El diagnostico del municipio Caracciolo Parra Y Olmedo ha permitido aclarar sobre la situación de una parte del piedemonte andino del Sur del lago de Maracaibo. Resalta que el municipio relativamente joven, está desarrollándose rápidamente con una fuerte tasa de crecimiento demográfico, lo que no está sin consecuencias sobre el medio ambiente y como resultados de eso sobre la salud pública y las capacidades agrícolas.
El proyecto CAMBIOS, “una Cacaocultura en Ambientes Biodiversos para la Sustentabilidad” se propone iniciar una repuesta a las problemáticas de la zona a partir de una situación de cultivo de cacao que sirve de puerta de entrada para un desarrollo sustentable de las actividades de la región.
Así, la visión del proyecto es de:
-ser piloto, es decir participar a la dinámica local proponiendo alterativas innovadoras, comunicar sobre ellas para permitir a las comunidades vecinas apropiarse las ideas, y asegurar la viabilidad de los cambios con un asesoramiento y un seguimiento de las actividades.
-ser inclusivo, es decir permitir la integración de actores locales o externos a la localidad de perfiles diferentes (universitarios, productores, alumnos, docentes, voluntarios diversos, instituciones públicas, alcaldías, trabajadores de la localidad, empresas, cooperativas) y promover los intercambios de ideas, métodos y conocimiento para ampliar las acciones.
El proyecto Cambios se desarrolla en 2 fases. La primera fase de instalación está descrita a continuación.
La primera fase está dividida en cuatros sub-proyectos que tienen sus propios objetivos, cronogramas y recursos pero que siempre están en interacciones.
-Para sensibilizar la población local sobre la riqueza y la utilidad de su ambiente, se cree un jardín botánico con especies autóctonas; sirve a promover la biodiversidad local, la educación ambiental y el ecoturismo. Se inscribe en un proyecto regional de una Red de jardines satélite al Jardín Botánico de Mérida.
-Para proponer alternativas al desarrollo actual convencional de la agricultura en la zona que conoce sus límites, se propone de utilizar de manera más óptima las herramientas que ofrece la naturaleza a los productores. A dentro de una finca piloto de cacao de 200 ha (El Pedregal) se implementan corredores ecológicos. Se busca así recuperar un círculo virtuoso perdido (aumentación de la biodiversidad y recuperación de un equilibro entre especies, disminución de las ataques de plagas y enfermedades sobre el cultivo, disminución de la utilización de agroquímicos y aumentación de la productividad y así mantenimiento de la biodiversidad). Esta finca piloto servirá de base al comprehensivo de las interacciones entre el cultivo de cacao y su medio ambiente local (arboles de sombra inclusivo). Se hará investigaciones agronómicas, ecológicas y se novelizará un esquema agro-ecológico y agro-forestal duplicable en otras fincas de la zona.
-Los productores de la zona llegan a límites en el cultivo convencional de cacao con muy bajos rendimientos. Están muy vulnerables a los precios internacionales del cacao y de ataques de plagas y enfermedades. Para diversificar sus ingresos, los productores necesitan aprovechar de su dotación en tierra sin utilizar una gran inversión. El tercer sub-proyecto de CAMBIOS se dedica al aprovechamiento sostenible de la biodiversidad local con una actividad pilota de producción y venta nacional de flores y follajes tropicales que se encuentran en la zona. En la segunda fase de CAMBIOS, este piloto servirá de base a la creación de una entidad económica para la recolección y la venta de estos rubros al servicio de los pequeños productores (cooperativa o micro-empresa).
-En un contexto donde la población joven representa una tercera parte de la población total, es necesario desarrollar estos proyectos ambientales de largo plazo con ellos. Un programa de educación ambiental participativa se hará hacia las unidades escolares como hacia las comunidades en general. Esta población participará en actividades de monitoreo en el jardín y en los corredores ecológicos, y también se beneficiará de un programa de educación ambiental dentro de las escuelas. El equipo de SELVA (Sembrando Los Valores Ambientales) de la Fundación Jardín Botánico de Mérida, que tienen una experiencia en otros municipios y con el Jardín Botánico de Mérida se encargará de este sub-proyecto.