y México
  • Los materiales plásticos
  • Los testamentos
  • La Catedral de Caracas
  • Las pruebas materiales
  • Significado histórico y artístico de la Pintura del siglo XVII

SEGUNDA PARTE. SIGLO XVIII

  • El hombre colonial y la Pintura
  • Cuadro estadístico del siglo XVIII
  • Las pruebas materiales de la primera mitad del siglo XVIII
  • Las pruebas materiales de la segunda mitad del siglo XVIII
  • Juan Pedro López
  • La Escuela de los Landaeta
  • Las etnias, los gremios y la artesanía
  • Conclusiones

SIGLO XIX

HISTORIA DE LA PINTURA EN VENEZUELA DEL NEOCLASICISMO AL ACADEMICISMO, TOMO II (Primera Edición, Caracas, 2000. Proyecto gráfico y diagramación: JUAN CARLOS FERNANDEZ. Impresión: ARMITANO EDITORES, C.A.) AUTOR: CARLOS SILVA

Contenido

  • La Revolución y la imagen
  • Siglo XIX. Del neocásico al academicismo
  • Juan Lovera
  • Otros rostros y rastros
  • Martin Tovar y Tovar
  • Arturo Michelena
  • Cristóbal Rojas
  • Continuadores y epígonos

SIGLO XX

HISTORIA DE LA PINTURA EN VENEZUELA MODERNISMO Y CONTEMPORANEIDAD, TOMO III (Diseño gráfico: JOHN LANGE. Impresión: Gráficas ARMITANO, C.A. ISBN 980-216-052-0) AUTOR: CARLOS SILVA

Contenido

  • Inicio y Afirmación del Modernismo
    • El Círculo de Bellas Artes
    • País, paisaje: La Escuela de Caracas
  • Diversificación del Modernismo
    • La pintura de temática étnica y social
    • Reinterpretación y reiteración del paisaje
  • Hacia la Contemporaneidad
    • Nuevos rumbos, nuevos vínculos
    • Del modernismo urbano a la cosmópolis
  • Los Años Decisivos
    • Coincidencias y disidencias
    • El Taller Libre de Arte
    • Disidencias y adhesiones en París
    • La pura visión del cinetismo
    • Ancestros, magia y hombre
    • Todos contra todos
  • Dos Décadas Contrapuestas. Insurgencia y Esperanza
  • Panorámica de un nuevo acontecer
  • Informal, informalismo
  • Surrealismo, magia y más lirismo
  • No aquélla, sino la nueva figuración
  • Cinetismo y geometría
  • Detrás de la ilusión
  • Preponderancia del arte figurativo



Historiografía del Arte Venezolano, Investigación por Karina Daza, cursante de la asignatura, Preservación y Conservación del Patrimonio Artístico

Presentación y justificación

Como una posibilidad de ofrecer ciertas líneas de ordenación de contenidos iniciales para la WIKIHISTORIA DEL ARTE EN VENEZUELA, se propone tomar como aliado una serie de textos producidos por reconocidos investigadores en el ámbito nacional, cuyo trabajo ha sido editado por instituciones públicas, a fin de obtener con mayor celeridad los derechos de reproducción de tales contenidos. Siendo este proyecto una alianza de VEREDA-ULA con la GALERÍA DE ARTE NACIONAL (Fundación Museos Nacionales, adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura), se propone iniciar la carga de textos con la revisión y puesta en escena de la MEGAEXPOSICIÓN. ARTE DEL SIGLO XX (CONAC, 2005) y su articulación con la COLECCIÓN ARTE VENEZOLANO (IARTES, 2009).

La publicación cuenta con un volumen inicial titulado Panorama General, el cual contiene textos correspondientes a cortes históricos de la historia del arte nacional, y la Colección Arte Venezolano editada por el Instituto de las Artes (IARTES), plataforma del Ministerio del Poder Popular para la cultura, cuenta hasta ahora con ciento diecinueve (119) ejemplares y “responde a la necesidad de dar a conocer, de forma accesible y sencilla a los artista nacionales y sus obras. Es el resultado del registro y documentación de sus vidas y su trabajo creativo, dirigido a la proyección de nuestros valores artísticos para ser disfrutados y difundidos. No pretende ser crítica, sino más reforzar la sensibilidad y el acercamiento hacia las artes, con sentido de pertenencia e identidad.” (Presentación de la Colección).

