Valores
Alan Alexander Seamus
“Evidentemente, yo creía que era algo sin sentido pero en el fondo, todo acaba teniendo uno” MARCEL DUCHAMP.
PREÁMBULO
Prueba que se hace de una cosa y ver si es APTA para lo que se espera de ella. BUSQUEDA en el mismo filón de metales, en los minerales.
FILÓN: Recurso del que se espera sacar GRAN provecho.
VALOR: Cada una de las SUPUESTAS cualidades positivas consideradas en abstracto. Alcance, significación, eficacia o importancia de algo.
ACTUAL: Que existe, sucede o se USA en el tiempo de que se habla. ¿Soy un valor, filón y, finalmente, un joven actual?
I INTRODUCCIÓN
De una forma un tanto curiosa, se me propuso realizar una “composición” sobre los jóvenes, Venezuela y sus valores. Habiendo recibido una serie de llamadas insistentes de parte de una dama, decidí responder.
En esa llamada que hice se me pidió la elaboración de esta “afanosa” composición, y digo afanosa pues no tengo aún claros los conceptos que se espera, yo exponga.
Y no teniendo claro esto todavía, me dispuse a hablar o escribir algo que pueda agraciarme o hacerme sentir a gusto de escribir, sin que ello resulte en enviar un escrito que se aleje de la propuesta original, hecha en esa réplica “que-no-lo-fue-tanto” a través de una llamada telefónica.
II LAS SIGNIFICACIONES
“… se almacena un tal lenguaje de gustos, buenos o malos, en uno mismo, que cuando se mira algo, si esa cosa no es eco de uno mismo, ni siquiera la miramos.” MARCEL DUCHAMP.
El amor, la familia, el trabajo, la política, la sociedad, la educación y Dios. Todas son “cosas de vital importancia” en estos “tiempos de cambio” que se viven (o en cualquier “tiempo de cambio” que se viva).
¡JA! Releo lo que he escrito y no me lo creo, pero para el desarrollo del placer que pueda significar el explicar estos signos, continuaré la labor hasta completar las 280 líneas de la petición telefónica. Para ello, descarto el tema del amor de plano, pues no me considero en capacidad para hablar de “eso” hasta tanto no haber tratado (escuetamente, por cierto) el resto de las “cosas”.
III LA FAMILIA Y LA SOCIEDAD
“La familia que te obliga a abandonar tus ideas rebeldes para cambiarlas por cosas aceptadas por ella, la sociedad y toda esa gaita…” MARCEL DUCHAMP.
Naces. “Vives” una niñez en donde cada ocurrencia infantil es rechazada pues se te aúpa para que madurez con rapidez. Una vez en el Colegio, juegas a ser adulto, quieres ser adulto y te comportas como tal. “¡Su hijo es excelente!” y otras sandeces como esas son a diario escuchadas, y la tristeza te embarga pues no eres tal. Tus padres presionan, vos mismo te presionas… ¡Lo lograste! ¡Estás en la secundaria!
Y el proceso continúa, deseas ser adulto, cada vez más cerca y luego te preguntas: “¿Qué sigue después de esto?”. Y te contestas: “Al parecer es siempre igual y será siempre igual: escalar y bajar posiciones”. Te rebelas. Fiestas y excesos, todos lo hacen, hasta el chico callado en el rincón: ese chico “excelente” que antaño envidiaste.
Pero esta “nuevas ideas” convergen y resultan en problemas familiares y sociales (no creo necesario mencionarlos). De pronto, odias a tu familia y a todos esos “viejos hipócritas”, pues concluyes que eso que ellos llaman “sacrificio” es la negación de realizar esas actividades que no pudieron llevar a cabo cuando tenían tu edad por diversas y ajenas razones que a ti no te competen.
Sientes lástima por ELLOS. Luego la familia y la sociedad no son valores para ti, muy a pesar de ellos, muy a pesar de ti. Pero aún falta camino…
IV LA EDUCACIÓN Y EL TRABAJO
“Los jóvenes están bien porque son activos. Piensan muchísimo. Pero no sale nada que no sea antiguo, del pasado.” MARCEL DUCHAMP.
