Satisfacer las necesidades de la creciente población humana impulsa la conversión de ecosistemas prístinos en áreas de cultivo. Los bienes y servicios que estos ecosistemas y espacios naturales brindan a la especie humana se ven cada día más amenazados y reducidos, pues se hace necesario transformarlos y adecuarlos para el establecimiento de las diferentes actividades productivas. En tal sentido y a nivel mundial crece cada día la conciencia de la importancia de proteger y preservar los ecosistemas naturales, armonizando la producción agrícola con la dinámica que caracteriza a dichos ecosistemas.
En la zona del piedemonte andino de la cuenca del lago de Maracaibo, la pérdida de la biodiversidad de los bosques muy húmedo tropical (BMHT) y bosque húmedo tropical (BHT) por el avance de la frontera agrícola tiene repercusiones ecológicas, económicas y sociales que amenazan la sustentabilidad de las actividades humanas a mediano y largo plazo.
La plantación de cacao Porcelana y Criollos aromáticos “El Pedregal”, en la comunidad de Río Frío, municipio Carracciolo Parra y Olmedo, ha conocido una historia agroecológica que puede servir de ejemplo para varios factores de lo que ocurre en las tierras cacaoteras de la vertiente del Piedemonte Andino de la cuenca sur del lago de Maracaibo. En efecto, la implantación del cacao se hizo en terrenos dedicados a potreros, en los cuales se encontraban pocos relictos boscosos. La sombra necesaria para el cultivo de cacao se instaló mayoritariamente con unas pocas especies. De este modo, el cultivo del cacao no se hizo con una lógica de preservación del bosque nativo, lo que ha conducido a un desequilibrio del ecosistema que se traduce hoy en día por ataques de plagas y enfermedades, que en una dinámica de círculo vicioso conduce a la utilización de químicos que desequilibran cada día más el ecosistema y disminuye la sustentabilidad del sistema de producción.
Sin embargo, la plantación piloto El Pedregal, cuenta con zonas no productivas donde el bosque secundario sigue desarrollándose, que pueden servir de base a la restauración del ecosistema. La restauración ecológica está definida por el SER (Society for Ecological Restauration) como “el proceso de ayudar al restablecimiento de un ecosistema que se ha degradado, dañado o destruido”. Un ecosistema que se ha degradado, está sufriendo la pérdida de especies, y de las interacciones entre ellas. El proceso de restauración busca restablecer la biodiversidad, utilizando elementos locales, apoyando la dinámica existente para acelerar el proceso natural de recuperación del ecosistema.
Objetivo general
Desarrollar un proyecto piloto consensuado de restauración ecológica en la plantación de cacao El Pedregal utilizando las características intrínsecas de la finca, permitiendo aumentar la biodiversidad de la finca con el fin de lograr un manejo agro-ecológico para mejorar el control de plagas y enfermedades y con fines demostrativas para favorecer su vulgarización y replicación a otras fincas cacaoteras de la zona.
Objetivos específicos
-Desarrollar un protocolo para la restauración ecológica adaptado a las fincas locales de cacao.
-Crear reservas ecológicas con corredores ecológicos a dentro de la finca pilota El Pedregal.
-Lograr una evolución de la biodiversidad en la finca y medirla con método de inventarios de flora y fauna y monitoreo de trampas.
-Lograr un impacto de la restauración ecológica sobre la problemática fitosanitaria del cacao (números y naturas de las plagas y enfermedades asociados al cacao) y medirlo.
-Conservar los suelos y su fertilidad natural con zonas estratégicas de la finca donde no se aplicara químicos.
-Conservar la calidad del agua con zonas de restauración ecológica (sin aplicación de químicos) por los lados de los drenajes.
-Desarrollar un sistema agroforestal ecológico del cultivo de cacao con la incorporación del componente arbóreo de los cacaotales como una alternativa de diversificación de los ingresos.
-Promover el proyecto y los resultados hacia los productores de la zona interesados para replicarlo a sus fincas.
Plan de ejecución
La plantación piloto El Pedregal cuenta con áreas donde se ha favorecido el establecimiento de bosques secundarios que son elementos claves en la estrategia de restauración. Ellos actúan como núcleos de restauración o centros de diversidad que forman la estructura básica para la recuperación del ecosistema. Se busca entonces como primera medida potenciar la sucesión vegetal en estos núcleos para lograr características, en cuanto a su estructura y funcionamiento, equivalentes a los ecosistemas originales.
Esta zona del pie de monte andino está caracterizada por poseer numerosos drenajes (caños, quebradas). En El Pedregal, la mayoría de ellos se mantienen libres de vegetación para facilitar las labores del cultivo. Estos drenajes representan potenciales corredores naturales que pueden ser destinados a la interconexión de las manchas existentes de bosque para favorecer las interacciones biológicas. Por ello otra estrategia planteada pretende la recuperación de la vegetación asociada a los caños de la finca para que actúen como corredores naturales interconectando las manchas con vegetación en fases sucesionales más avanzadas.
Las plantaciones de cacao de la zona se caracterizan por una alta homogeneidad y baja biodiversidad. Generalmente para la sombra del cacao se utilizan muy pocas especies de árboles, en algunos casos manejados como monocultivos, lo que representa niveles mínimos de biodiversidad con implicaciones directas en el funcionamiento del ecosistema. Por tal razón otro de los focos de atención de este proyecto es incrementar la diversidad tanto del dosel como del sotobosque de las áreas de plantación favoreciendo las especies nativas mediante el reemplazo progresivo de los árboles que actualmente son utilizados para dar sombra al cultivo. Esta área debe ser manejada bajo los principios de agroforestería, de tal manera, que además del cacao pueda obtenerse madera y frutos de las especies del dosel y sotobosque.
Otra de las áreas con prioridad de recuperación son las vías y bordes de caminos, en los cuales se busca establecer especies nativas que sirvan como corredores naturales y muestra de la vegetación natural. Las especies establecidas en los bordes de vías además de cumplir con la función de corredor pueden aportar frutos, madera y pueden integrarse en la producción de flores de acuerdo con el subproyecto III.
Además el proyecto generará información científico-técnica que permitirá a largo plazo la incorporación del componente arbóreo de los cacaotales en la producción sustentable de madera fina como una alternativa de diversificación de los ingresos de las fincas para favorecer así la perennidad de los corredores y de la práctica de restauración ecológica.
Las actividades para valorizar el incremento de arboles nativos en las fincas podrían ser de dos tipos:
-Organizar un trámite legal de tumba y venta de la madera noble con una organización sustentable de esta tumba. Eso permitiría contrarrestar la tumba irresponsable y cubrir la demanda local en madera de las carpinterías.
-Establecer mecanismos que permitan la incorporación de las plantaciones de especies forestales a los mecanismos de desarrollo limpio (MDL) o créditos voluntarios de carbono (VER) como alternativa de financiamiento para plantar los arboles. Estos mecanismos están en el resultado del protocolo de Kyoto de 1997 y visan a la colaboración entre países industrializados y países en vía de desarrollo para lograr a la reducción de las emisiones de gas a efecto invernadero.