Como línea de reflexión partimos de la interrogante planteada por Juan Carlos Palenzuela en El Mirón Insistente (1996) respecto a “¿Existe la crítica de arte en Venezuela en 1996?” (p. 7), así como su referencia a la poca publicación de contenidos en el país y que sólo se realizaba desde las instituciones museísticas; además, la importante referencia que hace a la nueva ola de críticos e investigadores con formación universitaria, desplazando entonces la legión de autodenominados críticos e historiadores del arte venezolano de los primeros setenta años del siglo XX. Así grosso modo, ofrecemos estas líneas de acción para incorporar una bibliografía base, con una visión de conjunto proporcionada por la investigación derivada de la MEGA EXPOSICIÓN. Progresivamente se hará la invitación a nuestro Departamento de Historia del Arte a recopilar y producir mayor contenidos acerca del arte en Venezuela.

Categoría: 1900-1952

Autor: Francisco Da Antonio

Texto: sin título (respecto al guión preparado para la sección 1900-1950. Galería de Arte Nacional). En: Consejo Nacional de la Cultura (2005). Catálogo Arte Venezolano del Siglo XX. Mega Exposición. Caracas: Conac. (pp. 24-57)

Comentario: el Profesor Da Antonio (ex director de la Galería de Arte Nacional y del Museo Arturo Michelena, uno de los estudiosos más dedicados al arte ingenuo, categoría que instaura en el arte nacional, y a quien se le atribuye el descubrimiento de Bárbaro Rivas “el iluminado de Petare”). Hace un recorrido que parte en su sección “Escultura”, seguida de: “La alfarería popular”, “El diseño gráfico”, “Los realismos del novecientos”, “La Escuela de Caracas y el paisaje”, “Del realismo social y los realismos”, y cierra con “El Taller Libre de Arte 1948-1952”.

Hipertextualidad: adicional a los siete (07) apartado que componen ese texto, es posible hacer referencia hipertextual a los artistas: Lorenzo González, Pedro Basalo, Alejandro Colina, Francisco Narváez, Andrés Pérez Mujica, Pedro León Castro, César Rengifo, Manuel Cabré, Pablo Wenceslao Hernández, Antonio Alcántara, Carlos Otero, Federico Brandt, Rafael Monasterios, Armando Reverón, los artistas del Círculo de Bellas Artes, Martín Tovar y Tovar, los artistas de la Escuela de Caracas, Emilio Boggio, Héctor Poleo, Gabriel Bracho, Antonio Edmundo Monsanto, Mateo Manaure, Perán Erminy (artista y crítico), Mario Abreu, Narciso Debourg, Alirio Oramas, Virgilio Trompiz, Luis Guevara Moreno, Alejandro Otero, Feliciano Carvallo, Omar Carreño, Humberto Jaimes Sánchez, Alirio Rodríguez, Rubén Núñez, Jacobo Borges, Carlos Cruz-Diez, Régulo Pérez, Oswaldo Vigas, Carlos González Bogen, y Los Disidentes, por nombrar algunos; además referencias bibliográficas conocidas como: Alfredo Boulton, Alfredo Planchart, el profesor Noriega.

