Gris Líquido 8
En una conversación de estética, el profesor Freddy Sosa nos comentaba acerca de un simposio de arte en el que uno de los ponentes inició su discurso diciendo: Aunque todos sabemos que el arte es una cosa superflua… -éste se levantó y replicó- ¡usted cree que para Van Gogh la pintura haya sido una cosa superflua, yo no lo creo! Su observación fue muy pertinente, pues cómo puede ser superflua una actividad que te lleva a la enfermedad, a la demencia y finalmente al suicidio.
Todo parece indicar, que los artistas vendrían a desempeñar el papel de victimas del arte, de una presencia ontológica que los utiliza como intermediarios para insertar en el mundo compuertas hacia una dimensión desconocida, enigmática pero altamente seductora.
Cabe entonces hacerse la pregunta ¿cuál es la naturaleza del fenómeno que aquí nos ocupa? Se trata acaso de un tirano que hace de los artistas mártires, en cuya actividad encuentran una especie de fruición sadomasoquista; o por el contrario, es un libertador, y en ese sentido encontraríamos una gran semejanza entre el artista y el místico, donde la negación de sí mismo se vuelve el imperativo categórico.
Pero, detengamos esto acá, pues como dice Max Bense, hay un punto en la estética en el que ya nadie sabe de qué se está hablando, de manera que antes de que lleguemos allí volvamos al comentario del profesor Freddy Sosa.
Luego de reflexionar con un compañero por largo tiempo acerca de lo superfluo en el arte, de revisar las distintas concepciones del mismo, llegamos finalmente al principio, es decir a la antigüedad clásica, en donde arte (techne) entendido como la producción toda, o como aquella modificación que el hombre hace de la naturaleza para conseguir una satisfacción material o espiritual, es en gran medida la actividad que ha garantizado la permanencia del hombre sobre la tierra y cuando éste desaparezca por completo la única huella de su presencia será el arte.
Estas palabras intentan comunicar la experiencia con el profesor Freddy Sosa, y a los productos de esa experiencia está dedicada esta edición de Gris Líquido, que en esta oportunidad abre un espacio para divulgar un pequeño grupo de textos realizados para las asignaturas Estética I y II, pero que ahora salen a la palestra con la intención de mostrar lo que se está realizando dentro del Departamento de Historia del Arte.
Estos trabajos son el resultado de modestas investigaciones que antes de pretender generar algún tipo de debate en ámbitos de la estética, tienen un carácter informativo y van dirigidos a un público en formación, principalmente a nuestros compañeros de pregrado; no obstante, pueden encontrarse en ellos planteamientos inteligentes, que si bien no pudieron ser desarrollados por razones de tiempo y limitaciones de evaluación académica, están a disposición para ser retomados y tratados con más detenimiento y profundad.
Sin embargo, esta invitación quiere hacerse extensible al lector en general, y a quien se anime a apreciar las variaciones tonales que hoy trae este nuevo Gris líquido.
Binut Monsalve.
SUMARIO
- El problema de lo bello en el Hípias Mayor
- Arte y Verdad en Hegel
- La belleza vista como aconceptual en la estética de Platón
- La influencia de Kant en la estética contemporánea
- Friedrich Nietzsche y el nacimiento de la tragedia
- Schiller y la educación estética
- Aproximaciones hacia la estética en el pensamiento de José Manuel Briceño Guerrero
- Visión estética de Aristóteles en la “moral a Eudemo”
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Grupo de trabajo. Gris Líquido Nº 8. Año 2007