Supón que no quieres seguir en eso del estudio. No podrán mantenerte toda la vida. Buscas trabajo. Bien. ¿Qué sabes hacer? Respuesta: Nada.
Afirmación: Hay que seguir estudiando. Con mucho deseo de alejarte y romper lazos, decides seguir el consejo de tus padres y de los mayores ya profesionales, y te enrolas en la Universidad o “Educación Superior”.
Tras largo pero rápido tiempo, alcanzas un título que te concede el derecho de ser un profesional y trabajar. Vas a entrevistas: ¡menudo currículo! ¡Qué recorrer! De pronto, una simple pregunta: “¿Qué sabe usted hacer?”. Respuesta: “Bueno… este, yo…. ¿Leyó mi currículo?… Soy ingeniero…y…”.
Afirmación (en silencio): “¡No sé hacer nada! ¡Tantos años de estudio…!”. Y te embarga la pereza. ¿Debo concluir algo? Brazos cruzados. Otro desempleado. ¡A chupar limón! O como dijo Oscar Wilde: “La educación es algo admirable, pero es bueno acordarse de vez en cuando que nada que valga la pena de saberse puede ser enseñado”. Salida: Economía Informal.
V LA POLÍTICA
“No comprendo en absoluto la política y constato que es realmente una actividad estúpida que no conduce a nada. Tanto si eso induce al comunismo, monarquía, o una república democrática, para mí es lo mismo”. MARCEL DUCHAMP.
¿Debo agregar algo al epigrama? Sólo represento un voto para ellos. Hoy día, nadie se interesa por el bienestar ajeno, y si lo hace es porque muy en el fondo resulta beneficioso para sí mismo. Toda persona es un filón o parte de él.
VI EL AMOR Y DIOS
“La palabra ‘creencia’ también es un error. Es igual que la palabra ‘juicio’. Son los dos espantosos datos en los que se basa la tierra” MARCEL DUCHAMP.
El amor como yo lo siento o sé, es una invención mía. No existe en la realidad. Igual Dios. Las personas creen en ambos como fuente y fortaleza. Pero “eso” en lo que creen no es más que el producto, que es “vendido” por unos a otros y entre unos y otros, una necesidad antigua, una utopía. Falsa esperanza. Pero esto es lo único ambicionable. A pesar de ello, no es importante, no es actual.
VII LA EXPLICATIVA
“Yo no soy lo que se dice un ambicioso que pide. No me gusta pedir…es algo que generalmente no sirve para nada. No espero nada. No necesito nada.” MARCEL DUCHAMP.
No hay valores tradicionales. Se han perdido en la competitividad. Existen algunos anhelos o aspiraciones entre los jóvenes de la actualidad: Dinero y estabilidad económica, escalas sociales, la pareja (no compromiso), etcétera (¡No se me ocurren otros!). Tal vez estos sean valores, pues se les da mucha importancia.
Está la cuestión del país, pero esta preocupación es superficial (aunque están los “revolucionarios” que quieren romper con todo y establecer otros “ismos” para seguir con el “todos contra todos”, aunque se espere lo contrario: Estabilidad social).
En algunos el nihilismo está a la orden del día. En cuanto a mí, creo que TODO ES UNA REPETICIÓN DE PREMISAS y me HORRORIZAN todas las consideraciones anteriores.
¡Creo que por esto no debo explicar el porqué de los epigramas de cada entrada! (Pertenecen, al que tal vez sea el hombre más irreverente del siglo XX: El eterno adolescente, condición por demás envidiable). Pero sí diré: ¡Qué rico es escribir y provocar la risa en mí!
VIII PREGUNTA Y RESPUESTA A MANERA DE CONCLUSIÓN
“No hay solución porque no hay problema” MARCEL DUCHAMP.
¿Soy un valor, filón y finalmente un joven actual? No lo sé. ¡Pero espero que esto cumpla con las exigencias de la cátedra!