Con esta lectura inicial se abre la necesidad de articular más de treinta (30) páginas adicionales referidas a estos ítemes (hipertextos) que pueden ser cubiertas con: biografías del Diccionario de las Artes Visuales en Venezuela, dos tomos publicados por la Galería de Arte Nacional, y por algunos de los títulos correspondientes a la Colección de Arte Venezolano, que a continuación señalaremos:

  • González, Milagros (2009). Alejandro Colina. Colección Arte Venezolano Nº 02. Caracas: IARTES
  • Chacón, Katherin (2009). Francisco Narváez. Colección Arte Venezolano Nº 15. Caracas: IARTES
  • Gois, Tarim (2009). César Rengifo. Colección Arte Venezolano Nº 09. Caracas: IARTES
  • Portillo, Zhelma (2009). Mateo Manaure. Colección Arte Venezolano Nº 30. Caracas: IARTES
  • Balza, Néstor (2009). Mario Abreu. Colección Arte Venezolano Nº 03. Caracas: IARTES
  • Rojas, Fernando (2009). Alirio Oramas. Colección Arte Venezolano Nº 99. Caracas: IARTES
  • Balza, Néstor (2009). Alejandro Otero. Colección Arte Venezolano Nº 04. Caracas: IARTES
  • Rojas, Fernando (2009). Rubén Núñez. Colección Arte Venezolano Nº 68. Caracas: IARTES
  • Meneses, Adriana (2009). Jacobo Borges. Colección Arte Venezolano Nº 6. Caracas: IARTES
  • Bello, Anny (2009). Carlos Cruz-Diez. Colección Arte Venezolano Nº 41. Caracas: IARTES
  • Gois, Tarim (2009). Régulo Pérez. Colección Arte Venezolano Nº 79. Caracas: IARTES
  • Portillo, Zhelma (2009). Carlos González Bogen. Colección Arte Venezolano Nº 50. Caracas: IARTES


Más hipertexto: a su vez, los autores remiten a otros hipertextos de sus publicaciones o su biografía base, como por ejemplo actividad como jurados, curadores, críticos, columnistas.

  • Milagros González, joven investigadora, egresada en Museología e Historia del Arte de la Universidad José María Vargas (Caracas), ex investigadora y curadora del Museo de Bellas Artes, actualmente vive en Miami. Otras publicaciones en la COLECCIÓN ARTE VENEZOLANO: Elsa Gramcko (Nº 40); Gladys Meneses (Nº 35) y Luisa Palacios (Nº 38).
  • Katherine Chacón, egresada de la Licenciatura en Artes Plásticas de la Universidad Central d Venezuela, profesora en el Instituto Universitario de Estudios Superiores de Artes Plásticas Armando Reverón (IUESAPAR, actualmente parte de la UNEARTES); reconocida curadora y gerente cultural, ex curadora de Arte Latinoamericano del Museo de Bellas Artes y exdirectora del Museo Armando Reverón. Entre sus curadurías se cuentan: Alirio Palacios, Diego Barboza, Mario Abreu y Javier Tellez (esta última junto a Carmen Hernández). Otras publicaciones en la COLECCIÓN ARTE VENEZOLANO: Gaudí Esté (Nº 36); Hayfer Brea (Nº 118); J. J. Moros (Nº 91) y José Caldas (Nº 44). Además ha desarrollado sólidas investigaciones acerca de Arturo Michelena y del Paisaje en Venezuela, como lo muestra su texto para el libro El Paisaje en Venezuela, siglo XIX y XX, Obras de la Colección Mercantil (anexamos la sección del siglo XX).
  • Zhelma Portillo, exinvestigadora y curadora del Museo de Arte Contemporáneo de Caracas Sofía Imber; egresada en Historia del Arte, de la Universidad de Los Andes, donde se desempeña como docente. Otras publicaciones en la COLECCIÓN ARTE VENEZOLANO: Ángel Hurtado (Nº 54); Bárbaro Rivas (Nº 14); Eugenio Espinoza (Nº 39); Manasés (Nº 58); Carlos González Bogen (Nº 50); Néstor Alí Quiñones (Nº 75); Rafaela Baroni (Nº 67); Rosa Vegas (Nº 23); y Víctor Valera (Nº 77).
  • Adriana Meneses, exdirectora del Museo Jacobo Borges (Catia), realizó importantes trabajos para el proceso de la junta liquidadora de los museos (CONAC  IARTES – FMN), actualmente conduce un espacio privado en el complejo de Los Galpones. Durante su gestión en Catia se realizaron importantes exposiciones no ortodoxas como “Caballo de Troya” (con participación de acciones en el desaparecido retén de Catia), 90-60-90 (respecto al uso excesivo de la mujer venezolano como MISS) y, “Venezuela Subterránea” (expodocumental que fusionaba el arte, la acción social y el emergente movimiento hip-hopero en el país. Participaron Sara Maneiro, Fran Breaufrand, Vagos y Maleantes, Dj Trece, Budu, Nigga, Calle Ciega, R-Keson, y el ausipicio de la empresa de distrubición de grandes marcas “CasaBlanca”. De allí surge el compilado musical Venezuela Subterránea coordinado por Juan Carlos Echendía).

Categoría: AÑOS 50 y 60

Autor: María Luz Cárdenas

Texto: Espacios de comunión entre la creación artística y el entorno natural (respecto al guión preparado para la sección Años 50 y 60. Museo de Bellas Artes). En: Consejo Nacional de la Cultura (2005). Catálogo Arte Venezolano del Siglo XX. Mega Exposición. Caracas: Conac. (pp. 63-77)

Comentario: María Luz Cárdenas (Presidente de AICA-Venezuela, ex directora de la Galería de Arte Nacional, Museo de Arte Contemporáneo y del Museo de Bellas Artes, una de las más reconocidas curadoras y críticos de arte de nuestro país. Recientemente realizó por tercera vez la curaduría del Salón Jóvenes con FíA, una secuela que responde la herencia del Salón Pirelli, también concebido por ella para el MACCSI)

El texto cuenta con los siguientes apartados: Forma y estructuras universales. Arte abstracto geométrico; Iconografía de la nacionalidad. Realismo y expresionismo simbólico; Espacios de Consagración; Territorios compartidos. Arte naturaleza y ciudad; Realidades compartidas: real/surreal. El vínculo social; Conquista del movimiento y los espacios urbanos/arte cinético; Figuración comprometida/cultura de la resistencia; Informalismo-abstracción matérica; Figuración-fabulación/símbolos ancestrales-realismo mágico; Gesto y escritura; Poéticas urbanas, mitologías cotidianas. Iconografías para la sociedad industrial; Nuevas escalas perceptivas y conceptuales en la definición de la obra de arte; y, El diseño gráfico tridimensional.

Hipertextualidad: adicional a estos trece (13) apartados, el texto permite hacer hipertexto a tendencias, artistas, grupos y acontecimientos relevantes en la época, tales como: Carlos Raúl Villanueva, la Ciudad Universitaria, Pedro Centeno Vallenilla, Juan Félix Sánchez, Alejandro Colina, el grupo LOS DISIDENTES, Alejandro Otero, Jesús Soto, Narciso Debourg, Aimée BAttistini, Luis Guevara Moreno, Armando Barrios, Víctor Valera, Dora Hersen, Carlos González Bogen, Enrique Sardá, Ramón Vásquez Brito, Omar Carreño, Harry Abend, Gorka Dorronsoro, Ricardo Razetti, Leo Matiz, Bárbara Brändli, Mario Abreu, Bárbaro Rivas, Cruz Amado Fagúndez, León Egipto, Ramón Lepage, Carmen Millán, Escuela de Caracas, Elisa Elvira Zuloaga, Braulio Salazar, Antonio Alcántara, Lourdes Armas, Feliciano Carvallo, Fina Gómez, Carlos Herrera, Víctor Millán, Francisco Narváez, Estaban Mendoza, Natividad Figueroa, Max Pedemonte, Carlos Prada, Corneliz Zitman, Manasés Rodrìguez, Pedro León Castro, Hugo Baptista, Héctor Poleo, Marcos Castillo, Virgilio Trompiz, Antonio José Fernández, Osvaldo Vigas, Manuel Quintana Castillo, Paolo Gasparini, Tito Caula, Carlos Cruz-Diez, Gerd Leufert, Nedo, Gego, Manuel Mérida, Rubén Núñez, Francisco Salazar, Olwaldo Subero, Régulo Pérez, Gabriel Bracho, Jacobo Borges, Carlos Contramaestre, El Techo de la Ballena, Elsa Gramcko, Maruja Rolando, Ángel Hurtado, Daniel González, Carlos Puche, Mateo Manaure, Lía Bermúdez, Humberto Jaimes Sánchez, José María Cruxent, Luis Chacón, Teresa Casanova, Pedro Barreto, Pedro Briceño, Ángel Luque, Alirio Palacios, Francisco Hung, Marisol, Gabriel Morera, Rolando Peña, Diego Barboza, José Sigala, Antonieta Sosa, Sigfredo Chacón, entre otros.

De estos artistas, es posible articular con la Colección Arte Venezolano, en los siguientes números:

2 Milagros González Alejandro Colina
3 Néstor Balza Mario Abreu
4 Néstor Balza Alejandro Otero
6 Adriana Meneses Jacobo Borges
7 Carlos Contramaestre Antonio José Fernández. El hombre del anillo
12 Gladys Yunes Yunes Jesús Soto
14 Zhelma Portillo Bárbaro Rivas
15 Katherin Chacón Francisco Narváez
16 Lorena González Ramón Vásquez Brito
29 Félix Suazo Antonieta Sosa
30 Zhelma Portillo Mateo Manaure
31 Ginett Alarcón Pedro Barreto
40 Milagros González Elsa Gramcko
41 Anny Bello Carlos Cruz-Diez
50 Zhelma Portillo Carlos González Bogen
54 Zhelma Portillo Ángel Hurtado
56 Marisa Mena Harry Abend
58 Zhelma Portillo Manasés
64 Luis Velázquez Esteban Mendoza
68 Fernando Rojas Rubén Núñez
72 Marisa Mena Diego Barboza
77 Zhelma Portillo Víctor Valera
78 Luis Velázquez Sigfredo Chacón
79 Tarim Gois Régulo Pérez
84 José Gregorio Noroño Luis Chacón
85 Néstor Balza Licia Salvatore
90 Zhelma Portillo Manuel Quintana Castillo
91 Katherin Chacón J. J. Moros
92 Israel Ortega Lía Bermúdez
98 Luis Velázquez Pascual Navarro
105 Lorena González Consuelo Méndez
117 Lorena González Gego

Categoría: AÑOS 70

Autor: Xiomara Jiménez y Carlos Eduardo Palacios

Texto: Década de los setenta: inventario de la heterogeneidad (respecto al guión preparado para la sección Los 70. Museo de la Estampa y el Diseño Carlos Cruz-Diez y Museo Jacobo Borges). En: Consejo Nacional de la Cultura (2005). Catálogo Arte Venezolano del Siglo XX. Mega Exposición. Caracas: Conac. (pp. 84-97)

Comentario: Los investigadores realizan un inventario por la heterogénea Década de los 70, el texto cuenta con los siguientes apartados: Crónica de los hechos; Tiempo de confluencias; y, Institucionalización de otras formas de expresión.

Hipertextualidad: recomendamos el libro ensayo de Juan Carlos Palenzuela, 11 tipos. Arte Venezolano de los setenta, publicado por la Academia Nacional de la Historia, y que es un verdadero inventario del fenómeno de los 11 tipos producido en tres ediciones para la Sala Mendoza, y que marcó el surgimiento de un nuevo arte en el país, con carácter marcadamente conceptual.

Categoría: AÑOS 80

Autor: Constanza De Rogatis

Texto: Rebobinar-reproducir-adelantar [o como editar la imagen del siglo XX] (respecto al guión preparado para la sección Los 80. Museo Alejando Otero y Museo Arturo Michelena). En: Consejo Nacional de la Cultura (2005). Catálogo Arte Venezolano del Siglo XX. Mega Exposición. Caracas: Conac. (pp. 101-106)

Autor: Diego Casanovas

Texto: La Ruta el Cachicamo (respecto al guión preparado para la sección Los 80. Museo Alejando Otero y Museo Arturo Michelena). En: Consejo Nacional de la Cultura (2005). Catálogo Arte Venezolano del Siglo XX. Mega Exposición. Caracas: Conac. (pp. 106-112)

Comentario: Textos que apelan a la no linealidad de los cortes históricos, y muestran hechos puntuales del arte de los ochenta.

Categoría: AÑOS 90

Autor: Luis Ángel Duque

Texto: La Década peligrosa (respecto al guión preparado para la sección Los 90. Museo de Arte Contemporáneo de Caracas Sofía Imber). En: Consejo Nacional de la Cultura (2005). Catálogo Arte Venezolano del Siglo XX. Mega Exposición. Caracas: Conac. (pp. 120-136)

Comentario: con la metáfora contraria a la de la Década de los sesenta “La Década Prodigiosa”, Luis Ángel Duque puntualiza acerca de “una cadena de eventos, salones y exposiciones, casi todos heterodoxos y colectivos” (p. 125) que reunirá en treinta sucesos: exposiciones, salones, desplazamiento del eje expositivo de Caracas a otras ciudades, los salones de jóvenes, etc.

Colección Arte Venezolano (IARTES, 2009) -> anotaciones acerca de los autores

Los autores destacados en negrita, poseen trayectoria en el ámbito académico, de la crítica y la producción de exposiciones. Los que no aparecen destacados responden a nombres nuevos, no todos son especializados en las áreas, por lo que se sugiere sus contenidos sean sometidos a arbitraje. Adicionalmente, existen otros sólidos estudios de algunos artistas contenidos en esta colección para lo que es recomendable sustituir algunos títulos por estudios más densos.

Autor Título
1 Mercedes Longobardi Mercedes Pardo
2 Milagros González Alejandro Colina
3 Néstor Balza Mario Abreu
4 Néstor Balza Alejandro Otero
5 José Ignacio Herrera Santiago Pol
6 Adriana Meneses Jacobo Borges
7 Carlos Contramaestre Antonio José Fernández. El hombre del anillo Controversial artista y promotor
8 Carlos Contramaestre Salvador Valero
9 Tarim Gois César Rengifo
10 José María Salvador Manuel de la Fuente Prof jubilado de la UCV
11 Néstor Balza Rafael Vargas
12 Gladys Yunes Yunes Jesús Soto Realizó importante tesis sobre Soto y la física. Ex Subdirectora del MBA, directora del MAO
13 Luis Emeterio González Luis Domínguez Salazar
14 Zhelma Portillo Bárbaro Rivas
15 Katherin Chacón Francisco Narváez
16 Lorena González Ramón Vásquez Brito Columnista de El Nacional, curadora.
17 Carlos Delgado Díaz Luis Moreno
18 Luis Emeterio González Cleto Rojas
19 Luis Miguel Rodríguez Luis Pedro Malavé Investigador de Arte Popular
20 Luis Miguel Rodríguez Tomás Enrique Salazar
21 Carol Cañizares Josefa Sulbarán Investigadora de Arte Popular
22 Carlos Delgado Díaz Luiz Mendes
23 Zhelma Portillo Rosa Vegas
24 Fran Morales Cirilo Mendoza
25 Hendrick Hidalgo Antonia Azuaje
26 Hendrick Hidalgo Elsa Morales
27 Nelly Barbieri Mara Vitanza
28 Marisa Mena Pepe García
29 Félix Suazo Antonieta Sosa Importante curador
30 Zhelma Portillo Mateo Manaure
31 Ginett Alarcón Pedro Barreto
32 Esperanza León Eduardo Bárcenas
33 Lorena González Ángel Peña
34 Ginett Alarcón Seka
35 Milagros González Gladys Meneses
36 Katherin Chacón Gaudí Esté
37 Néstor Balza José Antonio Dávila
38 Milagros González Luisa Palacios
39 Zhelma Portillo Eugenio Espinoza
40 Milagros González Elsa Gramcko
41 Anny Bello Carlos Cruz-Diez
42 Anny Bello Marietta Berman
43 Anny Bello Claudio Cedeño
44 Katherin Chacón José Caldas
45 Alirimar Celis Roberto González
46 Néstor Balza Pedro Báez
47 Alicia Torres Pájaro
48 Félix Suazo Carlos Quintana
49 Israel Ortega Juan Calzadilla
50 Zhelma Portillo Carlos González Bogen
51 Oscar González Bogen Emerio Darío Lunar
52 Alejandro Useche Jorge Chacón
53 Gabino Matos Amarilis Hannot
54 Zhelma Portillo Ángel Hurtado
55 Nydia Gutiérrez Luis Richter Investigadora y gerente cultural
56 Marisa Mena Harry Abend
57 Constanza de Rogatis Anna María Mazzei Formó parte de los curadora de la MEGA EXPOSICIÓN (años 80)
58 Zhelma Portillo Manasés
59 Marisa Mena Pablo Antonio Millán
60 Natalia Afanasiev José Faneite
61 Nelly Barbieri Mónica Chalbaud
61 Gabino Matos Nicasio Duno
62 Susana Benko Pepe López Reconocido investigadora de Arte y Docente
64 Luis Velázquez Esteban Mendoza Investigador
64 Luis Velázquez José Basanta
65 Willy Aranguren José Requena Investigador y crítico
66 Enrique Viloria Adonay Duque Investigador y crítico
67 Zhelma Portillo Rafaela Baroni
68 Fernando Rojas Rubén Núñez
69 William García Demetrio Silva
70 Nydia Gutiérrez Jesús Guerrero
71 Rafael Rondón Narváez Lihie Talmor
72 Marisa Mena Diego Barboza
73 Perán Erminy Grone Romepri Importante crítico
74 José Omaña Antonio Moya
75 Zhelma Portillo Néstor Alí Quiñones
77 Zhelma Portillo Víctor Valera
78 Luis Velázquez Sigfredo Chacón
79 Tarim Gois Régulo Pérez
80 Carmen Hernández María Centeno Reconocida crítico y curadora
81 Gladys Yunes Yunes Pancho Quilici
82 Nany Goncalves Carlos Medina
83 María Eugenia Zambrano Carlos Prada
84 José Gregorio Noroño Luis Chacón
85 Néstor Balza Licia Salvatore
86 Fernando Rojas Margot Römer
87 Alexis Fernández Énder Cepeda
88 Israel Ortega Édgar Álvarez Estrada
89 Israel Centeno Saúl Huerta
90 Zhelma Portillo Manuel Quintana Castillo
91 Katherin Chacón J. J. Moros
92 Israel Ortega Lía Bermúdez
93 Marisa Mena Ernesto León
94 Zuleiva Vivas (hija del arquitecto Fruto Vivas) Claudio Perna Reconocida crítico, curadora y gestión cultural
95 Alejandro Bruzual Ángel Foong
96 Carmen Hernández Argelia Bravo
97 Constanza de Rogatis Alfredo Ramírez
98 Luis Velázquez Pascual Navarro
99 Fernando Rojas Alirio Oramas
100 Zuleiva Vivas Javier Level
101 Marisa Mena José Luis Pietrini
102 Lorena González Federico Ovalles-Ar
103 Nelly Barbieri Reina Herrera
104 Marisa Mena Asdrúbal Colmenárez
105 Lorena González Consuelo Méndez
107 Zuleiva Vivas Nan González
108 Luis Velázquez Francisco Luna Ostos
111 Nany Goncalves Jaime Castro Oroztegui
113 Susana Benko Franco Contreras
114 Nydia Gutiérrez Juan Carlos Rodríguez
115 Luis Velázquez Francisco Bugallo
117 Lorena González Gego
118 Katherin Chacón Hayfer Brea
119 Carmen Hernández Carlos Sosa

Bibliografía mínima

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Créditos

  • Editor del Artículo: Astorga Junquera, Juan
  • Daza, Karina. Estudiante de la Licenciatura en Historia del Arte de la ULA.